El Indice de Salarios se incrementó un 5,5% en julio, lo que representó un aumento sensiblemente por debajo del 7,4% que creció la inflación en el mismo mes. En la medición interanual, los salarios crecieron un 68,7% frente a julio de 2021, mientras que en ese lapso el Indice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 71 por ciento.
El índice que publica el Indec está integrado por tres componentes, salarios privados registrados, públicos y privados no registrados. En los tres casos, perdieron frente a la inflación. En el primer caso subieron un 5,4%, los sueldos del Estado subieron un 7,3% y los trabajadores en negro fueron claramente los más perjudicados: sus remuneraciones crecieron solamente el 3% frente al 7,4% de inflación.
La medición de julio pasado frente al mismo mes de 2021 también deja más desfavorecido a los trabajadores sin registrar, ya que sus salarios aumentaron 58,9 por ciento. En igual período, hubo un aumento del 68,7% en el sector privado registrado y del 74,7% en el sector público. Solamente este último sector consiguió vencer a la inflación.
En los primeros 7 meses del año, la inflación acumulada llegó al 46,2%, una variación que también superó a la de los salarios en los tres casos mencionados. Las remuneraciones crecieron en ese periodo por debajo de los precios en el sector privado registrado (43,3%), estatal (45,1%) y no registrado (31,7%).
En el período enero-julio, el Indice de Salarios aumentó un 41,8 por ciento. Cabe destacar que para construir ese índice, el Indec establece una ponderación de un 50% para los sueldos del sector privado registrado, un 30% del sector público y un 20% del privado no registrado.
El impacto de la inflación sobre los salarios y la pérdida que supone su efecto, ya había sido explicitada por otro indicador oficial de julio, el índice Ripte elaborado y publicado por el ministerio de Trabajo. Según ese dato, en julio los salarios alcanzados por ese sondeo variaron 5,3%, por lo que perdieron más de dos puntos porcentuales en relación con el 7,4% de la suba de precios.
El Ripte (Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables) tiene un alcance más limitado que el Indice de Salarios que mide mensualmente el Indec. Se trata de la remuneración promedio -sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA)- que cobran los trabajadores en relación de dependencia y que, además, han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.
El número mensual que publica el Ripte no solo es indicador de la tendencia salarial sino que tiene aplicaciones prácticas para la política pública. En ese sentido, por ejemplo, las variaciones ese índice forman parte de la fórmula para establecer cómo será cada trimestre la movilidad jubilatoria -que impacta en haberes y en la Asignación Universal por Hijo- y en el cálculo de las indemnizaciones por accidentes de trabajo.
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