La industria manufacturera mostró en sus números de julio el impacto de la crisis cambiaria que soportó la economía ese mes, tras la salida de Martín Guzmán en el Ministerio de Economía y el interinato de Silvina Batakis, en un contexto en que los dólares paralelos llegaron a orillar los $350. Se sumó, además, el efecto del último reajuste de controles a las importaciones que restringió el pago al contado de compras de insumos al exterior.
De acuerdo a los datos que dio a conocer este miércoles el Indec, la actividad fabril tuvo una contracción mensual de 1,2% en comparación con junio, más allá de que en términos interanuales tuvo aún una mejora de 5,1 por ciento. Para el caso de la construcción, el número fue positivo, de 2,2% intermensual.
La industria manufacturera sufrió en julio el impacto de las últimas restricciones a la importación y la crisis cambiaria, pero el sector constructor lo soportó y terminó el mes con cifras positivas
En la foto ampliada se ve que en el acumulado de los primeros siete meses del año la industria tuvo un crecimiento de 5,8% en comparación con los primeros siete meses del año anterior. Bajo esa métrica, la actividad constructora tiene una mejora de 6,3.
En lo que va de 2022 la industria tuvo tendencias dispares. En algunos meses hubo números intermensuales negativos como en enero (8,5%), marzo (-3,9%), mayo (-0,8%) y ahora julio (-1,2 por ciento). Por su parte, terminaron con cifras positivas febrero (8,1%), abril (3,4%) y junio (2,9 por ciento).
Otro dato relevante que mide en su sondeo mensual el Indec tiene que ver con lo que llama la “tendencia-ciclo”, que permite observar de forma menos coyuntural cuál es el envión o el freno que muestra el sector manufacturero. En ese plano, en julio ese indicador fue negativo por primera vez en un año y medio (-0,4%), lo que podría preanunciar una nueva etapa en la actividad fabril para los próximos meses.
El indicador tendencia-ciclo para la industria fue negativo por primera vez en un año y medio (-0,4%), lo que podría preanunciar una nueva etapa en la actividad fabril para los próximos meses
Algunas luces de alarma ya se habían encendido en las últimas semanas en el sector. Desde la UIA consideraron que en los últimos meses “veníamos bien, pero tenemos una gran preocupación por los insumos importados y qué puede pasar respecto a niveles de consumo hacia adelante”, remarcaron. Como tendencia, identificaron una “desaceleración suave y tenemos dos meses con restricciones de divisas. Eso generó cuellos de botella en algunos sectores que tuvieron que administrar su producción”, explicaron.
El último reporte de nivel de actividad de la UIA marcó que “la segunda mitad del año comenzó con elevada incertidumbre y un panorama más complejo para la producción. Las crecientes dificultades para acceder a divisas para la producción encarecen y limitan el abastecimiento de insumos claves para la actividad industrial. Al mismo tiempo, las tensiones macroeconómicas deterioraron las expectativas para el mercado interno con una aceleración de la inflación y la suba de tasas de interés por parte del Banco Central”, afirmaron desde la central fabril.
“Al momento, los datos disponibles de producción de julio mantuvieron en su gran mayoría alzas interanuales, posiblemente a partir de la utilización de stocks previos. Sin embargo, se advirtió un cambio de tendencia en la dinámica del mercado externo, con variaciones negativas en diversos indicadores (cayeron las exportaciones de vehículos y se desaceleraron las exportaciones hacia Brasil)”, detallaron.
Un relevamiento que hace la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo ya había también previsto que los datos de julio iban a registrar una desaceleración de la actividad. Según el último informe del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), “el índice adelantado de actividad industrial elaborado por el CEP-XXI (que toma el consumo de energía sobre la base de Cammesa) creció 3,5% interanual en julio, con un mayor consumo en plantas de las industrias más relevantes (salvo tabaco, productos de metal, otro equipo de transporte y alimentos). En relación con el mismo mes de 2019 creció 9%. En la medición desestacionalizada contra junio la actividad industrial registró un leve descenso de 0,4%, luego de tres meses de subas consecutivas”, apuntó.
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