Así como “el dólar-soja” marcó septiembre, el equipo económico espera empalmarlo en octubre con una batería de medidas que ayuden a desbrozar el estrecho sendero por el que transita la política económica. De un lado, inflación alta y persistente, que no muestra signos de aflojar. Del otro, escasez de reservas, brecha cambiaria, expectativas de devaluación que no ceden y una presión que ya se manifestó en las primeras observaciones críticas de la vicepresidente Cristina Kirchner y en reclamos piqueteros y sindicales, a los que el acuerdo en el sector neumáticos dio nuevo impulso: los bancarios ya consiguieron un 94% y Pablo Moyano adelantó que en la paritaria de camioneros, cuya primera reunión será el martes, exigirá más de 100 por ciento.
Este lunes estará signado por el “dólar tecno”, el nombre con el que quedó identificado el fomento a las exportaciones del sector del software y servicios basados en el conocimiento. A las 18:30 horas en el CCK el ministro Sergio Massa y el secretario de la Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk, anunciarán medidas para que el sector aporte más dólares.
El martes, a su vez, Massa largará el “programa de Cuidado de Recursos”, un nuevo esquema de administración y control de importaciones. La principal novedad será dar certeza a los importadores autorizados por el “Sistema Integral de Monetario de Importaciones” (SIMIs) sobre la fecha en que el Banco Central les dará los dólares para pagar sus compras al exterior.
Las medidas para el sector tecno, más que al “dólar soja” se parecerán a las que el gobierno ya dispuso para el sector petrolero y evalúa para el minero. Exceptuarán a las empresas del sector del software y servicios basados en el conocimiento (que puede abarcar, por caso, creaciones artísticas y publicitarias) del requisito de liquidar en el mercado oficial de cambios hasta un 20% de las divisas que ingresen al menos USD 3 millones de inversión extranjera directa, para destinar a infraestructura, bienes de capital y capital de trabajo.
El beneficio para que exporten más será el acceso con libre disponibilidad a divisas por el 30% de las exportaciones incrementales sobre una base a precisar, pero destinadas a pagar al personal en relación de dependencia. Se busca evitar, dicen desde el Gobierno, que quienes trabajan en esos sectores se “fuguen” al exterior, aunque la fuga no implique traslado físico.
El beneficio para que exporten más será el acceso con libre disponibilidad a divisas por el 30% de las exportaciones incrementales sobre una base a precisar, pero destinadas a pagar al personal en relación de dependencia.
El tercer punto será readecuar el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento para permitir la transferencia por única vez del bono de crédito fiscal sobre las contribuciones patronales. Será un beneficio exclusivo para empresas inscriptas en el Régimen y cuyas exportaciones representen al menos 70% de su facturación anual. La medida buscará mejorar la operatividad del Régimen.
Monotributo Tech
Por ahora quedó en gateras el proyecto de Monotributo Tech para profesionales que facturan servicios basados en el conocimiento, al que Massa y Sujarchuk se habían referido a fines de agosto. Como todo proyecto tributario, deberá pasar por el Congreso, incluirá a quienes participen en competencias profesionales de e-sports y un nuevo esquema para el envío de facturas. Básicamente, se buscará que quienes facturen en dólares puedan cobrar en esa moneda y aumentar la recaudación por servicios no registrados, sin incurrir en costo fiscal. El beneficio para las y los profesionales es que no estarán obligados a liquidar las divisas y para el Estado evitar la informalidad y fomentar la registración, “de forma ágil y sencilla, con acceso a obra social”. La medida, anticipan, favorecerá a gamers y pequeños exportadores, autónomos o en pequeños grupos, e incluirá categorías de facturación, igual que en el monotributo “no tecno”.
En tanto, el programa de “Cuidado de Recursos” (léase, control de importaciones) tendrá medidas vinculadas a las licencias automáticas y el manejo de una cuenta única, “para que no haya un mal uso de los dólares de aquellos argentinos que generan valor y que terminan mal usando algunos que abusan de la fragilidad y agujeros normativos del estado argentino”, dijo Massa el viernes, luego de precisar los resultados del “dólar-soja”.
Mecanismo aceitado
Será “un mecanismo de administración del comercio exterior muy aceitado: aquel que importa y tiene una pyme o industria al momento de obtener la aprobación de su SIMI va a saber la fecha en que el BCRA pagará la obligación que asume quien está importando para generar trabajo y valor en la Argentina”, dijo Massa. Impedirá –citó en tono de denuncia- casos como la importación, vía cautelares, de “48.000 metros cuadrados de galpones de tela, USD 20 millones en toallas y neumáticos apilados en un depósito mientras la gente tiene que pagar sobreprecios de neumáticos”.
Se trata, dijo el ministro, de que no haya más “protección judicial para burlar el sistema de control del comercio exterior argentino”.
En otras palabras, cuidar los resultados del dólar soja. Ayer, el propio secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, reconoció que en lo que resta del año “se va a retraer de manera importante la liquidación de soja”. El funcionario afirmó que el aporte de divisas de la agroindustria seguirá “pero en mucha menor medida”.
La voz de orden ahora es “cuidar las reservas”.
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