El Gobierno sumó otros $286.000 millones a la cuenta de financiamiento por parte del mercado local y terminó el mes de agosto, el primero de mandato de Sergio Massa en el Ministerio de Economía, con un saldo de $212.000 millones por encima de los vencimientos.
Con un menú de títulos a tasa fija y atados a la inflación, el Palacio de Hacienda salió a colocar bonos a sabiendas de que pudo cubrir el horizonte de vencimientos reducidos -que había quedado para agosto mediante una conversión de instrumentos financieros- con la primera licitación del mes. Con la operación de canje, esos pagos pasaron de $615.000 millones a solo $115.000 millones. Y hace dos semanas la colocación le reportó a Finanzas $182.000 millones.
En esta segunda operación, el Gobierno colocó $286.000 millones, de los cuales la mayor parte ($163.000 millones) correspondieron a una letra a descuento del Tesoro con una tasa de 75,34% nominal anual (la tasa efectiva es más alta y supera el 95%) con vencimiento en diciembre de 2022.
En esta segunda operación, el Gobierno colocó $286.000 millones, de los cuales la mayor parte ($163.000 millones) correspondieron a una letra a descuento del Tesoro con una tasa de 75,34 por ciento
Más atrás quedaron un bono atado a la inflación con vencimiento en junio del año próximo por el cual captó de parte de los inversores poco más de $90.000 millones. El título ofrecido con mayor tasa nominal anual fue una letra a descuento con vencimiento el último día de enero, con un interés de 77,04%, mientras que una tercera letra con finalización en noviembre y con una tasa más baja (56%), recolectó poco menos de $15.000 millones.
Como comparación, en la operación de colocación de bonos del 11 de agosto, el plazo más largo al que había licitado títulos la Secretaría de Finanzas había sido un bono CER a febrero de 2023, mientras que ahora se estiró hasta junio. Y respecto a la tasa, el techo de interés que pagó hace casi veinte días fue de 75,59 por ciento.
“Del total de financiamiento obtenido, el 68% estuvo representado por instrumentos a tasa fija y, el 32% restante, a instrumentos ajustables por CER. En esta licitación, el Tesoro Nacional afrontaba vencimientos por casi $90.000 millones, obteniéndose, por lo tanto, un financiamiento neto cercano a los $197.000 millones”, informó el Ministerio de Economía.
La meta principal al equipo económico es robustecer el colchón de pesos para cubrir el déficit fiscal. La magnitud de fondeo que consiga en el mercado doméstico no es una cuestión menor, pues marcará la posibilidad de cumplir con uno de los objetivos que planteó Sergio Massa apenas desembarcó en el Palacio de Hacienda: cortar la emisión de pesos del Banco Central para asistir al Tesoro vía adelantos transitorios.
Esa medida implica que el Gobierno necesitará de los inversores locales un financiamiento superior al previsto, por el cierre de la otra canilla de pesos. Una señal que Massa emitió de entrada, como muestra de que piensa cumplir la meta de reducción del déficit acordada con el Fondo Monetario Internacional.
“Teniendo en cuenta que Massa aseguró que no recurrirá a la emisión monetaria proveniente del Banco Central”, dice un informe de la consultora Invecq, el déficit de acá a fin de año “deberá originarse íntegramente en las colocaciones de deuda locales”. Y en función del financiamiento acumulado en los primeros 7 meses del año estima que la necesidad neta de dinero e $600.000 millones. Por lo tanto, frente a vencimientos que suman $ 1,6 billones hasta diciembre, la tasa de roll-over deberá ser de al menos 135% de manera de poder cubrir el total de gastos consistentes con la meta del FMI”, calcula el informe.
El título ofrecido con mayor tasa nominal anual fue una letra a descuento con vencimiento el último día de enero, con un interés de 77,04 por ciento
“Esto plantea entonces una nueva fuente de complicación para el gobierno, y en particular para el Ministerio de Economía. El roll over había sido incluso superior a dicho porcentaje en los primeros tres meses del año, pero desde abril el panorama resultó considerablemente más adverso, y el financiamiento extra obtenido en el segundo trimestre fue de apenas el 4%”, aseguró Invecq.
“Fue recién en julio, a fuerza de canjes y compras por parte del Banco Central, que el roll over retornó a los valores de principio de año. Por lo tanto, a partir de ahora, una vez ya trasladados los vencimientos de títulos en manos públicas hacia el 2023, lo que queda hasta diciembre 2022 se encuentra en su mayoría presumiblemente en manos privadas, dificultando las posibilidades de conseguir el tan necesario financiamiento neto”, continuó.
Por su parte, la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), calculó que “entre agosto y diciembre de 2022 se estiman vencimientos totales por el equivalente a USD 30.987 millones, incluyendo la deuda en manos de organismos del sector público nacional. El 36% se concentran en el mes de diciembre. La mayoría de los vencimientos de 2022 corresponden a títulos públicos en moneda nacional, por el equivalente a USD13.038 millones”, estimó. “También se destacan los pagos de capital e intereses al FMI por aproximadamente USD 8.882 millones. Por otro lado, para el primer semestre de 2023 se estiman pagos por USD 58.662 millones, de los cuales USD 30.982 millones son vencimientos de títulos públicos en pesos”.
SEGUIR LEYENDO: