En una jornada de fuerte recuperación en los mercados internacionales, los activos argentinos sobresalieron con subas de hasta casi 10%, como sucedió con la acción de YPF en Nueva York, acumulando un alza superior al 100% en menos de dos meses. Pero no fue la única: prácticamente todos los ADR argentinos que cotizan en Wall Street terminaron con subas de entre 3% y 4%. Los bancos, por ejemplo, ya acumulan mejoras de 50% desde el piso que habían tocado a fines de julio.
El colchón de dólares que está armando el ministro de Economía Sergio Massa es un dato fundamental para los inversores que ayuda a consolidarlo. La debilidad extrema de las reservas era el tema más acuciante que recibió al asumir en el ministerio de Economía, pero en los últimos días anunció una serie de medidas que ayudarán a la recomposición, al menos en el corto plazo.
Los bonos también siguen reaccionando positivamente. Ayer hubo suba de los títulos en dólares de entre 2% y 3%, con lo que volvieron a cotizaciones en torno a los USD 25 y un riesgo país de 2.360. Se trata aún de valores de default, pero que al menos abren cierta expectativa por las últimas medidas que va tomando Massa. No sólo en materia de reservas, sino también los esfuerzos por achicar el rojo fiscal y la fuerte suba de tasas de interés para aflojar la presión sobre el tipo de cambio.
Esta mayor disponibilidad de dólares prácticamente descarta la posibilidad de una devaluación brusca en los próximos meses, que era uno de los temores principales de los inversores. Al mismo tiempo también ayudó para mantener con mayor estabilidad a los dólares financieros y achicar la brecha cambiaria, que en las últimas jornadas ya se mantuvo debajo del 100%.
Tanto los bonos como las acciones mantuvieron su racha alcista, ahora potenciada por la acumulación de reservas que ya comenzó y podría acelerarse en las próximas semanas. Por lo pronto, en apenas dos jornadas el campo liquidó USD 1075 millones, más de lo que incluso había anunciado Massa con el nuevo dólar soja
Por otra parte, Massa logró su objetivo de desacoplar la agenda económica de la fuerte tensión política que se vivió en la Argentina en las últimas semanas, con el pedido del fiscal Diego Luciani de 12 años de prisión para Cristina Kirchner y posteriormente el atentado fallido que sufrió la vicepresidenta en la puerta de su domicilio. Casi como sucede en otros países de la región, esta vez la conmoción generada por la política no se derramó en lo más mínimo en el dólar ni en otros activos financieros.
El “colchón” de dólares que está consiguiendo Massa se acerca a los USD 11.000 millones en un corto plazo. Lo suficiente como para dar cierta previsibilidad al mercado local y mejorar aunque sea gradualmente el acceso a divisas a los importadores.
Dentro de esa cuenta están incluidos los USD 5.000 millones comprometidos por los productores y cerealeras, a partir de un “dólar soja” de USD 200, que sólo estará vigente hasta fin de mes. El alto ritmo de liquidaciones ya le permitió al Banco Central acumular divisas y en el sector no son pocos los que creen que la cifra podría incluso superar el compromiso asumido.
Pero a esta suma hay que agregarle los próximos desembolsos de los organismos multilaterales. Todo indica que el Gobierno se acerca mucho a cumplir la meta del tercer trimestre, lo que habilitaría un nuevo desembolso del FMI por USD 4.000 millones, que en buena medida se utilizará para repagar los vencimientos del programa en vigencia.
Además, se agregan otros USD 1.200 millones de “libre disponbilidad” del BID, que directamente irán a fortalecer las reservas. Se trata de fondos que debían acreditarse en el primer semestre, pero el titular del organismo, Maurcio Claver Carone, los venía frenando. Ahora se confirmó que una parte se desembolsará antes de fin de mes. Además, el Banco Mundial también comprometió ayer otros USD 800 millones.
La recuperación gradual de las reservas al mismo tiempo ayudó para mantener la estabilidad cambiaria. El dólar libre, sin embargo, rebotó en forma significativa desde $ 270 hasta $ 284. La caída del lunes había sido muy abrupta y aparecieron inversores aprovechando la oportunidad para comprar dólares más baratos.
El “dólar MEP” volvió a ser el tipo de cambio más barato, finalizando a $ 271, mientras que el “contado con liquidación” cerró a $ 280. En todas las mediciones, la brecha se ubicó debajo del 100%. Y la apuesta de Massa es continuar achicándola, sobre todo a partir de una reducción del techo, mientras el tipo de cambio oficial sube arriba del 6% mensual.
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