Se cumple el primer mes de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía y las distintas variables financieras hicieron una corrección. La economía transitó una tensa calma durante el mes de agosto y las cotizaciones alternativas del dólar mostraron una significativa reducción en la primera semana del nuevo ministro y una estabilización durante el resto del mes.
Hay que recordar que el dólar libre llegó a negociarse a un máximo de $350 para la venta el 22 de julio, mientras que otra cotización que se negocia por fuera del control de capitales, el bursátil “contado con liquidación”, llegó a pactarse a 340 pesos en aquella fecha. Ahora, con un dólar libre a $285 -regresó al nivel de precios del 13 de julio- y un “contado con liqui” en $294, estas paridades cedieron 19% y 14%, respectivamente desde aquellos máximos.
Hasta ahora, el inicial paquete de iniciativas implementado incluyó una significativa suba en la tasa de interés de política monetaria, a una tasa nominal anual del 69,5% -efectiva en casi 100 por ciento-, un exitoso canje de deuda en pesos a tres meses por un bono dual que vence en el segundo semestre de 2023, un importante recorte en los gastos de capital para lo que resta del año y una segmentación tarifaria que apunta a atacar el “corazón” del rojo fiscal.
Si bien se enfatizó la intención de encarar un sendero de estabilización para las variables de la economía, falta un duro y extenso camino para cristalizarla. Las tensiones cambiarias se trasladaron al mercado formal, donde, más allá del estricto “cepo”, se debate la posibilidad de un desdoblamiento cambiario para promover el ingreso de divisas comerciales, que implicaría una devaluación discreta pero segmentada. Una mayor liquidación de exportaciones ayudaría a apuntalar las reservas del BCRA, en nivel “cero” si se miran las cifras netas, pero a la vez podría generar un nuevo impulso alcista para los dólares alternativos.
¿Qué puede pasar con el dólar libre?
La brecha cambiaria entre el dólar libre y el oficial cedió al 105% y es la más baja en casi dos meses, desde el 7 de julio pasado. En cierto modo, los precios del dólar libre y también de las variantes financieras del “contado con liqui” y el MEP, están sujetos a la evolución del tipo de cambio oficial y de las cotizaciones del dólar “ahorro” y “turismo” en bancos, que suben en sintonía con el dólar mayorista. Debido a la altísima carga impositiva, los dólares accesibles al público se pagan hoy a $240,67 el “solidario” y $255,26 el previsto para consumos en el exterior, valores que desde el vamos le ponen un elevado piso a los dólares alternativos y hace difícil imaginar una brecha debajo del 75 por ciento.
El economista Gustavo Reyes, del IERAL de la Fundación Mediterránea, explicó que “el dólar ‘blue’ continúa registrando niveles de ‘pánico’: si bien la cotización de esta divisa, a precios de agosto de 2022 -ajustado por la inflación de Argentina y de EEUU-, bajó de $360 -máximo nivel alcanzado en julio- a valores cercanos a los $300, aún está por encima del promedio de junio de este año -$246- como también del pico alcanzado en 2002 después del estallido de la convertibilidad, de $286″. Lo mismo ocurre con la brecha cambiaria, que “sigue estando muy por encima de los valores de principios del mes de junio, de 70%”, indicó.
“El dólar libre tiene espacio para bajar un poco más y agarrar estabilidad. De hecho ya esperaba esta baja para la semana anterior. Unas tasas del orden del 100 por ciento tienen que tener su correlato en el tema del tipo de cambio. Obviamente dependerá de muchos factores, principalmente la cantidad de pesos. El tipo de cambio se mueve mucho más por la cantidad de pesos que por la inflación. Entonces, si realmente controlan la cantidad de pesos y dejan de emitir, debería bajar”, consideró el analista financiero Christian Buteler.
“Después, hay otros factores que pueden traer más o menos tranquilidad. Uno de ellos es que el Banco Central que pierda dólares, que no ayuda a tener un tipo de cambio tranquilo, al contrario. El Banco Central ha dejado de vender dólares, no gana en volumen importante, pero ha dejado de perder y eso contribuye”, agregó Buteler a Infobae.
“Mi view es que el dólar, con el nivel de inflación que existe con piso de 6% mensual, es muy difícil que rompa el piso de los 280 pesos, salvo que el ajuste monetario sea mas significativo. Lo que puede ayudar es lo que se viene deslizando acerca de que el Banco Central subirá más la tasa de interés. Igual, ahí hay q tener cuidado con una tasa efectiva anual arriba del 100%; la emisión endógena es muy fuerte y el déficit cuasifiscal presiona en igual sentido que el déficit fiscal con $7,2 billones de pasivos remunerados y mas de 100% de tasa efectiva anual”, explicó Amílcar Collante, economista de CeSur (Centro de Estudios Económicos del Sur), en diálogo con Infobae.
