Se aceleraron las variables nominales y la inflación mantuvo en agosto el preocupante piso del 7 por ciento. Con ese telón de fondo, los indicadores financieros tuvieron una semana de mucho movimiento y el Banco Central aplicó otra drástica alza de las tasas de interés, que, a la vez, es complementaria con la compra de dólares de la soja, que incrementaron las reservas pero viene con costos asociados por la voluminosa emisión monetaria.
Las liquidaciones del agro a través del esquema de dólar soja siguieron a pleno y aportaron al mercado de cambios unos USD 1.887,1 millones en el acumulado de las cinco ruedas operativas. De ese total, el Banco Central se quedó con USD 1.122 millones y revendió el resto a importadores, al tipo de cambio oficial.
En las últimas nueve sesiones operativas las liquidaciones, con la vigencia del esquema de dólar soja a $200, alcanzaron los USD 3.554,3 millones, más de la mitad de lo previsto por el Gobierno para el transcurso del mes, unos 5.000 millones de dólares. Desde la llegada del tipo de cambio preferencial la semana pasada, el BCRA quedó con un saldo positivo en dicho período de 2.157 millones de dólares.
En el plano estrictamente cambiario, el dólar libre subió tres pesos, a $277, por cuanto conserva un balance negativo de 13 pesos o 4,5% en septiembre.
El dólar mayorista avanzó a $143,52, con una brecha cambiaria de 93% respecto del dólar libre. “En la semana que acaba de finalizar el tipo de cambio mayorista subió $2,14 (+1,5%), algo por debajo de los $2,35 de aumento registrado en la semana anterior”, precisó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
La emisión monetaria neta de unos $514.000 millones (12% de la Base Monetaria) por la compra de divisas en la plaza mayorista impulsó con fuerza a los dólares negociados en los segmentos bursátiles, que subieron unos 20 pesos o 7% semanal, con un “contado con liquidación” que el viernes estuvo operado por encima de los 300 pesos.
Al cierre de los negocios en ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), el “contado con liquidación” a través del Global 30 (GD30C) concluyó la semana a $301,15, mientras que el dólar MEP con el Bonar 30 (AL30D) cerró a $293,38, en ambos casos, en máximos para septiembre.
Detrás del recalentamiento de la demanda de los dólares bursátiles se conjugan varios factores alcistas. Por una parte, una inflación más alta que lo previsto para agosto, en el 7% para el IPC del INDEC, y del 8,2% en los precios mayoristas, revitalizó la dolarización. Por otra parte una monumental emisión monetaria para que el Banco Central compre “dólar soja” llevó a que parte de esa liquidez volcada al mercado buscara dolarizarse a través de los canales alternativos.
Martin Vauthier, economista de la Consultora Anker Latinoamérica, afirmó que “mientras el BCRA pueda acumular reservas, esta administración del corto plazo se puede sostener y el riesgo de una espiralización inflacionaria es más limitado, más allá de que se mantenga en niveles elevados como los que estamos viendo”.
En esa línea, el jueves Directorio del Banco Central dispuso elevar en 550 puntos básicos la tasa de política monetaria. De esta forma, la tasa de interés nominal anual de las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días pasó de 69,5 a 75 por ciento, lo que implica una tasa efectiva anual -por el interés compuesto de renovar capital e intereses mes a mes, del 107,4 por ciento. Fue la novena suba que la autoridad monetaria fija para su tasa de referencia en lo que va de 2022, tras haberla mantenido sin cambios en el 38% un largo período entre 2020 y 2021.
Ante este aumento, el BCRA decidió también un alza en la tasa mínima que pagan los plazos fijos para las personas físicas. A partir de ahora, los depósitos a 30 días realizados por personas físicas pagarán una tasa del 75% anual, siempre que no superen los $10 millones. Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada será del 66,5 por ciento.
Pérdidas para acciones y bonos
Los bonos en dólares perdieron un 2,5% en el promedio semanal, según la referencia de los Globales del canje -con ley extranjera-, mientras que el riesgo país de JP Morgan subió unos 60 puntos básicos, a la zona de los 2.383 enteros para Argentina.
En tanto, el panel líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ganó un 0,7% en pesos, para finalizar en los 145.741 puntos, no lejos de su récord en pesos de 148.452 unidades alcanzado por la mañana del jueves. Sin embargo, el panel de acciones líderes retrocedió un contundente 6% semana cuando se lo mide en dólares “contado con liqui” implícitos en los precios de los ADR argentinos negociados en Nueva York.
En este aspecto, incidió de manera negativa que los mercados internacionales siguieron en vilo por la persistente inflación global, así como por la subida de los tipos de interés que se está aplicando para combatirla, lo que ralentizará la economía.
El índice de referencia S&P 500 de Wall Street cayó el viernes por debajo de la marca de 3.900 puntos, un nivel que los operadores consideran un soporte clave, arrastrado por el desplome del 23,4% de las acciones de FedEx Corp.
El S&P 500 está ahora sólo un 5,8% por encima de su mínimo de cierre de mediados de junio, ya que el repunte de Wall Street durante el verano boreal está perdiendo fuelle por el temor a una fuerte subida de las tasas de interés en Estados Unidos y al deterioro del crecimiento de las utilidades.
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