Con la aprobación de la vigencia del blanqueo de capitales para la construcción y la reciente reglamentación dictada por el ministerio de Economía aparecieron expectativas favorables en el mercado del real estate. Según pudo saber Infobae las desarrolladoras y constructoras recibieron un buen nivel de consultas de gente interesada en destinar dinero no declarado en obras que tienen menos del 50% de su ejecución (el decreto contempla que quedan incluidos inmuebles que hasta abril de 2021 tenían ese porcentaje de avance según la normativa original).
Sólo por ahora se puede hablar de estimaciones, en el sector inmobiliario calculan que podrían llegar a declararse entre USD 4.000 y USD 5.000 millones en obras de viviendas y oficinas.
Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), dijo a Infobae: “Somos muy optimistas. La gente comienza a preguntarnos y eso es muy positivo. Hay mucha confianza”. A su vez, destacó que es un gran momento para invertir en ladrillos en la Argentina: “Es barato y estamos ante un cambio de ciclo. Los precios estarían llegando a su piso, en especial los costos de construcción que a futuro subirán. Y además este blanqueo es barato. Vale la pena aprovecharlo. Sobre todo en los primeros 90 días, que tienen la alícuota más baja”.
“Somos muy optimistas. La gente comienza a preguntarnos y eso es muy positivo. Hay mucha confianza” (Tabakman)
Algo importante y positivo a destacar es que la fecha de vigencia del régimen para la afectación de los fondos al proyecto será hasta el 31 de diciembre de 2024 inclusive, un año más de lo que pretendían desde el sector.
“Los desarrollos que se inscribieron en el Registro de Proyectos Inmobiliarios (REPI) y obtuvieron el Código de Registro de Proyectos Inmobiliarios (COPI) comprendidos en la ley 27.613 siguen vigentes. Los proyectos nuevos pueden ingresar al Registro de Proyectos Inmobiliarios para obtener el COPI”, dijo Mali Vázquez, directora institucional de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU).
La ley establece que la declaración de tenencia de moneda extranjera y/o nacional con destino a la construcción se podrá realizar desde la entrada en vigencia de la norma (22 de agosto) y hasta transcurrido el plazo de 90 días corridos (23 de noviembre próximo) pagando una alícuota de 5%; ese impuesto especial sobre el monto a blanquear se eleva al 10% cuando el pedido se realice entre los 90 y los 180 días corridos desde la vigencia de la ley. Desde el día siguiente y hasta transcurridos los 360 días, la alícuota será del 20 por ciento.
El monto a blanquear queda eximido del Impuesto a los Bienes Personales, algo que ya estaba previsto en la ley anterior y se decidió continuar.
Carla Pitiot, directora del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y dirigente del Frente Renovador, destacó a Infobae que “es una medida de alivio fiscal muy importante porque promueve el crecimiento y la financiación de una industria que es de las más importantes del país por la cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos que genera. Cuando trabaja la construcción, se desarrollan las actividades a su alrededor, se crean empleos, se mueve la economía y la Argentina crece”.
Optimismo
Desde el sector sostienen que las mejores posibilidades que tienen para recibir dinero no declarado son las obras residenciales. Sebastián Cantero, empresario del sector, comentó que “gracias a la labor de las cámaras del segmento se pudo lograr que se prorrogue el blanqueo. La buena noticia es que los dólares que se depositen en las cuentas que se generen por la normativa cuando le llegan al desarrollador, éste los cambiará al tipo de cambio MEP, y eso es un gran alivio para continuar con la obra”.
Expertos sostienen que también tendría que prorrogarse la eximición del impuesto de Bienes Personales para las inversiones posteriores al 31 de diciembre próximo. Esta opción estará en vigencia hasta esa fecha, pero como debía revisarse en la Cámara de Diputados y no sucedió, la votación en el Senado omitió la posibilidad de incluirlo ya que hubiese vuelto a la otra cámara para su modificación y se hubiera retrasado la sanción del proyecto.
Oscar Puebla, especialista inmobiliario, comentó a Infobae que “toda medida que permita mejorar el flujo de fondos en un sector donde hoy el crédito es cero, sin duda que es buena, con más plazos y con reglas claras. Por supuesto esto no ayuda a los sectores más necesitados en la adquisición de una vivienda, es una medida para incentivar a los que tienen pesos o dólares a sacar la plata del colchón. Hoy es imposible pensar en créditos blandos para el usuario final con esta tasa de inflación, pero esperemos que este desajuste pueda corregirse y marchar hacia un plan crediticio que posibilite a ahorristas acceder también a la vivienda en el mercado del usado”.
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