Más problemas para el empleo: baja el ingreso a las empresas y vuelven a crecer los puestos vacantes

La Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo detectó una apreciable caída en la brecha entre la tasa de entrada y de salida. Singular aumento del Monotributo Social

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La generación neta de empleo
La generación neta de empleo marcó en julio una clara desaceleración respecto del ritmo de los meses previos, cuando acusaba tasas de 0,3% de incremento en el mes y más de 4% en el cotejo con igual mes del año previo (EFE)

En julio de 2022 el nivel de empleo privado registrado en empresas de más de 10 personas ocupadas, del total de los aglomerados relevados, tuvo un incremento de 0,1% en relación con el mes anterior. En términos interanuales, se observó un aumento del empleo de 2,6%, y con relación a febrero de 2020 -previo a la pandemia- se ubicó casi un punto porcentual por encima. Marcó una clara desaceleración respecto del ritmo de los meses previos, cuando acusaba tasas de 0,3% de incremento en el mes y más de 4% en el cotejo con igual mes del año previo.

Y, “a diferencia del mes anterior, el comportamiento del empleo resultó levemente superior en el Gran Buenos Aires (0,1%), mientras que en los aglomerados del interior en su conjunto no se observa crecimiento (0,0%)”, informó el Ministerio de Trabajo en su análisis de los resultados de la Encuesta de Indicadores Laborales.

Tanto las incorporaciones de personal como las desvinculaciones fueron mayores que en junio (EIL)

El informe oficial da cuenta de que en el mes del fugaz paso por el Ministerio de Economía de Silvina Batakis “tanto las incorporaciones de personal como las desvinculaciones fueron mayores que en junio; sin embargo, la tasa de salida mostró un mayor crecimiento (0,4 puntos porcentuales) que la tasa de entrada (0,1 pp), produciéndose en consecuencia una variación neta positiva del empleo de menor intensidad que la registrada el mes anterior”.

Según esa serie de la EIL que comienza en septiembre de 2001 la tasa máxima de entrada al mercado de trabajado asalariado privado registrado fue de 4,44% de la nómina del mes previo se anotó en marzo de 2006, en pleno proceso de reactivación de la economía en su conjunto, y también ese mes se observó el pico de la tasa de salida (3,67%), consistente con las altas probabilidades de reinserción laboral de quienes buscaban mejores oportunidades de empleo.

En las expectativas de las empresas para el trimestre septiembre-noviembre apenas 4,8% del total prevé modificaciones en la nómina de personal

Ahora no sólo las tasas son sensiblemente menores, inferior a la mitad en el caso de las incorporaciones, sino que el saldo neto, aunque expansivo cayó a niveles mínimos de 0,6% de la nómina, retrocedió a la proporción observada exactamente un año antes.

De ahí que en las expectativas de las empresas para el trimestre septiembre-noviembre apenas 4,8% del total, equivalente a 1 de cada 21, prevé modificaciones en la nómina de personal: 3,7% del conjunto planifica aumento y 1,1% estimó que la reducirá, según la EIL.

Atrás va quedando el período inicial de la salida de la crisis sanitaria de Covid-19, entre agosto’21 y febrero’22, cuando las expectativas netas de crecimiento del empleo asalariado privados superaban el 4% de las empresas.

Por el contrario, en junio se observó un notable aumento de los beneficiarios del Monotributo Social, que consiste en recibir una asistencia monetaria por parte del Estado a cambio de una contraprestación laboral: subió en 80.000 personas, equivalente a un aumento del 18,6% en términos desestacionalizados -ascendió al récord de 512.695 beneficiarios-, y fue clave para impedir que el conjunto de los puestos registrados cerrara el mes con baja de 14.200 personas respecto del período inmediato anterior -totalizó 12.698.696 trabajadores, de los cuales 6,5 millones corresponde asalariados en el sector privado; 3,4 millones en relación de dependencia en el ámbito de la administración pública; y 2,2 millones independientes únicos (monotribuitistas y autónomos)-. Ese movimiento fue consistente con la pérdida de vitalidad del resto del mercado.

En junio se observó un notable aumento de los beneficiarios del Monotributo Social

Entre las principales causas de la disminución de la nómina de personal se destacó en julio 2022 en primer lugar “razones de la demanda en bienes y servicios que produce la empresa”, con 22,5%, la más alta desde diciembre 2021; seguida por “razones disciplinarias e inadecuación de competencias laborales 11,2%, principalmente.

