Alquilar sigue siendo un problema en todo el país y el conurbano no es la excepción. La regulación, la baja rentabilidad y los altos precios se agravan en el Gran Buenos Aires por una oferta mínima de viviendas que vuelve muy complejo encontrar un lugar donde vivir.
Un informe privado reveló que en la zona oeste-sur del Gran Buenos Aires (GBA) los valores interanuales subieron un 70,7% mientras que en la zona norte ascendieron al 62,9%, en ambos casos menos que la inflación acumulada que orilla el 77% en los últimos 12 meses. En la zona norte, tal como informó Infobae, alquilar un departamento de tres ambientes en Zona Norte del Gran Buenos Aires ya supera los $100 mil mensuales.
Desde el sector inmobiliario afirman que en la zona sur-oeste los precios se elevaron más porque la oferta es más reducida que en el otro corredor del conurbano bonaerense. En rastreos simples por los buscadores sólo se aprecian 22 departamentos dentro del partido de Esteban Echeverría y apenas 88 en Avellaneda, 134 en Lomas de Zamora, algo insólito para quien necesita alquilar un hogar para vivir. En la zona norte no varía mucho la situación: en San Martín se ofrecen 180 unidades, y en Tigre, cerca de 900 (de los cuales más de la mitad son en dólares y en los barrios privados ubicados en este partido).
“Se agudiza el problema para alquilar porque la escasez de propiedades creció en todos los puntos del país. Mucha gente debe resignar tamaños, mudarse hacia otras zonas y complica la vida familiar” (Bennazar)
Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), dijo a Infobae que “se agudiza el problema porque la escasez de propiedades creció en todos los puntos del país. Mucha gente debe resignar el tamaño de su vivienda, mudarse hacia otras zonas, incluso surgen complicaciones de estrés o psicológicas en las familias, porque es triste tener incluso que cambiar de colegios a los hijos porque no se consiguen viviendas cerca del lugar donde vivían desde hace un tiempo”.
Por otro lado, en Lomas de Zamora alquilar un departamento de dos ambientes cuesta cerca de $48.000, pero es difícil hallarlos. Los de 3 ambientes si están en edificios antiguos no bajan de $60.000 y si son nuevos o se estrenaron en los últimos 10 años, cuestan por encima de los $150.000 al mes.
Una martillera de la zona sur explicó a Infobae que “muchos propietarios deben poner una cifra de punto de partida alta para cubrirse de la inflación. De hecho, si bien hoy $60.000 o $70.000 parecen altos, hay que tener en cuenta que dentro de un año y al paso que asciende la inflación mensual no será tanto. Pero claro, el inquilino cuando en septiembre u octubre de 2023 deba recibir su ajuste por el Índice de Contratos de Locación (ICL) que regula el precio de los alquileres, puede sufrir mucho. A esos números que se pagan hoy habrá que aplicarles un 80% de aumento por la inflación acumulada y habrá que ver si los sueldos se recuperarán cuando sabemos que habitualmente no ocurre”.
Los empresarios inmobiliarios sostienen que es clave reformar la Ley de Alquileres porque desde que entró en vigencia los aumentos han sido muy elevados para los sueldos de los inquilinos.
“Creemos que la normativa debe modificarse cuanto antes. Estimamos que el Gobierno nacional está esperando los resultados del último Censo para saber bien hacia dónde ir en este aspecto, pero es vital reformular los puntos neurálgicos como el método de ajuste (que vuelva a ser semestral y no anual) y duración de los contratos (de 3 años que vuelvan a 2 años) para tratar de empujar la oferta”, añadió Bennazar.
Qué pasa en el Norte
En este corredor del GBA la situación es similar y las complicaciones también están presentes, según argumentan en las inmobiliarias. Por ejemplo en Vicente López, un tres ambientes con cochera en un edificio de 20 años de antigüedad, se paga unos $130.000 por mes. A veces dueños e inmobiliarias tratan de fijar un precio razonable y sobre todo si las expensas son altas o bajas del inmueble donde está la unidad. Si son muy caras, que superen los $20.000 mensuales, tratan de bajar el alquiler, y si la expensas orillan los $10.000 ahí ascienden el valor locativo.
Alejandro Altamirano, un experto del sector de la zona, sostuvo que “hay gente que sigue sin querer destinar sus inmuebles para alquilar. Muchos propietarios no quieren quedar atados a contratos de 3 años en un país con tanta inflación, y para los inquilinos es costoso acceder a una vivienda tanto por su valor como por los gastos que deben destinar para hacer un contrato nuevo”.
En Villa Ballester, por ejemplo, un departamento de dos ambientes no baja de $50.000 y uno de tres ambientes sale $80.000 mensuales.
El escenario de precios elevados en las renovaciones ha hecho que crezcan las prórrogas de contratos al margen de lo establecido por la ley que rige los alquileres. “Lamentablemente también creció la informalidad, hay propietarios que pactan acuerdos con inquilinos conocidos que se ajustan cada 6 meses, como era anteriormente a la ley vigente. Pero prefieren hacerlo hasta que no se aclare el panorama o se reforme la normativa. Todo es un problema tanto para los dueños como para los inquilinos”, concluyó Altamirano.
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