Una misión técnica previa llegará a Washington para preparar el terreno antes de la gira que encabezará en la primera semana de septiembre el ministro de Economía Sergio Massa y que incluirá una reunión con la directora gerente del FMI Kristalina Georgieva.
El Gobierno mostrará ante el organismo internacional cuál será su plan hasta fin de año para cumplir con la meta fiscal, que incluye la reducción del déficit primario hasta 2,5% del PBI, para lo que necesitará, estiman en despachos oficiales, operar un recorte del gasto de unos $500.000 millones en los próximos meses. Ese objetivo se concretaría a través de varios canales, algunos de ellos con decisiones de política fiscal que Massa ya explicitó.
Una alta fuente oficial confirmó a Infobae que habrá una misión previa a los Estados Unidos para preparar el terreno a la llegada de Massa, que viajará la semana del 6 de septiembre, aunque los pormenores de esa visita preparatoria se mantenían hasta este jueves bajo fuerte hermetismo.
Habrá una misión previa a los Estados Unidos para preparar el terreno a la llegada de Massa, que viajará la semana del 6 de septiembre, aunque los pormenores de esa visita se mantienen bajo hermetismo
El ministro de Economía tiene en su equipo un grupo de funcionarios abocados específicamente a la agenda externa. Por un lado, a su histórico asesor en temas internacionales Gustavo Martínez Pandiani, que junto al embajador argentino en Washington Jorge Argüello le dieron forma a la hoja de ruta que llevará adelante Massa en los Estados Unidos. Otros dos que sostienen la agenda exterior del ministro es su jefe de asesores Leonardo Madcur y el director del Indec Marco Lavagna, que en los hechos ya se mueve como un secretario de relaciones financieras internacionales.
Esos nombres forman parte de la comitiva que acompañará a Massa en tierra norteamericana, en un viaje en el que también se espera la presencia del recién llegado al Palacio de Hacienda secretario de Programación Económica Gabriel Rubinstein, que a lo largo de esta semana mantuvo reuniones con Massa y otros funcionarios, y se instaló en el despacho que tiene en el quinto piso, a pasos de la oficina del tigrense, con vista a la Casa de Gobierno y la Plaza de Mayo. El economista y consultor prefirió mantener en sus primeros días al frente del viceministerio un perfil muy bajo, luego de su llegada en varios capítulos al gabinete de Massa.
La agenda con el FMI incluirá en este caso la revisión del cumplimiento de metas del segundo trimestre respecto a los objetivos de acumulación de reservas en el Banco Central y de reducción del déficit primario. En caso de pasar ese examen, que deberá primero tener el visto bueno del directorio, el Gobierno recibirá otros USD 4.000 millones para las arcas del Banco Central. Será dinero, de todas formas, que se utilizará para devolver el préstamo Stand By al propio Fondo.
Las conversaciones con los técnicos del FMI también versarán sobre el plan económico inicial que planteó Massa, con especial atención al programa fiscal. Para eso habría en lo sucesivo otras “podas” adicionales a ministerios como la que oficializó este lunes por $210.000 millones, dos ingresos extra marcados por anticipo de Ganancias y retenciones por parte de agroexportadores y un techo rígido sobre el presupuesto actual, lo que implica que no bajarán más fondos adicionales.
La agenda con el FMI incluirá en este caso la revisión del cumplimiento de metas del segundo trimestre respecto a los objetivos de acumulación de reservas en el Banco Central y de reducción del déficit primario
El primer guadañazo presupuestario que hizo el Ministerio de Economía representó un 0,2% del PBI, frente a un “desvío” fiscal de 0,7 puntos del PBI (unos $500.000 millones) que el equipo económico había detectado, lo que ponía en peligro el cumplimiento de la meta con el FMI en caso de sostener ese ritmo de gasto.
Habrá otra fuente adicional para compensar ese 0,7% que pende como amenaza sobre la meta fiscal: el anticipo de impuesto a las Ganancias que la AFIP determinó para unas 1.900 empresas, mientras otra parte provendrá del pago de retenciones que harán los exportadores en el marco del acuerdo que el Gobierno busca concretar con ese sector para que anticipen liquidaciones y sumen reservas al Banco Central.
La otra parte de ese pacto sería, además, un ingreso extra por derechos de exportación, que según algunas fuentes oficiales en los últimos meses había amainado en el paisaje de recaudación impositiva que reporte AFIP de manera mensual. Entre estos últimos dos elementos un funcionario cercano a Massa estimó un aporte de hasta 0,3% del PBI. Quedarían, así, otros 0,2% puntos a compensar para corregir el desvío. Eso podría provenir, por ejemplo, de ese segundo capítulo de poda presupuestaria y “sintonía fina” que auspició Massa en todas las área del Estado desde que es jefe del Palacio de Hacienda.
En el equipo económico circula la idea de activar, en el marco del nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (FRS), diseñado para ayudar a los países a garantizar un crecimiento sostenible, el pedido de unos USD 1.300 millones que le correspondería a la Argentina en el reparto entre los países miembro del FMI.
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