Claramente, la aceleración del proceso inflacionario, juntamente con la profundización de distorsiones de precios relativos: segmentación de tarifas, tipos de cambios múltiples, agudización de las restricciones a las importaciones, aún de insumos necesarios para el proceso productivo, y controles de precios, afectaron las expectativas de los empresarios.

La aceleración del proceso inflacionario,
La aceleración del proceso inflacionario, juntamente con la profundización de distorsiones de precios relativos, afectaron las expectativas de los empresarios

Posible punto de giro

La llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, así como la designación de Gabriel Rubinstein como secretario de Política Económica y viceministro, trajo alivio a los mercados financieros y cambiario, y en alguna forma también al humor de los empresarios.

Sin embargo, se espera el resultado de la gira por los centros financieros y de negocios por los EEUU. y la explicitación de las pautas del Presupuesto 2023, para que ese punto de giro se refleje en una mejora de los indicadores laborales.

Se intensificó la baja de la tasa de aumento de la nómina de 6,1% de las firmas en febrero 2022 a un mínimo de 3,7% en julio, cayó a la menor relación desde abril 2021

Mientras tanto, el panorama para el tercer trimestre se presenta muy heterogéneo, según sea la fuente de consulta y rama de actividad. Así, para el caso del relevamiento del Ministerio de trabajo menos de 5% de las empresas consultadas, en su mayor parte pyme planifica variaciones en la nómina, con un leve saldo positivo, para los ejecutivos de IDEA, predominantemente de medianas a grandes empresas, más de la mitad proyecta cambios, con un saldo netamente negativo; en tanto que el relevamiento sectorial del Indec, también detectó que en casi 1 de cada 4 establecimientos se harán variaciones, pero con un saldo positivo de casi 7% de los consultados; y más aún en la rama de la construcción pública.

De ahí que tras una transitoria baja de la tasa de vacancia en las empresas, como se define a la proporción de establecimientos con puestos no cubiertos de 12,7% a 12,8% del total entre febrero y mayo, a 12% en junio, volviera a subir a 12,6% el mes siguiente. Y consistente con ese movimiento, se intensificó la baja de la tasa de aumento de la nómina de 6,1% de las firmas en febrero 2022 a un mínimo de 3,7% en julio, cayó a la menor relación desde abril 2021, cuando todavía se mantenían altos los índices negativos vinculados a la crisis sanitaria de Covid-19.

Según la última Encuesta, la mayor proporción de puestos vacantes en las empresas se mantiene en la franja de los operarios, con 43,7% del indicador agregado; seguido por la de técnicos 28%; profesionales 17,8% y los “no calificados” 10,4% restante.

Incorporaciones netas por rama y tamaño de las empresas

El informe de la cartera laboral dio cuenta de que en julio la mayor tasa de aumento del empleo asalariado privado se mantuvo en el segmento de la construcción con 4,2%, aunque denotando una clara desaceleración respecto de los dos meses previos cuando había superado con holgura el 6,5%, en ambos casos en comparación con igual período del año previo.

La mayor proporción de puestos vacantes en las empresas se mantiene en la franja de los operarios, con 43,7% del indicador agregado

Le siguieron la industria manufacturera y el agregado del comercio, restaurantes y hoteles con 2,8% interanual, en cada caso y leve desaceleración respecto de los meses precedentes.

Por el contrario, continuaron en la línea ascendente, aunque todavía a ritmo lento las incorporaciones netas en los servicios financieros y a las empresas 2,6%; transporte, almacenamiento y comunicaciones 2,5%; y servicios comunales, sociales y personales 2 por ciento.

Por tamaño de las empresas, según la escala de empleo asalariado registrado en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el mayor dinamismo se anotó en las de 50 a 199 puestos en relación de dependencia con 3,6% de incremento respecto del año previo; seguidos por las de 10 a 49 ocupados con 2,7%; y en menor medida las grandes, con más de 200 personas, subió 1,5 por ciento.

Destaca el Ministerio de Trabajo que “desde 1996 la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) releva, de forma mensual y permanente, a empresas privadas formales en doce centros urbanos (a partir de diez trabajadores asalariados en Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza y Gran Tucumán, y a partir de 5 trabajadores en Gran Paraná, Gran Resistencia, Gran Santa Fe, Bahía Blanca, Gran Jujuy, Gran La Plata y Gran Mar del Plata)”. Actualmente, comprende a 3.037 compañías y 337.358 empleados, representativos de universo de 70.420 establecimientos y 3.648.867 empleados en relación de dependencia en esa área geográfica.

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