Crypto, el hermano cool del sistema financiero

El ecosistema de las criptomonedas fue pensado muchas veces como un enemigo natural de las finanzas tradicionales. Cabe pensar si realmente ese es su rol

Las criptomonedas parecen haber llegado para mejorar al sistema financiero más que para reemplazarlo.

Durante la génesis y establecimiento de las criptomonedas, se trató de instalar al ecosistema crypto como el enemigo natural del sistema financiero y a quien se debía desterrar, incluso reemplazando su moneda fiat y todo lo que trajo consigo. Es importante preguntarnos si realmente esto es así.

Actualmente el boom del mundo crypto ha llegado a casi todos los rincones del planeta, en mayor o menor medida claro está, prohibido o no, incentivado o informal, lo que antaño era un conjunto de buenas ideas hoy en día es una insoslayable realidad. Pero veamos cómo convive esta revolución con el sistema financiero tradicional, al cual viene a reemplazar o, quizás deberíamos decir, mejorar.

La renuencia al cambio y la desconfianza en lo desconocido son comportamientos propios de los inicios de cambio de era. Y más aún en algo que es digital y no se puede palpar o sentir en las manos como un buen billete de 100 dólares americanos. Al principio se veía al mundo crypto como marginal y se lo consideraba una moda más, de esas que suelen olvidarse al poco tiempo de alcanzar su máximo nivel de exposición. Pero el desarrollo continuo de la industria y los proyectos que traía consigo esta oleada de nuevas ideas, continuó sin pausa en la búsqueda de soluciones a los problemas del sistema tradicional que ya habíamos naturalizado como normales.

Al principio se veía al mundo crypto como marginal y se lo consideraba una moda más

Se pueden poner sobre la mesa algunos ejemplos: transferir dinero al exterior a un familiar o una operación comercial implicaba grandes costos y demoras, eran prácticas habituales que se ubicaban dentro del plano de lo normal. Considerar el acceso al crédito como algo inalcanzable ya sea por las elevadas tasas o por la elegibilidad, nos parecía normal. No poder comprar moneda extranjera para un viaje o para cubrirse de la devaluación de la moneda local, también nos parecía normal. No poder cobrar los servicios exportados por problemas del tipo de cambio, otra vez ya nos parecía normal.

Crypto vino a resolver estas entre muchas otras cuestiones que sin darnos cuenta nos dificultaban la vida, al menos económicamente. Esto no se circunscribe solo a Argentina, una de las naciones con mayor adopción crypto del mundo, explicado en parte por ser de los países con mayores regulaciones y problemas económicos; sino que se extiende a todo el planeta.

Pero el quid de la cuestión y, quizás, lo más interesante es cómo se integraron ambos mundos, el tradicional y el crypto, antagónicos y enfrentados en un comienzo, en busca de solucionar estos problemas. Lejos quedó la quimera de que uno reemplace al otro, sino que ambos entendieron, y aprendieron, que la solución era la cooperación y el trabajo conjunto. Por parte del sistema tradicional, aportar toda su estructura y expertise y por el lado crypto la innovación que apalancada en esa estructura ya existente, proporcionaría mejoras sustanciales a problemas cotidianos de los actores de la economía.

Lo más interesante es cómo se integraron ambos mundos, el tradicional y el crypto, antagónicos y enfrentados en un comienzo, en busca de solucionar problemas

Hoy vemos alianzas entre Bancos y Exchanges (empresas donde se comercializan cryptomonedas), Tarjetas de Crédito emitidas por Exchanges o Fintechs crypto donde se pueden utilizar las cryptomonedas para realizar compras en la vida cotidiana, casas de Bolsa asociadas con Exchanges o lanzando sus propios Exchanges para operar el mercado crypto (Robinhood), Mercado de Valores como el Australiano (ASX) que impulsan una renovación de todo su sistema de negociación basado en blockchain o como el Brasileño (B3) que lanzarán una plataforma para la negociación de futuros de Bitcoin y Ethereum, países con sus reservas en crypto como es el caso de El Salvador, empresas de primer nivel mundial incorporando cryptomonedas a sus activos, incluso prestamos desde el sistema crypto a bancos tradicionales como lo ocurrido con MakerDAO hacia el Societé Generale de Francia o al Huntington Valley Bank de EE.UU. Todo esto bajo la órbita de los organismos de contralor de cada país, dando un manto de legalidad necesaria para acercar a muchos grandes players.

Sin lugar a dudas la integración ya está sucediendo y a un ritmo sin precedentes.

Por todo lo expuesto es que se debe dejar de entender al mundo crypto como el enemigo público nro. 1 del sistema financiero tradicional y comenzar a verlo como su hermano más joven que viene a aportar tecnología para evolucionar a algo mejor o como versa el título de esta nota, comenzar a percibirlo como su hermano cool.

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