Con menos de USD 20 millones liquidados finaliza el “dólar soja” y el Gobierno enfrenta un dilema para conseguir dólares

El Gobierno necesita encontrar un mecanismo para estimular el ingreso de divisas sin inducir una devaluación y sin resignar recaudación fiscal. Ninguna de las propuestas en discusión deja conforme al campo y al Gobierno a la vez. Las reservas en nivel crítico apuran las decisiones

Con muy pobres resultados hoy es el último día del esquema de incentivos a la liquidación de divisas conocido como “dólar soja” y tanto los productores agropecuarios como el mercado está a la expectativa de un mecanismo que lo reemplace con mayor efectividad. Sin embargo, no se alcanzó hasta el momento un sistema consensuado con la dirigencia del campo, por lo que no se descarta que en las próximas horas se produzca un anuncio oficial unilateral a implementarse a partir de la reunión de directorio del Banco Central prevista para mañana. En términos sencillos, lo que el ministro de Economía, Sergio Massa, busca definir es un mecanismo que mejore el tipo de cambio que perciben los productores para estimular el ingreso de dólares sin inducir una devaluación y sin resignar recaudación fiscal. Los objetivos parecen incompatibles entre sí ya que cualquier mejora en el valor del dólar percibido por los productores que no implique un salto devaluatorio significa sacrificar ingresos tributarios. Por este motivo, una de las medidas en discusión es simplemente mejorar la relación del esquema ya vigente, lo que no ofrecería mayores garantías de éxito.

El sistema de “dólar soja” estuvo lejos de rendir los frutos esperados (REUTERS/Ueslei Marcelino)

El sistema de “dólar soja” que vence hoy permitió a los productores que vendieran durante el último mes sus granos retenidos accedieran a la compra de dólar solidario por el equivalente a 30% de sus ventas ingresadas. El mecanismo, implementado durante la breve gestión de la ex ministra Silvina Batakis junto al titular del Banco Central, Miguel Pesce, estuvo lejos de rendir los frutos esperados y desde que asumió Massa al frente del Palacio de Hacienda se buscaron alternativas para hacer más atractiva la norma. Ninguna de las propuestas prosperó, entre ellas la posibilidad de que los productores pudieran ingresar 40% de sus ventas al dólar MEP y el 60% restante al dólar oficial en lugar de la relación 30/70 que previó el “dólar soja”. Ese cambio hubiera llevado el tipo de cambio a cerca de los $180. “Si liquidan un porcentaje al dólar MEP, por ejemplo, la medida tiene costo fiscal. Por eso en su momento se definió que ingresaran todo al tipo de cambio oficial y después se dieran vuelta para re dolarizar una parte a un tipo de cambio preferencial”, explicó una fuente oficial.

El “dólar soja” no funcionó. Se realizaron operaciones por un total de $2.600 millones, cifra equivalente a menos de USD 20 millones, muy lejana a las expectativas y necesidades del Central, cuyas reservas netas se encuentran en un nivel crítico

También los tiempos de vigencia son un punto en discusión ya que el planteo oficial es un esquema por tiempo determinado, entre 60 y 90 días, para lograr un efecto de ingreso masivo inmediato. La dificultad es que el plan de salida de esta propuesta no termina de convencer al sector. De ahí que sigue sobre la mesa la posibilidad de ampliar a 50% el “cupo” para acceder al dólar solidario. Es decir, llevar el “dólar soja” del 30/70 actual a una relación de 50/50.

En los últimas días el Banco Central dejó de acumular saldo cambiario negativo (REUTERS/Yuriko Nakao)

Pero lo cierto es que el mecanismo no funcionó, en gran medida por la complejidad y restricciones en su implementación. Según fuentes oficiales, la utilización de la cuenta 70/30 registró una reacción cuando, la semana pasada, el BCRA no prorrogó la vigencia de la medida, lo que indujo “el pico” con 35 operaciones por casi $900 millones, duplicando el monto acumulado hasta ese día. A partir de ahí, se realizaron operaciones por un total de $2.600 millones, cifra equivalente a menos de USD 20 millones, muy lejana a las expectativas y necesidades del Central, cuyas reservas netas se encuentran en un nivel crítico.

Este escenario llegó a pesar de que la presión por la demanda de dólares para el pago de energía cayó a la mitad respecto de los más de USD 2.000 millones que se destinaron el mes pasado y también de un nivel de liquidación de divisas por parte de los exportadores en torno a los USD 2.900 millones. Este monto es menor al ingreso de julio pero se sitúa por encima del mismo mes del año pasado, cuando ingresaron USD 2.500 millones, nivel récord para el mes de agosto. Esta mejor performance contribuyó a que el Banco Central dejara de acumular saldo cambiario negativo y, si bien en una magnitud insuficiente, la entidad pudo comprar divisas de las últimas 14 jornadas. Pero esta mejora no alcanza y la necesidad de conseguir dólares frescos para fortalecer las reservas es cada vez más imperiosa.

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