Los plazos fijos ajustados por inflación crecieron hasta estabilizarse por debajo de los $400.000 millones para acumular un aumento del 135% en lo que va de este año. El boom en estas colocaciones fue de la mano de la aceleración de la inflación que, ya desde el primer trimestre, sorprendió con datos mensuales muy por encima de las estimaciones privadas y volvió a la cobertura contra el avance de los precios una alternativa cada vez más deseable frente a la incertidumbre.
Con pico en agosto, el crecimiento de los plazos fijos UVA -el índice creado para ajustar préstamos hipotecarios- se estancó luego de que el Banco Central protagonizara un fuerte ciclo de suba de tasas en un muy corto plazo, lo que volvió más atractivo al plazo fijo tradicional a 30 días con su rendimiento del 75% nominal anual y del 107,50% efectivo anual.
Los plazos fijos UVA tienen un plazo mínimo de 90 días para pagar el ajuste por inflación. Se trata del principal defecto del instrumento a ojos de ahorristas acostumbrados a al mes de duración del plazo fijo tradicional. Sin embargo, luego de meses en los que las expectativas de inflación quedaran sistemáticamente por debajo de los registros que finalmente se verificaron, existen todavía argumentos para elegir al plazo fijo UVA por sobre el tradicional o como complemento.
No hay un sólo tipo de plazo fijo UVA. Están los precancelables, que por regulación del Banco Central pagan inflación más 1% a personas físicas y, en caso de que el ahorrista decida retirar su depósito antes de cumplir los 90 días -algo que conviene evitar-, pagan una tasa del 71% anual en lugar del ajuste por inflación. Por otro lado, los plazos fijos UVA a secas que pagan una tasa del 0,25% anual y que no se pueden cancelar antes del plazo pactado. No tiene ningún sentido optar por estos últimos (menos tasa, menos flexibilidad).
Cómo es la estrategia
Tomando a los primeros, el analista financiero Salvador Di Stéfano sugirió meses atrás un método para aprovechar la herramienta al máximo de una manera amigable para el ahorrista minorista y que reduzca el problema del plazo demasiado largo.
A modo de ejemplo, partió de una una inversión de $ 300.000 y detalló los siguientes pasos.
1) Constituir un plazo fijo UVA pre cancelable a 90 días de $100.000
2) Constituir otro plazo fijo UVA a 120 días $100.000
3) Por último, constituir un tercer plazo fijo UVA a 150 días $100.000
“Es cierto que durante los primeros 89 días no tenemos ningún vencimiento pero, a partir del día 90, comienza a vencer el primer plazo fijo, el cual, nuevamente, renovaremos a 90 días”, explicó en su Web personal.
“Al día 120 vence el segundo plazo fijo, el cual también renovaremos a 90 días”, detalló y agregó: “Por último, al día 150, vence el tercer plazo fijo que renovaremos a 90 días”.
“De esta forma armamos una calesita, cada 30 días nos vence un plazo fijo ajustado por inflación, con la inflación acumulada del período pactado. Este nos dará una tasa más alta a la inflación, si es que capitalizamos intereses”, dijo. Capitalizar intereses, en la jerga, es volver a invertir tanto el capital inicial -en este caso los $100.000 de cada depósito- como los intereses que se van ganando en cada vencimiento.
¿Cuánto rinde?
Si se actualiza los cálculos de Di Stéfano a los valores de mercado de hoy, con una tasa de inflación esperada para los próximos 12 meses del 100,30% según las previsiones del top-10 de mejores pronosticadores d el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, esto implicaría una tasa de inflación trimestral del 25,07%. Calculando los intereses, en un año se obtendría un rendimiento de más del 128 por ciento.
Para el asesor financiero, lo interesante de la “calesita” es que el ahorrista tendrá vencimientos cada 30 días, luego de que el primer plazo de 90 días se cumpla. En la primera etapa, percibirá intereses equivalentes a la inflación acumulada de 90 días, 120 días y 150 días y, a partir del cuarto mes, intereses equivalentes a la inflación de 90 días. Y a todo esto hay que sumarle el 1% de tasa que el Banco Central obliga a ofrecer a los bancos.
Algo a tener en cuenta es que los bancos no promocionan para nada los plazos fijos UVA. Si bien están obligados a ofrecerlos, y a ponerlos disponibles a la par del plazo fijo tradicional en sus home bankings, no son depósitos convenientes para las entidades: no hay a quien prestarle esa plata a ajuste UVA, nadie toma ese crédito en el contexto inflacionario actual. Sólo los ofrecen a personas físicas, no a empresas, por normativa del Banco Central.
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