El equipo económico evalúa con mucha paciencia las diferentes alternativas para restringir eventualmente el dólar turista, sin convencerse demasiado de tomar alguna decisión al respecto. “Es un tema para ver” indicó el ministro Sergio Massa a sus colaboradores en las últimas horas, luego de recibir el reclamo desde sectores industriales.
El ministro espera que en el último trimestre del año la batalla para acumular reservas sea más sencilla que hasta ahora, por una menor demanda estacional de divisas, más ingreso de fondos por parte de los bancos multilaterales y una mayor liquidación por parte del campo en otros cultivos por fuera de la soja, que este mes aportará los USD 5000 millones comprometidos al Banco Central.
Por esta razón, afirman que se podrá cumplir con la meta de reservas comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de fines de septiembre por USD 4100 millones. El próximo objetivo, de USD 5800 millones, dependerá también de que el ministro pueda cambiar el oneroso acuerdo con el Club de París que negoció Axel Kicillof en el gobierno de Cristina Kirchner.
El titular del Palacio de Hacienda no quiere precipitarse y tomar una decisión que pueda generar efectos colaterales sobre el resto del mercado cambiario, luego de haber domado, al menos en el corto plazo, la suba de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos.
Como rumores sobran, en el Palacio de Hacienda brindaron a Infobae su diagnóstico sobre la situación hasta el mediodía del miércoles, dado que será el ministro quien tome la decisión final y tratará de que, esta vez, no haya un mal entendido con la conducción del Banco Central que dirige Miguel Pesce, luego lo que ocurrió con las restricciones al dólar para el agro.
-Suba de la percepción de Ganancias del 45 al 52 por ciento: en el equipo de Massa creen que no reduciría la demanda de dólares para el turismo y tampoco sería una solución a nivel fiscal, ya que se trata de un adelanto que luego debe ser devuelto por el fisco, aunque por la alta inflación hay una ganancia transitoria para el Tesoro.
-Permitir que todas las operaciones vayan por el MEP: admiten que complicaría demasiado a importantes segmentos de la clase media que mantienen subsidios para el pago de las tarifas de los servicios público. Las operaciones del MEP se realizan mediante la compra en pesos de un bono soberano y su reventa a cambio de dólares. Varios bancos ya ofrecen la posibilidad de comprar o vender a este tipo de cambio paralelo a sus clientes, sin forzarlos a comprar y vender bonos soberanos ellos mismos.
El mecanismo, sin embargo, no dejaría de presentar algunas dificultades. Por un lado, porque, por las regulaciones actuales, el proceso toma 24 horas. Por el otro porque habría que generar un sistema específico para que las tarjetas de crédito y los bancos puedan utilizar ese tipo de cambio al cobrar los resúmenes de las tarjetas o, por ejemplo, al pagar con tarjeta de débito en el exterior.
-Aumento del impuesto PAIS: sería una fuente adicional de recursos para el fisco pero resulta imposible pasar una suba de impuestos, un concepto que tampoco convence al ministro, en el actual contexto de paridad de fuerzas en el Congreso Nacional.
-Cupo para el gasto con tarjetas: rumor que circula en parte del mercado y que se aplicó en el gobierno de Cristina Kirchner pero que, según funcionarios consultados, “suena delirante” en la actualidad.
La salida de dólares por el rubro turismo superó los USD 4000 millones este año frente a USD 1100 en el mismo período del 2021, cuando todavía había restricciones por la pandemia y la larga cuarentena que impuso el Gobierno.
Las cifras oficiales marcan, según el relevamiento de ECO GO, que el último mes se efectuaron pagos con tarjeta por viajes y otros pagos al exterior por USD794 millones, frente a USD 209 millones registrados hace un año.
En definitiva, aparecen demasiados efectos colaterales para las opciones que están sobre la mesa del quinto piso del Palacio de Hacienda, que recibió pedidos muy claros por parte de los industriales para que les aseguren el pago de importaciones en un contexto de cepo y de escasas reservas del BCRA.
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