El viceministro de Economía Gabriel Rubinstein trabaja en un plan económico integral que presentará en los próximos días al titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, y discutirá también con el Fondo Monetario Internacional. Rubinstein integrará la comitiva técnica que viajará antes que Massa a Washington para iniciar el contacto con el staff del organismo.
Rubinstein trabajará con su equipo en los próximos días en un primer boceto de su programa económico, que será más amplio que el proyecto de Presupuesto 2023 que termina de ajustar el Ministerio de Economía hasta el 15 de septiembre y que deberá convivir con el plan ya firmado con el FMI en marzo pasado que tiene metas y objetivos marcados.
Según explicaron desde un despacho oficial, el funcionario elevará su plan a Sergio Massa pero también tendrá que analizarlo con el Fondo Monetario. Su papel será solo técnico y dejará el alcance y elaboración política de ese programa al ala política del Frente de Todos. Rubistein espera, aseguran, que su plan tenga el mayor consenso posible dentro de la coalición de Gobierno, e incluso que pueda ser conversado con la oposición.
Rubinstein trabajará con su equipo en los próximos días en un primer boceto de su programa económico, que también discutirá en Washington con los técnicos del FMI
Cerca del viceministro leyeron como un “ruido innecesario” los trascendidos de las últimas horas sobre una fuerte devaluación del peso a ser implementada en los próximos días. En medio de la fiebre de rumores, Rubinstein eligió salir a desmentir esas versiones a través de un mensaje de audio que envió a colegas consultores y economistas.
La idea de devaluar estaba incluida dentro de un informe atribuido a Rubinstein publicado ayer por el medio El Cohete a la Luna que luego comenzó a circular a través de redes sociales. En los despachos oficiales evitan hablar abiertamente de una intencionalidad política detrás de la publicación de ese paper, que estaba fechado al 26 de julio, unos días antes de la llegada de Massa al Palacio de Hacienda, pero sí reconocen que se trata de un “ruido” que pueden complicar las perspectivas, por esa razón decidieron salir a negar la veracidad de ese plan.
“En función de cosas que están apareciendo en Twitter, de que el jueves va a haber una devaluación por algo que podría haber pensado yo. Les aseguro 100% que no va a haber devaluación, por lo menos no este jueves”, dijo el funcionario en ese audio.
Con jornadas de trabajo que se extienden hasta la madrugada en su despacho del quinto piso del Palacio de Hacienda a pasos de la oficina de Massa, Rubinstein se abocó desde su desembarco como misión prioritaria a elaborar su plan económico en contacto con el resto de los funcionarios. En su equipo incluso frenaron su intención, inicial, de explicar su mirada económica apenas llegado a la función pública, y prefirieron abocarse al trabajo técnico antes de viajar a los Estados Unidos.
El ministro de Economía tiene en su equipo un grupo de funcionarios abocados específicamente a la agenda externa. Por un lado, a su histórico asesor en temas internacionales Gustavo Martínez Pandiani, que junto al embajador argentino en Washington Jorge Argüello le dieron forma a la hoja de ruta que llevará adelante Massa en los Estados Unidos.
Otros dos que sostienen la agenda exterior del ministro es su jefe de asesores Leonardo Madcur y el director del Indec Marco Lavagna, que en los hechos ya se mueve como un secretario de relaciones financieras internacionales. La comitiva que partirá en los próximos días a la capital norteamericana también tendrá la presencia de Rubinstein, del director del Banco Central Lisandro Cleri y del secretario de Hacienda Raúl Rigo.
Cerca del secretario de Programación Económica leyeron como un “ruido innecesario” los trascendidos de las últimas horas sobre un plan de estabilización que incluiría una devaluación
La agenda con el FMI incluirá en este caso la revisión del cumplimiento de metas del segundo trimestre respecto a los objetivos de acumulación de reservas en el Banco Central y de reducción del déficit primario. En caso de pasar ese examen, que deberá primero tener el visto bueno del directorio, el Gobierno recibirá otros USD 4.000 millones para las arcas del Banco Central. Será dinero, de todas formas, que se utilizará para devolver el préstamo Stand By al propio Fondo.
Las conversaciones con los técnicos del FMI también versarán sobre el plan económico inicial que planteó Massa, con especial atención al programa fiscal. Para eso habría en lo sucesivo otras “podas” adicionales a ministerios como la que oficializó este lunes por $210.000 millones, dos ingresos extra marcados por anticipo de Ganancias y retenciones por parte de agroexportadores y un techo rígido sobre el presupuesto actual, lo que implica que no bajarán más fondos adicionales.
El primer guadañazo presupuestario que hizo el Ministerio de Economía representó un 0,2% del PBI, frente a un “desvío” fiscal de 0,7 puntos del PBI (unos $500.000 millones) que el equipo económico había detectado, lo que ponía en peligro el cumplimiento de la meta con el FMI en caso de sostener ese ritmo de gasto.
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