“El presidente capitalista que venga en el 2023 sabe que le faltan dólares y va a hacer lo imposible para exportar. Eso significará o unificación del tipo de cambio o baja de retenciones. Ahora, como venimos con una balanza comercial espantosa, te aseguro que las exportaciones se van a triplicar, sea cual sea el precio de los commodities contra lo que tienes hoy. Entonces, digo que la Argentina está fuera del contexto de emergentes y demás. La Argentina va a mejorar sin lugar a dudas con política, atendiendo al capitalismo. Cualquier mejora de reglas en la Argentina va a significar mayores exportaciones, independientemente de los precios”, evaluó Augusto Darget, presidente en Silver Cloud Advisors.
Víctor Beker, director del CENE de la Universidad de Belgrano subrayó que, “tras un caótico julio, en que el dólar paralelo llegó a cotizar a 350 pesos, a partir de la asunción de Sergio Massa al frente al ministerio de Economía, se evidenció una mayor calma en los mercados. Ello obedeció a que el ministro no sólo ratificó la decisión de cumplir el acuerdo con el FMI, sino a que adoptó medidas concretas en tal dirección: anunció que el Banco Central no financiará el déficit fiscal de acá a fin de año; dispuso el congelamiento de vacantes en el sector público; puso en marcha el ajuste de tarifas de los servicios públicos, y recortó partidas”.
El dólar libre se alejó de sus precios récord, pero la brecha sigue por encima del 100%, cuando en junio alcanzaba el 70%, previo a la renuncia de Martín Guzmán
”Sin embargo, la gran asignatura pendiente sigue teniendo que ver con las reservas del BCRA. Si bien es cierto que, tras la suba de las tasas de interés, se frenó su caída, se está lejos de cumplir el compromiso de incrementarlas en USD 5.800 millones en 2022. En tal sentido, no se entiende por qué no se autoriza la liquidación de las divisas provenientes de las exportaciones de soja al tipo de cambio turista por un plazo de 30 días. Dado que la soja no integra la canasta de consumo de la mayoría de la población, la medida tendría un mínimo efecto sobre la inflación y alentaría un fuerte e inmediato ingreso de divisas a las exhaustas arcas del Banco Central”, propuso Beker.
“Más allá de que el crawling-peg se va acelerando, anticipando otro duro dato de inflación y posiblemente nuevas subas en la tasa, lo que más inquieta es que los saldos de las intervenciones aún resultan muy limitados para acumular reservas con decisión. Aún ante dicho escenario externo y los desafíos internos, incluso dentro de renovadas tensiones políticas, los dólares financieros siguen respetando la ‘barrera psicológica’ de los $300, más allá de los mayores vaivenes intradiarios, mientras los operadores continúan atentos a los acontecimientos para ir calibrando la dolarización de carteras”. aportó el economista Gustavo Ber.
La escasez de reservas alimenta las especulaciones acerca de un posible desdoblamiento cambiario
Los expertos de Portfolio Personal Inversiones advirtieron que “el Gobierno intentará dar pelea con mayores restricciones cuantitativas y tipos de cambios diferenciales -sería inminente el anuncio de un dólar ‘agro’ que resulte más atractivo que el dólar ‘soja’, aunque sólo servirá para demorar el inevitable desenlace. Al final del camino, un desdoblamiento formal o una devaluación tiene todas las fichas puestas”.
Un informe del Instituto de Economía Aplicada de la UCES puntualizó que “en su primer mes al frente del Ministerio de Economía, Sergio Massa logró contener la corrida cambiaria contra el peso argentino e incluso recuperar cierto terreno perdido-, un elemento sumamente valioso para la estabilidad macroeconómica. Esta dinámica está explicada no solo por las primeras medidas implementadas sino fundamentalmente por la reducción de la incertidumbre política provocada por la paz firmada al interior de la coalición gobernante, así como la mayor coordinación de la política económica”.
“Más allá de los vaivenes de las últimas semanas, las problemáticas de fondo persisten intactas en nuestra economía: brecha cambiaria superior a 100%, agentes adaptándose a un régimen de alta inflación -con subas a un ritmo anualizado de tres dígitos-, dificultades para importar, distorsión de precios relativos, reducción del superávit comercial, atraso cambiario y déficit fiscal”, subrayaron los expertos de la UCES.
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