El Gobierno buscará mañana conseguir un colchón más amplio de financiamiento en pesos en el mercado local, dos semanas después del canje de bonos que descomprimió la mayor parte de los vencimientos que afrontaba la Secretaría de Finanzas hasta fines de octubre.
Según estimaciones privadas, en lo que resta del año el Ministerio de Economía precisará unos $600.000 millones extra por encima de las obligaciones de pago para “cerrar” el programa financiero 2022.
Con un menú de títulos a tasa fija y atados a la inflación, el Palacio de Hacienda saldrá en la tarde del lunes a colocar bonos a sabiendas de que pudo cubrir el horizonte de vencimientos reducidos que había quedado para agosto mediante una conversión de instrumentos financieros. Con la operación, esos pagos pasaron de $615.000 millones a solo $115.000 millones. Y la primera licitación luego del canje le reportó a Finanzas $182.000 millones.
Según estimaciones privadas, en lo que resta del año el Ministerio de Economía precisará unos $600.000 millones extra por encima de las obligaciones de pago para “cerrar” el programa financiero de este año
Ahora la meta principal al equipo económico es robustecer el colchón de pesos para cubrir el déficit fiscal. La magnitud de fondeo que consiga en el mercado doméstico no es una cuestión menor, pues marcará la posibilidad de cumplir con uno de los objetivos que planteó Sergio Massa apenas desembarcó en el Palacio de Hacienda: cortar la emisión de pesos del Banco Central para asistir al Tesoro vía adelantos transitorios.
Esa medida implica que el Gobierno necesitará de los inversores locales un financiamiento superior al previsto, por el cierre de la otra canilla de pesos. Una señal que Massa emitió de entrada, como muestra de que piensa cumplir la meta de reducción del déficit acordada con el Fondo Monetario Internacional.
Con la base ya de los $182.000 millones recolectados en la primera colocación de deuda del mes gracias a una fuerte suba de las tasas de interés a los tenedores de las letras y bonos, la Secretaría de Finanzas, que encabeza Eduardo Setti, buscará más pesos a través de tres títulos a tasa fija y uno CER, es decir, atado a la variación de los precios.
Para las entidades que integran el Programa de Creadores de Mercado, Economía ofrecerá una Letra del Tesoro a descuento con vencimiento el 16 de diciembre, y otro título de características similares que pagará el 31 de enero del 2023. La tercera opción para este segmento de la plaza financiera será una Letra que ajusta por CER a descuento, con vencimiento previsto para el 16 de junio del año próximo.
La magnitud del fondeo en el mercado local marcará la posibilidad de cumplir con uno de los objetivos que planteó el ministro Sergio Massa apenas desembarcó en el Palacio de Hacienda, que es cortar la emisión de pesos del Banco Central para asistir al Tesoro vía adelantos transitorios
“El ojo estará puesto en la tasa que convalidará Finanzas teniendo en cuenta que buena parte de los vencimientos de agosto y de los próximos dos meses fueron despejados por el canje de principios de mes que trasladó la carga de pagos, ahora indexados por CER y tipo de cambio, a 2023 en los meses previos a las elecciones. Aun así, la demanda de financiamiento sigue siendo alta considerando que el Gobierno se comprometió a no demandar más asistencia del BCRA y la posibilidad de alcanzar la meta de déficit primario de 2,5% del PBI en lo que queda del año luce muy baja. Las últimas letras fueron colocadas a una tasa del 98%”, de tasa efectiva anual, explicó LCG.
Sin emisión
“Teniendo en cuenta que Massa aseguró que no recurrirá a la emisión monetaria proveniente del Banco Central”, dice un informe de la consultora Invecq, el déficit de acá a fin de año “deberá originarse íntegramente en las colocaciones de deuda locales”. Y en función del financiamiento acumulado en los primeros 7 meses del año estima que la necesidad neta de dinero e $600.000 millones. Por lo tanto, frente a vencimientos que suman $ 1,6 billones hasta diciembre, la tasa de roll-over deberá ser de al menos 135% de manera de poder cubrir el total de gastos consistentes con la meta del FMI”, calcula el informe.
“Esto plantea entonces una nueva fuente de complicación para el gobierno, y en particular para el Ministerio de Economía. El roll over había sido incluso superior a dicho porcentaje en los primeros tres meses del año, pero desde abril el panorama resultó considerablemente más adverso, y el financiamiento extra obtenido en el segundo trimestre fue de apenas el 4%”, aseguró Invecq.
“Fue recién en julio, a fuerza de canjes y compras por parte del Banco Central, que el roll over retornó a los valores de principio de año. Por lo tanto, a partir de ahora, una vez ya trasladados los vencimientos de títulos en manos públicas hacia el 2023, lo que queda hasta diciembre 2022 se encuentra en su mayoría presumiblemente en manos privadas, dificultando las posibilidades de conseguir el tan necesario financiamiento neto”, continuó.
Por su parte, la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), calculó que “entre agosto y diciembre de 2022 se estiman vencimientos totales por el equivalente a USD 30.987 millones, incluyendo la deuda en manos de organismos del sector público nacional. El 36% se concentran en el mes de diciembre. La mayoría de los vencimientos de 2022 corresponden a títulos públicos en moneda nacional, por el equivalente a USD13.038 millones”, estimó. “También se destacan los pagos de capital e intereses al FMI por aproximadamente USD 8.882 millones. Por otro lado, para el primer semestre de 2023 se estiman pagos por USD 58.662 millones, de los cuales USD 30.982 millones son vencimientos de títulos públicos en pesos”.
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