El Gobierno presentará este jueves el proyecto de Presupuesto 2023 ante el Congreso que incluirá una estimación de crecimiento de la economía de 2% del PBI, una reducción de la inflación hasta el 60% anual y un fuerte recorte en la cantidad de importaciones de energía, que este año impactaron en el nivel de reservas en el Banco Central.
Según pudo saber Infobae de fuentes confiables, que definieron al proyecto como “realista”, el Ministerio de Economía lo enviará en las próximas horas al parlamento para su debate en comisiones de Diputados. Además de una inflación más baja que este año y un crecimiento moderado de la actividad, la iniciativa incluirá una poda de subsidios a la energía equivalente al 0,5% del Producto por la aplicación del esquema de tarifas segmentadas con topes de consumo.
Por otra parte, se reducirá a la mitad el uso de divisas para las importaciones de energía por la incidencia del gasoducto Néstor Kirchner, que con un nivel mayor de producción de gas en Vaca Muerta ahorrará parte del insumo que necesitará el país durante los meses de alta demanda energética.
El Presupuesto 2023 incluirá una estimación de crecimiento de la economía de 2% del PBI, una reducción de la inflación hasta el 60% anual y un fuerte recorte en la cantidad de importaciones de energía
Además, el Presupuesto 2023 incluirá fondos para inversión de capital equivalentes al 1,95% del PBI, otro 0,34% del Producto para el área de Ciencia y tecnología y un 0,1% para transporte, anticiparon las fuentes.
El proyecto informará además cuáles serán las estimaciones oficiales de tipo de cambio, de comercio exterior, recaudación impositiva, gasto público, regímenes impositivos particulares y exenciones tributarias, entre otras variables.
El ministro de Economía Sergio Massa tuvo en los últimos días dos reuniones, con el presidente Alberto Fernández el martes y con la vicepresidenta Cristina Kirchner este miércoles en el Senado -además de un encuentro con las autoridades de Diputados- horas antes de enviar el proyecto definitivo al debate parlamentario, que comenzará en comisiones de la cámara baja antes de llegar al recinto.
Los proyectos de presupuesto, además de determinar cuántos fondos tendrá cada área del Estado, incluyendo ministerios, organismos descentralizados o empresas públicas, requieren especificar qué fuentes de financiamiento tendrán para cada caso.
El proyecto de ingresos y gastos incluirá fondos para inversión de capital equivalentes al 1,95% del PBI, otro 0,34% del Producto para el área de Ciencia y tecnología y un 0,1% para transporte
Es en ese momento en que aparece en la mesa un segundo elemento relacionado a la discusión con el FMI: cuánto de ese fondeo provendrá de los recursos del Tesoro, cuánto del financiamiento del mercado de capitales en pesos, cuánto del Banco Central y qué porción será por la vía de préstamos de organismo de crédito internacionales.
Una cuenta sensible en todos los presupuestos es la que determina cuál será la magnitud del fondeo para la obra pública, uno de los factores que el Gobierno identifica como impulsores de la actividad económica. Fuentes oficiales aseguran que la iniciativa que se conocerá dentro de una semana incluirá una partida cercana a los $800.000 millones para proyectos de obra pública.
Es una cifra que será un tercio más alta en términos nominales que el presupuesto con el que terminará el ministerio que encabeza Gabriel Katopodis el 2022 y, comparan, un 650% por encima del fondeo con el que terminó el gobierno de Mauricio Macri. No significa, de todas formas, un número cerrado: esos $800.000 millones serán solo el presupuesto que provendrá del Tesoro, por lo que los acuerdos con entidades de crédito internacionales podrían aportar una tajada superior en moneda dura.
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