El Banco Central de la República Argentina (BCRA) publicó el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del mes de septiembre, en el que se apuntó que las consultoras proyectan un índice inflacionario del 100,3% para este año, lo cual marcaría un alza de 5,3 puntos porcentuales respecto a lo previsto el mes anterior.
En ese marco, los analistas pusieron sobre la mesas sus proyecciones acerca de la magnitud de la inflación y de la suba de tipo de cambio para los próximos doce meses, plazo de gestión plena de la administración de Alberto Fernández antes de las cruciales elecciones presidenciales del 27 de octubre de 2023.
Ocurre que el consenso económico se anticipa a una continuidad del actual esquema de “ancla cambiaria” que se sostiene sin atenuantes, con un tipo de cambio que ajusta a una tasa mensual cada vez más alta (ahora en el 6,2%), pero siempre un peldaño debajo de la inflación, que también se viene acelerando en torno al 7% mensual.
Para los expertos que participaron del REM, la inflación para los próximos doce meses alcanzará el 95,2% en el promedio de respuestas, mientras que prevén un aumento del tipo de cambio oficial del 82,4%, a $268,69, desde los 147,32 del cierre de septiembre de este año.
“Lo que viene es muy desafiante. Sumando también expectativas para 2023 y 2024, en Argentina tendríamos tres años consecutivos con inflación de más de 60%, algo que no ocurría desde 1989-1991 y que indica un equilibrio demasiado frágil de sostener”, señaló GMA Capital en un informe.
Con una inflación proyectada en 95,2% para 2023 y en 72,2% para 2024, el consenso de consultoras se diferencia de las proyecciones oficiales, algo más optimistas, con una inflación promedio de 60% para el año que viene, según se establece en el proyecto de Ley de Presupuesto que presentó el ministro Sergio Massa la semana pasada en el Congreso.
“El BCRA mantiene la proyección oficial de inflación para el presente año de 95% y espera una desaceleración a 60% para el próximo año, como lo expresé durante la presentación en la Comisión de Diputados que analiza el proyecto de Presupuesto 2023 “, afirmó el titular de la entidad monetaria, Miguel Pesce.
Mantener una suba del dólar a un ritmo inferior al de la inflación parece ser una estrategia que el Gobierno defenderá por lo que resta del mandato. Si se tiene en cuenta la inflación acumulada desde enero de 2020 a septiembre de 2022, ésta alcanzó el 243,7% en 33 meses, mientras que en el mismo lapso el dólar mayorista subió casi 100 puntos porcentuales menos, un 146%, desde los $59,89 del 30 de diciembre de 2019 a los $147,32 al cierre de septiembre.
Este atraso evidente de la devaluación respecto de la inflación, solo posible en un esquema de control de capitales, queda registrado en las propias estadísticas del Banco Central, que a través de su Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) detectó una caída de 35 puntos en la competitividad cambiaria desde que asumió Alberto Fernández, ahora en su nivel más bajo en más de cinco años.
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