El ministro de Economía Sergio Massa visitó hoy la Casa Blanca donde se reunió con funcionarios clave de la administración de Joe Biden.
El encuentro de trabajo fue con consejeros de alto nivel de la presidencia de EEUU: el Consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan; Mike Pyle, asesor económico internacional adjunto del Consejo Nacional de Seguridad y sherpa de Biden para G20 y G7; y Juan González, asesor principal para América Latina. Con González, Massa cenó ayer en la residencia del embajador Jorge Argüello.
Se trata de tres de los consejeros más importantes, influyentes de Biden. Tan es así que su presencia en una misma reunión es un hecho muy poco frecuente que obligó a reforzar las medidas de seguridad en el Ala Oeste de la Casa Blanca, tanto con las fuerza policiales que custodian el lugar, como de miembros del secret service.
Según fuentes oficiales, “dialogaron sobre los efectos de la guerra en la economía argentina e intercambiaron ideas sobre cómo encarar de modo cooperativo los desafíos en seguridad alimentaria y energética global”. Se habló también de la región y de la macro local.
“También avanzaron en torno a iniciativas orientadas a incrementar el comercio bilateral e inversiones”, agregaron. En términos más generales, Massa habló de su programa de estabilización de la economía, cuáles son las metas de crecimiento del PBI para los próximos años y los escenarios de crecimiento de los sectores de la economía que ve con más sinergia con EEUU.
Acompañaron a Massa, Gabriel Rubinstein (viceministro), Leonardo Madcur (jefe de Asesores) y Gustavo Martínez Pandiani (asesor internacional). También Argüello y el embajador de EEUU en Argentina, Marc Stanley.
Minutos antes del encuentro el ministro estuvo en el Banco Mundial, organismo que confirmó le prestará a la Argentina otros USD 900 millones. Massa dialogó con el Director Gerente de Operaciones del banco, Axel van Trotsenburg. La entidad estimó en un comunicado que desembolsará unos USD 500 millones los próximos cuatro meses.
La seguridad energética, en medio del impacto de la invasión rusa a Ucrania y de lo que los funcionarios americanos creen que será el invierno más trágico para Europa desde la Segunda Guerra Mundial, volvió a ser tema de la reunión. El potencial de Vaca Muerta hace que la cuestión sea central en todas las reuniones que lleva adelante Massa en esta ciudad.
En ese contexto, en la Casa Blanca se habló de las posibilidades de orquestar algún tipo de herramienta financiera que sirva como un seguro para Europa. Por ejemplo, un swap con ventas a futuro de energía que permita compensar lo que tendrá que pagar Europa en el invierno que viene. Una suerte de puente entre los valores de la energía futuros y los presentes, con valores de descuento para los próximos años.
Massa presentará el próximo viernes en Houston el caso de la futura planta de gas GNL que podían hacer en el país luego del anuncio de factibilidad de días atrás entre Petronas e YPF. Intentará que éstas su sumen a la iniciativa o presenten otras similares.
Si bien no hay nada concreto aún y se trató sólo de una idea, se plantearon posibles alternativas y los funcionarios locales anotaron y prometieron analizar alternativas y trabajar con las empresas productoras de gas del país, quienes tendrían que implementar ese esquema de “futuros de gas” shale de Vaca Muerta para Europa, aunque con algún soporte del Estado.
Massa también dio detalles del plan energético que lanzará la semana próxima y que incluye detalles de cómo serán los Planes Gas 4 y 5, el desarrollo de las cuencas Austral y Norte, y los regímenes de hidrógeno (verde, gris y azul).
Alimentos y la región
También se habló de cómo puede impactar en la producción de alimentos el tema climático en EEUU, en un contexto local en el que el nuevo “dólar soja” sigue siendo un récord, con una liquidación en tres días de USD 1.075 millones.
Se habló de la región, pero sin menciones puntuales a casos sensibles como Venezuela y Nicaragua. Hubo menciones al momento que atraviesa Perú, el referéndum en Chile y las elecciones en Brasil, por ejemplo. En EEUU saben de la opinión pública crítica que Massa tiene sobre los regímenes de esos dos países y destacaron que identifican a Alberto Fernández como un interlocutor válido de articulación con la mayoría de sus pares latinos.
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