La Reserva Federal de EEUU elevó este miércoles su tasa de interés objetivo en tres cuartos de punto porcentual, a un rango de 3,00%-3,25%, y las nuevas proyecciones indican que los costos de endeudamiento avanzarán hasta 4,40% para fines del año antes de alcanzar eventualmente un máximo de 4,60% en 2023.
El endurecimiento monetario en los EEUU trajo aparejado un nuevo trance bajista para las acciones y los bonos, que trascendió las fronteras. Los principales indicadores de las bolsas de Nueva York restaron este jueves entre 0,4% y 1,4%, tendencia que se extendió a los ADR y acciones argentinos operados en dólares en esos mercados.
Las bajas para los títulos privados argentinos fueron encabezadas por Globant (-8,5%), Despegar (-7,3%) y Mercado Libre (-4,2%).
Las proyecciones trimestrales del banco central de los EEUU calculan una desaceleración del crecimiento del PIB a 0,2% este año para recuperarse a una expansión de 1,2% en 2023, bien por debajo del potencial de producción.
Además, la entidad espera que la tasa de desempleo suba a 3,8% este año y se ubique en 4,4% en 2023. La inflación, por otro lado, regresará lentamente al objetivo de 2% de la Fed en 2025. No se prevén recortes de tasas de interés hasta el 2024.
Los bonos en dólares de la Argentina retrocedieron un 2% en promedio, según la referencia de los Globales del canje, con ley extranjera, mientras que el riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus pares emergentes, escalaba37 unidades para la Argentina, a 2.434 puntos básicos a las 17:05 horas.
En la Bolsa porteña, el índice líder S&P Merval avanzó un 1,7% en pesos, a 149.480 puntos, gracias a las compras encabezadas sobre los papeles energéticos, aunque hay que advertir que esta suba se transforma en baja si se la mide en dólares “contado con liquidación”.
El presidente Alberto Fernández declaró este miércoles en el cierre de su gira por Estados Unidos que en los próximos días enviará al Congreso un proyecto de ley para promover inversiones en el sector energético, que el país necesita para revertir un severo déficit.
Los negocios financieros siguen atentos a los desafíos de la compleja economía doméstica, comandada desde hace poco tiempo por el ministro del área Sergio Massa, en momentos que los países emergentes sufren por el alza en tasas de la Reserva Federal y de otros bancos centrales.
“Estamos inmersos en una inercia inflacionaria difícil de romper (...) El dólar oficial ya no se puede quedar retrasado contra la inflación”, sostuvo el economista Federico Furiase. Ante la expectativa de devaluación, “se necesitaría un programa de estabilización (...) difícil en el contexto social que vivimos”.
A la galopante inflación y las presiones cambiarias, se suma un elevado déficit fiscal y tensiones políticas internas, que opacan el futuro inversor en activos de la economía argentina.
Las cámaras exportadoras de agro más importantes de argentina comunicaron que desde el 1 al 21 de septiembre se liquidaron unos 5.130 millones de dólares, un récord producto del reconocimiento de 200 pesos para quienes vendan su soja hasta fin de mes.
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