El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que la pobreza llegó al 36,5% y alcanzó a 17,3 millones de argentinos durante el primer semestre de 2022. En cuanto a la indigencia, el nivel fue del 8,8% en los primeros seis meses del año. Esos dramáicos datos no serán los peores, según Agustín Salvia, Investigador Jefe y Coordinador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA).
“Las tendencias marcan un índice aún mayor de la pobreza para el tercer y cuarto trimestre del año”, dijo Salvia. El sociólogo aseguró que la situación económica del país hará que los números que compartió ayer el Indec serán aún mayores para lo que queda del 2022. “También aumentará la cantidad de indigentes ya que son los más desprotegidos laboralmente y sin redes de contención”, agregó el experto.
En cuanto a las razones de que la pobreza haya disminuido al 36,5%, Salvia dijo que era “predecible”, debido a que hay “más gente vinculada a actividades laborales o a ingresos no laborales asociados a los planes sociales” que durante la recesión que implicó la pandemia.
Cabe recordar que en segundo semestre de 2021 el 37,2 por ciento de la población -unas 17,4 millones de personas- era considerada pobre en la Argentina y el 8,2 por ciento vivía en condiciones de indigencia. Entonces los indicadores sociales principales mostraron una sensible mejora respecto al 42 por ciento de pobreza que marcó el 2020. En tanto, en el primer semestre del 2021, la pobreza ascendió al 40,6 por ciento y la indigencia al 10,7 por ciento.
“Después de la primavera electoral y del verano post electoral, donde hubo más obra pública, más trabajo, más comercio, etcétera, la economía muestra una recesión con más informalidad laboral que se agravará durante el tercero y cuarto trimestre de este año”, indicó Salvia.
En cuanto a las políticas que podría aplicar el Gobierno para ayudar a los sectores carenciados, el especialista dijo que “a esta altura” no queda otra más que “medidas compensatorias” como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) u otras.
Por otra parte, cree que sería acertado aplicar una política “muy radicalizada o agresiva para estimular la creación de empleo formal en las pequeñas y medianas empresas”.
“Contrataciones laborales que faciliten estos procesos, que una pyme tome trabajadores con relativa regularidad y no que sigan proliferando las contrataciones informales”, opina Salvia que sería una buena medida a aplicar de aquí al futuro.
“Buena parte de los trabajos son precarios, el país necesita que las pequeñas y medianas empresas contraten gente con más formalidad que, si no lo hacen, es porque no hay incentivos para hacerlo”, afirmó.
Finalizando la conversación, Salvia comentó que la única forma de que la pobreza y la indigencia bajen en el futuro es a través del descenso de la inflación.
“Para volver a niveles de entre 25 y 30 por ciento de pobreza, es necesario que la inflación disminuya al menos a la mitad. Pero eso significa sí o sí, estabilizar la economía argentina”, concluyó.
Vale la pena recordar que a principios de este mes, el Indec informó que la inflación interanual rondó el 75%, mientras que las estimaciones del sector privado indican que cuando finalice el año, las subas de precios se ubicarán al rededor del 100 por ciento.
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