La Reserva Federal de EEUU subió la tasa de interés: cómo va a afectar a la economía argentina

Para combatir la elevada inflación, el banco central estadounidense elevó en 75 puntos básicos su tasa de referencia, a un rango de 3%-3,25% anual. Su impacto global

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Un operador trabaja en el
Un operador trabaja en el recinto de la Bolsa de Valores de Nueva York en Manhattan.

Este miércoles se produjo un esperado aumento de tasas de interés de la Reserva Federal de los EEUU, con los inversores atentos a las pistas dadas por el banco central norteamericano sobre la duración y la profundidad del endurecimiento de la política monetaria para controlar las crecientes presiones sobre los precios.

La Fed elevó su tasa de interés referencial en 75 puntos básicos por tercera vez, a un rango del 3%-3,25%, al final de su reunión de dos días, que fue seguida por una conferencia de prensa de su presidente, Jerome Powell.

1) Escenario recesivo. Un incremento de las tasas de interés en los EEUU acortaría los plazos para que la economía norteamericana desacelere fuerte e, incluso, caiga en recesión. Una menor actividad económica en los EEUU, con contagio global, disminuirá la demanda de bienes y servicios a la que los países emergentes como la Argentina no podrán escapar.

Ruben Ullúa, analista técnico de mercados financieros, comentó que “una nueva subida de tasas de la Fed estaba bastante descontada, por eso mismo es más importante no solo la magnitud de la suba sino obviamente lo que se dice post la decisión y, a partir de allí, surgen escenarios técnicos a moniotrear”.

Ullúa agregó que “al mercado se lo ve muy escéptico. Si se leen los diferentes análisis van a ver claramente se han descontado muchas cosas, entre ellas que la Fed va a mantener una posición dura hacia adelante, que va a generar un escenario recesivo hacia la economía. Estamos viendo unas señales en Europa en este sentido y de alguna forma esto se va a ir agudizando”.

El dólar alcanzó su precio
El dólar alcanzó su precio más alto en 20 años frente a una canasta de las principales monedas.

“¿Qué es lo que esta ‘priceado’ (trasladado a precios) en los próximos seis meses para la tasa de referencia?”, se preguntó Germán Fermo, Head of Strategy del Grupo IEB (Invertir en Bolsa). " Hoy el mercado la espera en 4,50% como máximo -desde el 2,50-, por lo tanto en los próximos seis meses van a implicar una suba de 200 basis respecto de lo que hoy tiene priceado el mercado, llegaríamos entre marzo y junio de 2023 a ese nivel y a partir de ahí, la Fed pausaría y empezaría a bajar la tasa de referencia”. Y añadió que “un 4,5% no parece mucho, pero relativo al cero que teníamos un año atrás es importante”.

2) Debilidad de las cotizaciones bursátiles. El endurecimiento monetario tendrá un impacto doble desde el punto de vista financiero. Por una parte, podría presionar a una caída de los precios de las acciones, que en Wall Street vienen de tocar mínimos recientes en el mes de junio. Será “llovido sobre mojado”, pues en 2022 en balance da un negativo 19% para el S&P 500, un -26% para el tecnológico Nasdaq, y -15% para el Dow Jones de Industriales.

Un segundo impacto vendría de la mano de una mayor aversión al riesgo inversor. Rendimientos más altos en los EEUU sirven como “aspiradora” de fondos del mundo para ser invertidos en los EEUU, lo que empuja a la baja de las acciones y los bonos emergentes. A los activos argentinos los toma en un período de recuperación, con un S&P Merval que sostiene una ganancia en dólares del 16% en 2022, con una economía sumida en su propia crisis.

3) Riesgo país infranqueable. Para los bonos argentinos el escenario es más delicado. Los bonos Globales del canje ser recuperaron un 12% desde el piso de precios exhibido en la tercera semana de julio, pero todavía están un 50% por debajo de las cotizaciones registradas cuando salieron al mercado dos años atrás.

“Vemos cómo se ha invertido la curva de la deuda de los EEUU, con una fuerte subida de la tasa de dos años, que ya ha llegado a niveles del 4%. Todo eso genera un estado de mucho nerviosismo y se va descontando que la Bolsa debería pasar factura a todo este escenario y las acciones podrían llegar a estar más baratas en las próximas semanas”, manifestó Ullúa.

Una suba de tasas para los bonos del Tesoro de los EEUU los volverá más atractivos, un movimiento que dejará aún más marginada a la deuda emergente. En ese caso, será muy difícil para la Argentina reducir su riesgo país de 2.400 puntos, una sobretasa que deja al Gobierno sin acceso al crédito internacional.

4) Un dólar más fuerte. La suba de tasas de la Fed estuvo anticipada en el comportamiento de las monedas, que se devaluaron frente al dólar norteamericano. El euro se mantiene por debajo del nivel de “uno a uno” respecto del billete verde. Y para las monedas emergentes esto fue más elocuente. Desde junio último al presente el dólar en Brasil subió un 11%, desde los 4,65 a los 5,18 reales. En China, el dólar subió desde abril pasado -cuando se evidenció el inicio de un proceso devaluatorio- también un 11%, de 6,37 a 7,05 yuanes, un máximo desde junio de 2020.

Ante la quinta suba de tasas de la Fed en lo que va del año, los analistas de Portfolio Personal Inversiones señalaron que “el dólar DXY Index se mantiene firme con un nuevo aumento de +0,5% temprano esta mañana hasta tocar los 110,80 puntos, su nivel más alto en los últimos 20 años”.

Para el vulnerable peso argentino, este proceso de fortalecimiento global del dólar, que arrastra a las divisas de los principales socios comerciales del país, ejercerá mayor presión para una devaluación más amplia del tipo de cambio oficial.

5) ¿Y las materias primas? La suba de tasas de la Fed debería contribuir a una caída de los precios de las materias primas o commodities que cotizan en dólares en los mercados internacionales. La continuidad de la guerra entre Rusia y Ucrania neutralizó en los últimos ocho meses este movimiento esperado. Para la Argentina el mayor riesgo podría llegar del lado de una caída de precios de sus principales productos de exportación: la soja en grano, los derivados de harinas, aceites y residuos de soja, el trigo y el maíz, aun en niveles cercanos a sus máximos históricos. En tanto, el elevado déficit energético de la Argentina, del orden de los USD 7.000 millones este año, requiere de un descenso de los precios internacionales del gas natural licuado.

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