Una de las grandes obras edilicias de la ciudad es el Edificio Bencich, en Roque Saenz Peña al 600, en una esquina atípica donde también hay accesos por las calles Mitre y la peatonal Florida al 100. Se trata de un inmueble icónico que se destaca por sus dos cúpulas bien emblemáticas y desde donde se pueden apreciar los mejores atardeceres de Buenos Aires, dicen los expertos.
Fue diseñado por el arquitecto de origen francés Eduardo Le Monnier (egresado de la Escuela Nacional de Artes Decorativas de París y que falleció en Buenos Aires en 1931) para los hermanos constructores Miguel y Massimiliano Bencich, quienes se especializaban en levantar obras de oficinas para rentar que aún perduran en nuestro tiempo.
Le Monnier también diseñó otro edificio (llamado “Miguel Bencich”) enfrentado y separado por la Diagonal Norte, donde en su cúpula hoy funciona una empresa que alquila espacios laborales y de coworking a razón de $27.225 + IVA por mes.
Con trayectoria
El Edificio Bencich, fue inaugurado en 1927 y cuenta con 14.000 metros cuadrados y unas 300 unidades funcionales de distintos metrajes. También las llaman despachos porque fueron construidas en una época que se hacían sin baños propios y había que compartirlos (en ese entonces la municipalidad porteña autorizaba a hacerlos).
Son 14 pisos, abajo hay locales comerciales y remata en dos cúpulas y una terraza que siguen disfrutando los familiares de los que encargaron esta obra emblemática.
Paz Bencich, nieta de Massimiliano, junto con su hermana Sol, se encargan de la administración de esta edificación ubicada en el barrio de San Nicolás, en la Comuna 1, como de otras que llevan el sello de esta familia de constructores.
“Siempre fue de despachos y oficinas que van desde 15 a 45 m2, pero como todas tienen puertas que se comunican entre sí, pueden unificarse y generar plantas grandes permitiendo que un inquilino puede ocupar los 900 m2 de cada piso”.
Una de las leyendas dice que el edificio tiene dos cúpulas que representarían a cada hermano Bencich. Los primeros propietarios tienen su origen europeo, precisamente en Trieste (hoy Italia) aunque cuando ellos nacieron esta localidad formaba parte del Imperio austrohúngaro.
“Siempre fue de despachos y oficinas que van desde 15 a 45 m2, pero como todas tienen puertas que se comunican entre sí, pueden unificarse y generar plantas grandes” (Paz Bencich)
“Otro orgullo es ver nuestro edificio en los buscadores cuando se necesita saber algo sobre Buenos Aires. Es algo que emociona y gratifica a la vez. Siempre en fotos aéreas no deja de sorprenderme que aparezcan las dos cúpulas como símbolos de la ciudad, y es un homenaje para mi abuelo y su hermano”, contó Paz.
Cómo es
Fiel con la arquitectura de la zona, el Edificio Bencich cuenta con balcones en el segundo y noveno piso y sus revestimientos exteriores están realizados con símil piedra parís. Es una de las obras arquitectónicas con valor patrimonial incluidas en el programa de restauración e iluminación de fachadas del Plan Microcentro, que busca revitalizar el área central metropolitana por el Gobierno porteño.
Conjuga elementos del clasicismo y el academicismo francés y respeta la reglamentación edilicia que establecía alturas y otros elementos que favorecían la composición de la avenida, continuando las líneas de balcones, cornisas y acabados.
“La puesta en valor del edificio, concluida en junio de 2015, incluyó una intervención morfológica y tectónica, a partir de la readecuación del basamento comercial y en la restauración de una de sus cúpulas. Se proyectó además la iluminación arquitectónica de la fachada que resalta los elementos característicos del edificio, con el fin de enfatizar la obra en su totalidad y brindarle un perfil renovado al espacio público”, informa el sitio Web del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En su interior, las ventanas son de hierro, los pisos y puertas son de madera de roble de Eslavonia, fue estructurado en ladrillos de base sólida (no los hueco) y es muy sólido.
Las oficinas, al margen de una multinacional que alquila todo el segundo nivel, está ocupada por abogados, contadores, arquitectos, entre otros profesionales. “A veces las alquilan artistas por la mística del edificio”, dijo Paz.
En este inmueble las oficinas se pueden alquilar en un rango que va entre USD 10 y USD 20 por metro cuadrado (las que tienen baño privado, valores actuales del mercado corporativo porteño que fue castigado desde que llegó el COVID-19. Y salen USD 11 por m2, los despachos.
Sobre si la pandemia golpeó al edificio, Paz sostuvo que no, porque muchos de los inquilinos eran clientes de hace tiempo. “Entendemos que somos como socios y fuimos considerados y adaptamos precios o planes de pago en su peor momento. Hoy está ocupado en un alto porcentaje, son pocas las oficinas que se encuentran desocupadas”.
Reformas
Entre 1999 y 2000, se cambiaron los 4 ascensores, y en 2019, los volvieron a reemplazar por cuatro máquinas de origen suizo, y no se cambiaron cabinas.
Paz Bencich, contó que muchas veces “hemos reemplazado los cables de todo el edificio y varias veces las cañerías o sistemas de agua. Son obras que no se ven, pero vitales para el buen funcionamiento del inmueble y sus ocupantes”.
En áreas comunes, los pisos son de venecitas italianas, piezas únicas hechas a mano, que han tenido que ser restauradas por especialistas del Viejo Mundo que saben como tratarlas. Los pasillos de comunicación de los pisos tienen parte de vidrio con refuerzos de alambres
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