Todo beneficio tiene un costo, dice un axioma de la economía. Los beneficios, tras los anuncios de Sergio Massa para el complejo sojero, será el mayor ingreso de divisas de los exportadores que aportarán oxígeno a las reservas del Banco Central. Los USD 5.000 millones que calcula el ministro de Economía que recibiría en setiembre -único mes en el que rige el beneficio- elevarán considerablemente las reservas de libre disponibilidad y le dará mayor margen para alimentar a los importadores.
El costo es que el Banco Central le dará más pesos al agro y los deberá reabsorber a través de un título público por el que pagará una tasa de interés. La compra de dólares es emisión lisa y llana. Pero lo urgente era hacerse de dólares, aunque el costo es alto. Esto no es una devaluación, es una mejora temporal del tipo de cambio de 35% para un sector del agro.
Los dólares los transforma en pesos el Banco Central, pero son del Tesoro. La diferencia entre el dólar de $130 y el de $200, se cancela con una Letra del Tesoro que va a manos del Banco Central para neutralizar la emisión. Este mecanismo será el que permita neutralizar la mayor cantidad de dinero que significa este aumento del precio de la divisa.
Según el analista financiero Christian Buteler, “el problema es que los dólares se van y los pesos se quedan y hacen daño a la economía. La medida podrá traer una baja de los dólares alternativos en el corto plazo, pero el incremento del stock en pesos provocará más brecha en el mediano”.
El otro dato adverso es que la medida llega en un momento político convulsionado, donde el gran perdedor es el ministro de Economía que necesita una mejor clima para tranquilizar inversores y potenciar la efectividad de este beneficio para el campo.
La interna política llegó a su máxima temperatura en el peor momento porque cayeron todos los bonos de la región, excepto Brasil que está sólido porque tiene superávit fiscal y una inflación menor a la de los países europeos y Estados Unidos.
El viernes en Brasil el riesgo país continuó en 281 puntos básicos. Pero en Colombia subió 1,22%; en Méjico, 2,07% y en Perú, 4,05%.
Los bonos en dólares de la Argentina que operaron el viernes en los mercados del exterior bajaron y el riesgo país subió 35 unidades (+1,2%) a 2.424 puntos básicos.
El problema es que el bono del Tesoro de Estados Unidos rendía 3,37% y fue muy demandado. Al subir el precio, el rendimiento bajó a 3,19% que sigue siendo muy alto y es una aspiradora de dólares del mundo. Lo primero que hacen los inversores es salir de emergentes y comprar bonos norteamericanos porque las Bolsas neoyorquinas están en retroceso.
Además, el yuan en la noche del domingo se devaluaba 0,28% y estaba en 6,9192 frente al dólar. Esta caída de la moneda china, si se mantiene a lo largo de la rueda, afectará a las reservas.
Hoy cuando abran los mercados locales tras el feriado del viernes, el precio de los dólares financieros será la respuesta primaria a si influyen más las medidas o el clima político.
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