Los dividendos mundiales aumentaron un 11,3% hasta alcanzar un máximo histórico de 544.800 millones de dólares en el segundo trimestre, según el último Índice de Dividendos Globales de Janus Henderson.
“A pesar de la importante perturbación económica causada por la pandemia, los dividendos mundiales han superado los niveles prepandémicos. Además, la recuperación es tan fuerte que los dividendos están ahora sólo un 2,3% por debajo de la tendencia a largo plazo, aunque este déficit marginal puede atribuirse a la reciente fortaleza del dólar”, destacó el informe de Janus.
Además se destacó que las sólidas cifras del segundo trimestre siguen a un 2021 muy rentable, en el que las empresas disfrutaron de un aumento de las ventas y de la ampliación de los márgenes de beneficio gracias al incremento de la demanda tras la pandemia.
“El 94% de las empresas aumentaron los pagos o los mantuvieron en el segundo trimestre. Petrobras superó a los gigantes competidores en su rubro, para convertirse en el principal pagador mundial de dividendos en el segundo trimestre, con 9.700 millones de dólares, explicaron.
Argentina
Con respecto al desempeño del país en el rubro, Ales Koutny, Gestor de Carteras de Janus Henderson, destacó que el alto nivel de inflación, junto con la devaluación de la moneda, hace que las empresas paguen dividendos significativamente más altos en términos de moneda local.
“Sin embargo, cuando se ajustan en dólares, los dividendos apenas suben, ya que las empresas mantienen más efectivo debido a la incertidumbre que estos factores conllevan”, dijo.
Y describió el panorama industrial del país en este contexto. “Las principales exportaciones de Argentina se centran en el sector agrícola. Si bien los productos básicos han aumentado de forma constante este año, parecen haber encontrado un máximo en el segundo trimestre y ahora se están consolidando. Esto implica que los dividendos deberían permanecer relativamente estables, pero con un alza limitada”.
Según el reporte, las empresas latinoamericanas tuvieron un excelente desempeño en comparación con el promedio global, con Brasil y Colombia como los países mejor posicionados. “La principal razón fue el gran aumento del precio del petróleo, que permitió a los principales productores obtener dividendos significativamente más altos en comparación con años anteriores”, se explicó.
En este sentido, Argentina sufre su propia inestabilidad. Según Koutny, “debido a la incertidumbre política, tributaria y fiscal, las empresas argentinas mantienen más efectivo en sus balances. El ejemplo reciente de las cuotas y los cambios arancelarios muestra que las empresas en Argentina siempre necesitan tener un colchón financiero adicional para tener en cuenta la imprevisibilidad de gobiernos”.
Pensando a futuro, la esperanza argentina está puesta en la energía. “La energía podría ser un área de crecimiento importante para Argentina. Incluso con la segunda mayor área conocida de esquisto en el mundo, Argentina sigue siendo un importador de energía. Un mayor desarrollo de las infraestructuras, junto con un marco político sólido, podrían convertir a Argentina en uno de los líderes en el área”, apuntó el especialista.
Los dividendos brasileños alcanzaron los 10.400 millones de dólares en el segundo trimestre de 2022, frente a los 4.200 millones de dólares del segundo trimestre del año pasado. Es el total más alto de la serie de estudios (que se remonta a 2009). La brasileña Petrobras se convirtió en el principal pagador mundial de dividendos en el segundo trimestre, con 9.700 millones de dólares.
Colombia también registró un gran aumento con respecto a 2021, con 4.700 millones de dólares en dividendos en el segundo trimestre de 2022, frente a los 200 millones de dólares del segundo trimestre de 2021, liderados por Ecopetrol (séptimo en el ranking de mayores pagos, con 4.700 millones de dólares).
En el resto de la región, los dividendos de las empresas mexicanas del ranking también crecieron, hasta los 3.300 millones de dólares (frente a los 2.400 millones del segundo trimestre de 2021). Y los de las empresas chilenas se duplicaron, pero desde una base baja (200 millones de dólares, frente a los 100 millones de dólares, registrados por Copec).
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