“En agosto, el Índice de Confianza del Consumidor a nivel nacional subió 6,6% con respecto al mes anterior. En la comparación interanual, muestra una variación acumulada negativa de 6,8%”, destaca el informe del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella que dirige Sebastián Auguste.
Se destaca en el mes el notable aumento del subíndice “situación macroeconómica” en 13,2%, muy lejos de la suba del 4,3% que registró el correspondiente al de expectativas de decisiones de compra de bienes durables e inmuebles 4,3%; y más aún con el vinculado con la “situación personal” que apenas subió 1,5%, fenómeno que se asocia a la llegada a la máxima conducción del Ministerio de Economía de Sergio Massa, tras la sorpresiva renuncia a fines de junio de Martín Guzmán, y el fugaz paso de Silvina Batakis en julio que había provocado el derrumbe del humor social en 11,1% ese mes.
El escenario se proyecta mejor, aunque aún fueron más los anuncios de objetivos que las medidas de política macroeconómica que sustente la parcial mejora de la confianza
Ahora el escenario se proyecta mejor, aunque aún fueron más los anuncios de objetivos que las medidas de política macroeconómica que sustente la parcial mejora de la confianza de los consumidores.
“Se observa que en agosto la confianza del consumidor subió 1,5% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 15,6% en el Interior, y 3,7% en el Gran Buenos Aires. Mientras en el agregado, la variación interanual ha sido positiva para CABA, negativa para GBA y negativa para el Interior, lo que explica que a nivel país se observe una variación interanual menor en 6,8%”, reseña el análisis del CIF.
Semejante disparidad en la percepción del estado de ánimo de la población, luego de consultar a un universo de residentes en 40 localidades de todo el país, ha sido una constante en los últimos tres años.
“La predisposición para la adquisición de electrodomésticos, casas y autos (Bienes Durables e Inmuebles) subió 4,3% con respecto al mes anterior. El subíndice Bienes de Uso e Inmuebles aumentó 2,9% en GBA, 17,3% en el Interior, y disminuyó 8,7% en CABA, siempre con respecto a julio”, informó la casa de altos estudios.
Y agrega: “Si analizamos en detalle del componente que mide la percepción de los encuestados con respecto a su situación personal evaluada en comparación con el pasado (al corto plazo de un año) se advierte que disminuyó 10,5%, mientras que el que mide las expectativas de cómo será la situación personal de los mismos hacia adelante (expectativas a un año) subió 10,1%, siempre con respecto al mes pasado”.
7 factores que explican la persistencia del mal humor social
1. Aceleración de la inflación por el exceso de pesos en la economía, la falta de un plan integral para estabilizar los precios y la creciente búsqueda de dólares en los mercados alternativos en la cada vez más chica franja oficial para importar insumos básicos para la producción, porque su cotización más alta se traslada al consumidor;
2. Persistencia de brecha cambiaria por sobre el 100% por segundo mes consecutivo, fenómeno inédito;
3. Insistencia del equipo económico en la “construcción de agenda”, con más anuncios de objetivos que de medidas concretas, porque no ayuda a despejar la incertidumbre y mejorar el clima social;
4. Crecientes restricciones a las importaciones que afectan a la actividad económica y el empleo; a FIEL la medición de la producción industrial le dio en julio una caída de 2,9% mensual real y desaceleración del ritmo de reactivación a 1,9% respecto del aún bajo nivel de un año antes;
FIEL midió que la producción industrial cayó en julio 2,9% real respecto de junio y desaceleración del ritmo de reactivación a 1,9% en el cotejo con un año antes
5. Sostenido deterioro del poder de compra de los ingresos de la población pese a la insistencia del Gobierno de que se generaron más de un millón de empleos y subieron el salario real y las jubilaciones mínimas, porque si fuese así no se estarían reabriendo las negociaciones de aumentos en paritarias y refuerzos con bonos extraordinarios de la Anses para la franja de los perceptores de haberes mínimos.
6. El confuso anuncio sobre la segmentación de las tarifas de los servicios públicos de luz, gas y agua, justo en un mes en que por la estacionalidad alta muchas familias recibieron sustanciales incrementos en los montos a pagar de luz y gas, por el salto a una categoría de consumo mayor; y
7. La suba de las tasas de Interés para el crédito a las familias, en particular para las compras con tarjeta, casi el único canal disponible para una amplia franja de la población que busca una “fuga hacia adelante” para intentar ganarle a la inflación anticipando compra de alimentos, y pierde acceso a los bienes durables.
En el acumulado de 2022, el Índice de Confianza del Consumidor de la Universidad Torcuato Di Tella arroja una variación negativa de 1,9%, con notable disparidad en sus componentes: la Situación Personal bajó 10,1%; Bienes Durables e Inmuebles cayó 5,6%, y Situación Macroeconómica subió 9,3 por ciento.
El índice de compra de bienes durables subió 15,5% en el promedio de 8 meses de 2022, pero con apenas 27,9 puntos que se ubicó 25% por debajo del promedio general
El saldo neto se transforma en levemente positivo en 0,7% cuando se comparan los índices promedios de los primeros 8 meses de 2022 respecto de igual tramo del año anterior: baja 0,2% en el caso personal, y 7% en la percepción del conjunto de los indicadores económicos; y sube 15,5% el índice de expectativas de compra de bienes durables, aunque en ese caso con un índice de apenas 27,9 puntos que se ubicó 25% por debajo del promedio general.
Concluye el informe del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT que “en agosto a nivel nacional, las percepciones de los consumidores respecto a las Condiciones Presentes mostraron una baja de 1,3%, mientras que el componente que mide las Expectativas Futuras de los encuestados subió 12,1%, siempre con respecto al mes anterior. Con respecto a agosto de 2021, Condiciones Presentes bajó 10,8% mientras que Expectativas Futuras disminuyó 4,2 por ciento”.
Al cabo de los primeros 33 meses de gobierno del Frente de Todos, los índices de confianza de los consumidores registran una generalizada disminución, con un promedio de 12,5%, la cual se desagrega en bajas de 7,5% en CABA; 15,1% en el Interior y 12,5% en GBA; en tanto que se profundiza a 17,9% en lo referente a a la percepción de la Situación Personal; y 29% en la Situación Macroeconómica. La excepción se refleja en las expectativas de compra de bienes durables (automotores e inmuebles) con un aumento de 63,3%, aunque desde niveles desusadamente muy bajos.
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