Con la prórroga de la norma del Banco Central (BCRA) que restringió fuerte los pagos de las importaciones a fines de junio, el Gobierno terminó de oficializar lo que ya en las industrias y cámaras empresas se sospechaba: los controles se sostendrán, al menos hasta fin de año. Pero al mismo tiempo que el organismo monetario tomaba esta decisión, también ponía en marcha el “dólar soja” para forzar al campo a vender sus granos y que los exportadores liquiden las divisas, lo que generó alguna expectativa entre los empresarios en torno a una posible flexibilización del cepo. Más aún cuando la medida comenzó a surtir efecto, empezaron a entrar los dólares (unos USD 2.200 millones hasta el momento) y el BCRA pudo volver a comprar.
Pero pese a este escenario más alentador y a lo que les habían transmitido los funcionarios a los industriales -basados también en una menor demanda de dólares por energía a partir de ahora-, las restricciones se sostendrán y no hay planes de liberarlas por el momento. En el Gobierno insisten en que las compras al exterior están en niveles bastante por encima de lo que deberían en función de la actividad, que además se está frenando, y que hay que cumplir con la meta de reservas pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Tenemos que reducir las importaciones en USD 1.500 millones mensuales en los próximos meses y eso no va a afectar la economía porque hoy lo única que explica que las importaciones sigan altas es la brecha cambiaria”, aseguró una fuente del organismo que conduce Miguel Pesce.
“Tenemos el compromiso de cumplir con la meta con el FMI, y si no bajamos las importaciones de manera importante, los números no dan”, se sinceró una fuente oficial
A pesar de los exhaustivos controles que el Gobierno viene aplicando desde comienzos de año, las importaciones se mantienen en torno a los USD 7.800 millones, de los cuales USD 1.300 millones corresponden a compras de energía. Son las cifras de agosto que el Indec oficializará esta tarde. Según las fuentes consultadas, el mes pasado la balanza comercial volvió a ser deficitaria por tercer mes consecutivo. Si a ese monto de importaciones se le resta lo que corresponde a energía, que debería ir cediendo desde este mes, restan unos USD 6.500 millones. Ese número tendría que bajar a USD 5.000 millones, agregaron las fuentes.
“Si bajás esos niveles no vas a afectar la economía. Estamos observando que la actividad empezó a aflojar desde julio y las importaciones no ceden. El problema, como siempre, es que cuando cortás el acceso a las divisas, siempre es difícil que no se escapen cosas; hay muchos grises que generan inconvenientes y que vamos resolviendo día a día”, explicaron desde el BCRA.
El difícil acceso a las divisas y la aprobación de las SIMIS por parte de la Secretaría de Comercio es hoy el tema de mayor inquietud por parte de las empresas. Si bien no son tantas las fábricas que tuvieron que suspender turnos o alguna línea productiva por este tema, sí son mayoría las empresas que sufren inconvenientes diarios a raíz de la falta de insumos. Incluso, lo que a muchas les está pasando es que aseguran contar con cupo para que el BCRA les libere dólares al oficial y ni siquiera así lo consiguen. Según la norma, pueden acceder por hasta 5% más que lo que importaron en 2021 o 70% más que en 2020, excepto las pymes, que tienen margen para importar hasta 15% más que el año pasado.
Respecto de esta problemática, en el Gobierno reconocen que hay diferencias entre el número que las empresas obtienen de la Capacidad Económica Financiera (CEF), que regula la AFIP, y el que surge de las normas del BCRA. Según aseguraron las fuentes oficiales, muchos empresarios se quejan porque hacen una cuenta con la cifra que les da el CEF y choca con las normas del organismo. “Estamos tratando de unificarlo, pero no es el momento adecuado. Si bien están entrando dólares por la soja, también se van. Tenemos que esperar a ver qué pasa a fin de mes, cuando se pase este furor de la liquidación del campo. Tenemos el compromiso de cumplir con la meta con el FMI, y si no bajamos las importaciones de manera importante, los números no dan”, se sinceró el funcionario.
Otra de las balanzas que están observando con especial atención en el Gobierno es la del turismo, cuyo déficit ha ido creciendo mes a mes. Las cifras de agosto mostraron un rojo de USD 758 millones, y en julio fue similar, pero se percibe un crecimiento desde comienzos de año. Si bien no hay aún ninguna decisión tomada, sí está claro que si sigue creciendo el déficit de este sector, con miras al Mundial en noviembre y las vacaciones en el verano, no se descartan medidas.
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