Según su presidente, “el Banco Provincia debe ser rentable, pero no de la misma forma que una entidad privada”

Juan Cuattromo explicó en una entrevista con Infobae que la entidad tiene una política comercial agresiva para ganar mercado. Su análisis sobre la inflación, el bajo nivel de crédito del sistema y las fintech

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"Cuando el crédito, en términos
"Cuando el crédito, en términos macroeconómicos, deja de ser un factor relevante, se empieza a reflejar en la conducta de las empresas. A la hora de sostener una inversión, se piensa más en la reinversión de utilidades que en un préstamo"

Ser rentable, cumplir políticas públicas y tener “mucho cuidado” en la administración de los recursos públicos. Por allí transita el discurso del presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, Juan Cuattromo, quien explicó la estrategia para dar pelea en el competitivo mundo de los medios de pago con actores privados teniendo “estrategias diferentes”. Ex director del Banco Central, contó a Infobae sus razones para la escasez del crédito en la Argentina: para adaptarse a décadas de inflación, muchos empresarios “piensan más en la reinversión de utilidades que en un préstamo” para desarrollar sus proyectos.

Con el Banco Provincia a punto de celebrar sus 200 años de vida, Cuattromo aseguró que la entidad ingresa a ese hito en un momento de mucha solidez: “El Banco estuvo durante mucho tiempo estuvo muchos años en incumplimiento. Hoy se cumplen todas las condiciones técnicas. Somos un vehículo muy importante para el financiamiento de la producción, para llevar la política de inclusión financiera y pagos digitales a toda la provincia, todo con una impronta de mucha cercanía”.

“Este año superamos los $370.000 millones en préstamos a la producción, una cifra que duplica en términos nominales a la del año pasado”

¿Cómo reaccionará el crédito para la producción frente a las reciente suba de tasas?

— En una coyuntura así, lo primero que se observa es un acortamiento de los plazos en todos los sectores. Al mismo tiempo tratamos de poner en valor las herramientas que disponemos, como los acuerdos con el Ministerio de Producción y Desarrollo Agrario de la provincia para sostener opciones de financiamiento a tasas competitivas. Este año superamos los $370.000 millones en préstamos a la producción, una cifra que duplica en términos nominales a la del año pasado, con 3 de cada 4 créditos otorgados a una pyme.

¿Cómo se planifica la oferta crediticia con la incertidumbre que genera un nivel tan alto de inflación?

— La inestabilidad siempre dificulta, pero cada año hacemos un plan comercial y hay objetivos que se pueden ver impactados por las variables macro. Lo importante es sostener nuestro desafío estratégico, que viene de una definición política y apunta a financiar las actividades productivas. En ese foco trabajamos.

La billetera digital del Provincia,
La billetera digital del Provincia, Cuenta DNI, es usada por 5 millones de clientes

¿En el área de medios de pago la estrategia es igual que un banco comercial? ¿Con Cuenta DNI hacen promociones agresivas para competir con el sector privado?

— Las estrategias no son las mismas. El objetivo es desarrollar acciones de inclusión financiera que no tienen como objetivo la maximización del beneficio. Por supuesto, somos responsables con el patrimonio del banco. Los comercios de cercanía, por ejemplo, no están incluidos en las promociones y los descuentos de los bancos comerciales, que en general lo hacen solo con las grandes cadenas. Ese planteo por parte de los comerciantes de barrio lo habíamos escuchado en 2019 en la campaña con el gobernador Axel Kicillof. Nuestro objetivo es desarrollar una base de clientes, pero también llegar a comercios y consumidores bajo la forma de una política pública. Cuando nosotros llegamos Cuenta DNI tenía operaciones limitadas y decidimos convertirlo en una billetera interoperable. Cuando la relanzamos, que fue además durante la implementación del IFE, decidimos que el producto debía tener valor en sí mismo. Pasada la urgencia del IFE, Cuenta DNI sigue creciendo, tiene 5 millones de usuarios, con prestaciones muy valoradas por el usuario. El objetivo de la banca pública es tener servicios financieros al menor costo posible sin perjudicar el patrimonio del banco. Esa es nuestra ecuación.

Esos descuentos agresivos tienen un costo ¿La política pública puede hacerle perder dinero al Banco?

