Para los emprendedores gastronómicos de todo el continente, Miami se ha transformado en una meca en la que más allá de las playas y el clima muchos encuentran niveles de garantía de inversión muy estables a la hora de obtener rentabilidad y bajos impuestos comparados con otras ciudades de Estados Unidos.
“Muchos aspiran a protagonizar una reedición gourmet del american dream, aun con los retos que vienen con la oportunidad de instalarse en esta gran ciudad. Pese a las inmejorables condiciones que se les ofrece a los emprendedores, es importante tener bien claro los pasos necesarios para iniciar un emprendimiento, sea este un negocio nuevo o bien de una marca ya existente y probada en otros lugares”, explicó Matías Pagano, director del proyecto KAO, empresa dedicada a desarrollar y expandir proyectos gastronómicos propios y de terceros a nivel internacional.
Según datos del mercado consolidados a fines de 2021, en la ciudad de Miami funcionan no menos de 150 locales gastronómicos fundados por argentinos que iniciaron su actividad en forma reciente. ¿Qué debe saber quién quiere arrancar un restaurant, una heladería, una cafetería o alguna otra explotación gastronómica? Pagano apunta 5 elementos para tener en cuenta:
1. Tener dinero disponible antes de salir a buscar un local. El primer paso de un emprendimiento es alquilar o comprar un local y, según Pagano, en la Florida ese trámite es “dinámico y delicado”. Ese estado recibe una constante invasión de inversores que vienen de todas partes, atraídos por políticas impositivas más favorables y por el empujón que le dio a la Ciudad la ágil reapertura tras la pandemia. “La demanda es tan alta que las ofertas duran un suspiro. Las propiedades se venden, no sólo rápidamente, sino a un precio mayor a la de la publicación inicial”, describe el desarrollador gastronómico, un emprendedor que emigró a Miami seis años atrás para expandir la cadena Sushi Club.
Agregó que las oportunidades para encontrar la propiedad ideal son tan efímeras que obligan al inversor a no demorarse. Antes de salir a alquilar o comprar un local, hay que cerrar la parte administrativa y legal “que es conveniente planificar con tiempo, porque si no la transferencia del dinero desde la Argentina puede tardar varios meses y ninguna oferta en Miami dura ese tiempo”. Recordó que es necesario abrir una sociedad y tener fondos en una cuenta para que esté el dinero disponible en el momento que aparezca un local y poder pagar una seña.
2. Tener en cuenta la “letra chica” para gestionar la Visa de inversor. La obtención de la Visa E2 para inversores obliga a prestar atención a varios detalles. “Si los fondos que tengo en la Argentina me los transfiero a la cuenta de la empresa que armé en Miami, puede parecer lo más lógico, pero automáticamente mi solicitud va a ser rechazada. El circuito correcto es hacerlo de la cuenta del país de origen a la cuenta personal en Miami y recién desde ahí a la cuenta de la empresa. Simplemente porque la Visa es para personas, no para una empresa”, apuntó Pagano.
“La persona que va a ser la cabeza de esa Visa debe tener al menos el 50% de las acciones de la empresa. Y hace falta demostrar que un aporte entre USD 200.000 y USD 300.000 para crear puestos de trabajo en Estados Unidos. Las Visas de inversor que salen más rápido son las que dan mano de obra y la gastronomía es ideal en ese sentido”, señaló.
Mientras el negocio permanezca abierto la visa E2 puede renovarse indefinidamente, por lo que es una excelente vía para aquellos que quieren dar su primer paso en los Estados Unidos y encaminarse hacia la obtención de la green card o residencia permanente.
3. Tener un socio local o solo alguien de confianza que resida en Miami. “Este mercado lo tiene todo y está lleno de oportunidades. Realmente hay que creer en la decisión, ir para adelante empujando sin parar, y para hacer esto de manera eficiente hay que estar bien asesorado”, señaló Pagano. Y aclara que la apertura de un emprendimiento en Miami no exige la sociedad, en ningún porcentaje, con un inversor local, tal como ocurre en algunos países latinos.
Según Pagano, suele haber una confusión en relación a este tema: “La única dificultad es el número de identificación impositivo, el ‘Social Security Number’, que muchas veces se pide para poder facturar. En general, no te los dan si no tenés ese número y solo en ese caso sí se necesita un socio local, pero no porque sea estadounidense sino porque tiene dicho número, que no te lo otorgan hasta tener la Visa de inversor. El Social Security Number es clave, además, para obtener permisos como la licencia de alcohol o para tramitar los permisos finales de una obra”.
El emprendedor que aún no se radicó en la Florida debe tomar su primera gran decisión: ¿mudarse o desarrollar su emprendimiento a distancia? La figura del socio local, aunque sea con un 1%, si bien no es una exigencia legal puede ser una vía para facilitar las cosas. “La intervención en el negocio está atada a una cuestión de cercanía, de confianza. Hacer la inversión desde la Argentina es posible pero hace falta tener una persona que te acompañe en Estados Unidos”.
4. Considerar la radicación de la familia a la hora de emprender. Para emprender en el exterior hace falta “pensar en varios planos a la vez”, dice el experto, y no todos ellos son comerciales o económicos. “Cuando el plan involucra a la familia, a los aspectos técnicos y organizativos del emprendimiento debe sumarse la dimensión material y emocional de la movida, para que la transición sea lo más fácil posible. Es necesario, en este contexto, hacer una buena proyección de ingresos y gastos, y buscar a quien haga posible este paso adelante”, concluyó Pagano, quien hace 6 años recaló en Miami con su familia para iniciar su compañía.
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