El dólar libre profundizó la baja este jueves, para negociarse a $277 para la venta, con un retroceso de cinco pesos o 1,8% en el día. La divisa ofertada en el reducido mercado paralelo volvió a su valor más bajo desde el 15 de septiembre, tres semanas atrás.
El billete que se opera por fuera de las restricciones del “cepo” acumula un descenso de once pesos o 3,8% en la primera semana de octubre, cuando ya había perdido dos pesos a lo largo del mes de septiembre, en una tendencia declinante que se confirmó con la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía.
Desde su récord de $350 para la venta del pasado 22 de julio el billete anota una caída de 73 pesos o 20,9% en su precio de venta. ¿Qué motivos explican esta pax cambiaria en el corto plazo?
1) Desembolso del FMI. El retroceso del dólar libre, que es acompañado con una baja de los dólares financieros, tiene lugar un día antes de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) apruebe una nueva revisión del programa consensuado con el Gobierno argentino. El visto bueno del organismo habilita el giro de algo menos de USD 4.000 millones previstos en el cronograma de desembolsos del acuerdo, a través de DEG (Derechos Especiales de Giro) del organismo.
2) Éxito del “dólar soja”. Gracias a un tipo de cambio especial de $200, los exportadores del complejo sojero liquidaron más de USD 8.000 millones en septiembre. Se trató de una cifra récord histórico para un solo mes, que también posibilitó un récord de compras de parte del Banco Central, que acumuló un saldo neto a su favor de USD 4.973 millones por su intervención en el mercado de cambios en el noveno mes del año, cifra que duplicó las anteriores marcas máximas de diciembre de 2011 (USD 2.493 millones) y abril de 2014 (USD 2.446 millones).
3) Expectativa por más refuerzo para las reservas. La llegada de divisas a las arcas del BCRA siempre disipa las expectativas de devaluación y garantiza cierto flujo de liquidez que se transmite a todos los segmentos de la plaza cambiaria, como el del dólar paralelo y los negociados en la Bolsa (MEP y “contado con liquidación”).
En este sentido, el ministro Sergio Massa viajará a Washington la próxima semana para participar de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, y de la cumbre de ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales del G20.
“El viaje apunta a consolidar apoyos para seguir avanzando con la hoja de ruta para la estabilización de la economía doméstica, fortalecer las reservas del BCRA a través de más mercados para las exportaciones nacionales y promover más inversiones productivas en sectores estratégicos, como energía, gas, agroindustria, proteínas, servicios basados en el conocimiento y minería”, reseñaron los expertos de Research for Traders.
4) Altas tasas de interés. El reciente recorrido alcista para las tasas de interés impulsado por el Banco Central fue clave para desescalar la tensión cambiaria detonada por la sorpresiva renuncia de Martín Guzmán como ministro de Economía a principios de junio. Rendimientos en pesos que le sacan ventaja a la tasa de devaluación inclinan la balanza hacia las inversiones en pesos.
Después de nueve alzas de tasas aplicadas por el Central en 2022, la Tasa Efectiva Anual (TEA) para los plazos fijos quedó en el 107,35% (75% de tasa nominal)el pasado 15 de septiembre, en línea o por encima de los pronósticos de inflación de las consultoras privadas, un rendimiento que está muy por encima de lo que estuvo subiendo el dólar libre. Asimismo, ya se especula con que el BCRA podría determinar una suba de tasas adicional este mes luego de que se conozca el próximo 14 de octubre el dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC correspondiente a septiembre.
5) Absorción monetaria. Un indicador de relevancia para anticipar el movimiento del dólar libre es el de la cantidad de dinero en circulación -billetes y monedas en poder del público y depósitos a la vista- pues el mercado paralelo se nutre de dinero en efectivo por su propia naturaleza. La circulación monetaria se aceleró hacia la zona de $3,2 billones el 8 de julio pasado, con un dólar libre a $273 para la venta. El 3 de octubre -último dato disponible-, la circulación monetaria se encontraba en el mismo nivel, con un dólar que tocó un piso este jueves de 276 pesos.
Eso quiere decir que la fuerte emisión neta efectuada por el BCRA para comprar “dólar soja”, en torno a un billón de pesos, fue absorbida en su totalidad con Letras de Liquidez (Leliq), Notas del Banco Central (Nobac) y Pases pasivos, iniciativa que le puso un freno al avance del dólar libre.
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