Tulum, ciudad del estado de Quintana Roo, lugar turístico por excelencia de la Riviera Maya, sumará un nuevo hotel con una forma pocas veces vista antes: se trata de un eco-resort que se asemeja al nido de los pájaros.
Se trata de un nuevo eco-resort dentro de Selva Zamá, una de las áreas que forma parte de la comunidad Aldea Zamá y que será llevado adelante por el estudio de origen español ADN Barcelona Architects fundado por el arquitecto Aryanour Djalali.
El emprendimiento que se construirá en Tulum, uno de los focos de mayor progreso turístico de los últimos 10 años en México, se llamará Cocoon Hotel & Resort. El futuro hotel apela a la sensación de protección y refugio. Se diseñaron 5 “nidos” donde los huéspedes se sentirán cómodos y protegidos entre la selva, protagonista de la fisonomía de esta zona de México.
El proyecto de 46.181 metros cuadrados se desarrolla dentro de un terreno de casi 6 hectáreas, cuenta con 3 edificios residenciales y 2 hoteles con un total de 204 departamentos, 167 habitaciones y 16 villas privadas. Dispondrá de lujosos espacios comunitarios integrados con la naturaleza con jardines en la selva, villas al aire libre, un pabellón multiusos, zonas de recreación y esparcimiento, restaurante y un nido panorámico con vistas al Caribe.
El proyecto de 46.181 metros cuadrados se desarrolla dentro de un terreno de casi 6 hectáreas
Los amenities y espacios brindan una experiencia única, creando un lugar mágico para el huésped por medio de una variedad de elementos visuales que se transforman en lenguaje de diseño, materiales autóctonos y formas de representar a México, creando al mismo tiempo una arquitectura biomimética (método que se basa en buscar soluciones sostenibles en la naturaleza, desde la estructura de una edificación, su conectividad y funcionamiento, su relación con su entorno, e inclusive la forma de utilizar los recursos).
La inspiración para cada uno de los nidos se enfocó en la creación de Cenotes, como punto de interacción y cohesión social, y como una oportunidad de vivir los rituales sagrados de los mayas, antiguos pobladores de esta área de la península de Yucatán.
De acuerdo con el estudio, el proyecto está inspirado en el mar y el bosque exótico. Demandará una inversión que superará los 10 millones de dólares.
Áreas comunes y sustentabilidad
La desarrolladora hace énfasis en el concepto de sustentabilidad respetando el ecosistema y la biodiversidad, contribuyendo al uso de materiales naturales que minimizan el impacto de la construcción y generación de residuos; ya que se estructurará bajo el sistema de construcción seco, lo que significa que no hay aglomerantes húmedos, tiempo de ejecución más corto, mayor seguridad y sostenibilidad.
“Habrá sistemas que permitirán la recuperación de agua de lluvia para el tratamiento de aguas residuales. Los paneles solares se implementan para lograr una electricidad sostenible”, informaron desde la desarrolladora.
El hotel contará con pabellón de usos múltiples, áreas de ocio, gimnasio, kid’s club, hall de conferencias, bar, restaurante y un nido panorámico con vistas impresionantes y sin restricciones.
Parte del revestimiento de la construcción será en acero, aluminio, madera y porcelanatos símil madera. La obra arrancará antes de fin de 2022 y se podría llegar a inaugurar en unos tres años.
Hace apenas una década Tulum era un apacible pueblo de pescadores que servía como puerta de entrada a las ruinas mayas cercanas. Hoy, forma parte del circuito de fiesta global y se comercializa como un paraíso en medio de la jungla con una intensa vida nocturna. La franja de playa de la ciudad está llena de restaurantes de lujo, boutiques de ropa de diseñadores y pizarras que anuncian clases de yoga y tatuajes. Estiman que en la post pandemia será un destino muy visitado y se potenciará mucho más que otras zonas de gran expansión turísticas próximas como Playa del Carmen y Cancún.
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