— Por primera vez desde la salida de la convertibilidad, el Provincia opera con exceso de capital regulatorio. Esto no es menor, porque siempre operó con un capital menor al que dictaba la normativa. Y todos estos años hemos operado con rentabilidad positiva y fortalecimiento patrimonial, aún ajustando por inflación. Hay mucho cuidado en el recurso público del banco. Una vez cumplido eso, nuestro objetivo no apunta la rentabilidad sino a dar los mejores servicios financieros, con un valor social. Por eso armamos las campañas de descuentos.

“La inflación es la manifestación de una historia de inestabilidad y quiebres contractuales que generan un aprendizaje que hace que en la Argentina el que encara un proyecto productivo no esté pensando en el crédito”

Conceptualmente, ¿considera que un banco público debe ganar plata? Algunos creen que una empresa públicas pueden dar pérdidas si prestan adecuadamente determinados servicios...

— Depende de cada actividad, un banco tiene muchísima regulación y es diferente a cualquier otra empresa. En nuestro caso, las relaciones técnicas en capital regulatorio y en exposición al sector público están dentro de la norma. Tenemos que tener rentabilidad positiva pero no de la misma forma que un banco privado, que tiene un mandato de maximizar la utilidad de su accionista. Nuestro mandato es distinto, pero tenemos que ser responsables para administrar el patrimonio público.

¿Los avances tecnológicos van a reducir la cantidad de personal en los bancos?

— No lo creo, al menos en nuestro caso, aún cuando venimos sufriendo una transformación enorme. Cuando llegamos, 6 de cada 10 clientes eran presenciales, no usaban los canales digitales. Hoy, 7 de cada 10 clientes son digitales. Y además crecimos un 65% en cantidad de clientes, tenemos 2,5 millones más de cuentas, tanto individuos como empresas. ¿Ese crecimiento en lo digital implica que nos sobra personal? Para nada. Tenemos sí el desafío de usar estas herramientas para potenciar la interacción humana.

¿En que priorizan su inversión, en abrir sucursales y cajeros o en hacer desarrollo tecnológicos para expandir los canales digitales?

— Hay una decisión fuerte de fortalecer nuestros sistemas, incluso con capacitación y búsquedas laborales dentro del personal. A la vez, existe una demanda muy grande de incrementar nuestra presencia en donde no hay bancos. Instalamos más de 100 cajeros, porque la red de cajeros replica la falta de servicios financieros, que tanto en el interior de la provincia como en el conurbano se concentra en las cabeceras de los distritos. Tanto en lo tecnológico como en la oferta de servicios, como banco público estamos obligados a evitar las brechas de exclusión. Tenemos las dos demandas y hay que atenderlas.

"Nuestro objetivo no apunta la
"Nuestro objetivo no apunta la rentabilidad sino a dar los mejores servicios financieros, con un valor social. Por eso armamos las campañas de descuentos"

¿La demanda de más cajeros aparece en las localidades pequeñas?

— No necesariamente. En el conurbano hay zonas con muchísima población y sin oferta de servicios financieros.

¿En ese mercado ingresan más fácil las fintech como Mercado Libre o Ualá que una sucursal de un banco tradicional?

— Podemos poner una cabina con un cajero, sin necesidad de una sucursal. También tenemos Cuenta DNI Comercios para incorporar al feriante o al monotributista, con una capilaridad en la provincia superior a la de las fintech. Trabajamos con productos que compiten y, entendemos, son mejores que los de las fintech. A veces recibimos reclamos por fallas en otras plataformas, porque la gente quiere hablar con alguien y pide atención presencial. La cercanía territorial es un valor en sí mismo si lo sabemos utilizar.

El Provincia es el único banco que no ingresó a Modo, la app que utilizan todos los bancos, públicos y privados. ¿No se arrepienten de esa decisión?

— Fue una decisión muy meditada en el Directorio. Para cuando llegó Modo, Cuenta DNI ya tenía hecho un recorrido mucho más largo. Entendíamos que otras entidades se hayan sumado, pero en nuestro caso Cuenta DNI ya utilizaba la interoperabilidad que ofrecía el sistema financiero, lo que se potenció mucho más con el plan Transferencias 3.0. Esa interoperabilidad está garantizada y Cuenta DNI Comercios también recibe pagos de Modo. No vemos ninguna contradicción ahí.

“Tenemos Cuenta DNI Comercios para incorporar al feriante o al monotributista, con una capilaridad en la provincia superior a la de las fintech”

¿Por qué la Argentina sigue siendo el país con peor relación crédito/PBI del mundo? ¿Es únicamente por la inflación?

— No es solo la inflación. O al menos, la inflación es la manifestación de una historia de inestabilidad y quiebres contractuales que generan un aprendizaje que hace que en la Argentina el que encara un proyecto productivo no esté pensando en el crédito como herramienta central. Reducir la inflación, por supuesto, es una condición necesaria para un contrato financiero que se extiende en el tiempo. Los créditos UVA, por ejemplo, que se suponía venían a blindar al sistema contra la inestabilidad pero quedó el problema en manos de los deudores. El bajo nivel de créditos también se explica por el bajo nivel de depósitos en moneda nacional.

Algunos grupos de deudores hipotecarios UVA siguen pidiendo medidas, más allá de las que ya se tomaron...

— En el caso de los créditos para la vivienda única y familiar la cuota no puede exceder el 35% de los ingresos familiares. Y en nuestro caso decidimos garantizar que el excedente de ese porcentaje sea bonificado. Dentro de un universo de 15.000 créditos UVA otorgados, tenemos 200 clientes que pidieron esa asistencia. El resto opera con una morosidad baja y pagos habituales.

¿El sistema financiero argentino tiende a ser solo transaccional, sin profundidad en el crédito?

— De algún modo, todos nos vamos adaptando al entorno en que vivimos hace décadas. Cuando el crédito, en términos macroeconómicos, deja de ser un factor relevante, se empieza a reflejar en la conducta de las empresas. A la hora de sostener una inversión, se piensa más en la reinversión de utilidades que en el crédito.

¿Cómo ve la reciente suba de tasas que dispuso el BCRA? ¿No va a alejar más todavía la posibilidad de financiarse?

— Había una necesidad importante de reordenar el esquema de políticas macroeconómicas. Y también el proceso de toma de decisión política que está detrás de las medidas. Para enfrentar la inestabilidad, la tasa tenía que subir y eso también protege los ahorros. Para el ahorrista minorista, vimos un crecimiento de los depósitos UVA+1%. Pero también hay que incentivar a los que depositan a tasa fija.

"Dentro de un universo de
"Dentro de un universo de 15.000 créditos UVA otorgados, tenemos 200 clientes que pidieron esa asistencia. El resto opera con una morosidad baja y pagos habituales", detalló Cuattromo

¿Hay una cultura en la Argentina a tratar de que la inflación licúe la devolución de los préstamos?

No sé si llamarlo una cultura, pero se van generando mecanismos de adaptación racionales, porque se espera que las cosas funcionen como venían funcionando. Eso a veces se omite en el análisis económico frío, pero son factores relevantes. Esas adaptaciones van generando un mercado de crédito muy pequeño.

“El enfriamiento de la economía como método para bajar la inflación tiene que presuponer que esa inflación viene de un crecimiento exacerbado de la demanda, cosa que no es cierta hoy”

¿Hay que frenar la inflación aún a costa de frenar la economía?

— El enfriamiento de la economía como método para bajar la inflación tiene que presuponer que esa inflación viene de un crecimiento exacerbado de la demanda, cosa que no es cierta hoy. También hay que ver el contexto. A veces parece que uno quisiera patear la pelota a la tribuna cuando hace esta reflexión, pero lo cierto es que somos una economía pequeña y abierta integrada en una economía global con un proceso de inestabilidad muy grande. Y no podemos omitir esos procesos. Todos los gobiernos están viendo cómo lidiar con esto.

¿Hay un giro en la política económica, tras medidas como el aumento de tarifas o la priorización del equilibrio fiscal?

— Había una necesidad de reencauzar la conducción del proceso económico, eso se había transformado en sí mismo en un factor de inestabilidad. Cuando uno está en un gobierno de coalición tiene que existir un dispositivo para la toma de decisiones de política económica. Y eso no estaba funcionando. Desde ahí, hoy se trabaja en un ordenamiento de las variables. Para mí, el punto de partida es la consolidación del sector externo. Ahora hay que dejar de que el nuevo equipo económico avance.

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