Luego de tres meses, la petrolera YPF anunció un nuevo incremento en el precio de los combustibles. La suba rige a partir de este domingo 21 de agosto y responde a la evolución de las variables en la formación de precios, según indicaron desde la compañía.
El anuncio especifica que los nuevos valores en naftas y gasoil tendrán un incremento promedio de 7,5%, que involucra un 8,5% para las naftas y un 6% para el gasoil.
Ante la implementación de nuevos precios en sus productos, la empresa aclaró que “YPF continuará realizando sus mayores esfuerzos productivos y logísticos para sostener el abastecimiento en el mercado nacional en un contexto de sostenidos récords históricos de demanda”.
Debido a que los factores que inciden en la formación de precios de combustible continúan en aumento, desde la compañía se aclaró que “luego de este ajuste continuaremos monitoreando la evolución de las variables”.
Teniendo en cuenta un incremento del 7,5 promedio, se estima que en la Ciudad de Buenos Aires el litro de nafta súper pasará de $120,30 a $130,05, nafta premium, de $147,30 a $159,8, el gasoil de $128,10 a $135,7 y el gasoil premium aumentará de $175 a $185,5.
Según trascendió, en esta oportunidad el aumento será mayor en las naftas dado que se estima un 8,5% entre súper y premium, mientras que el gasoil subirá 6% promedio entre el tipo grado 2 y grado 3.
Entre los factores que incidieron en la medida, se destacó el aumento que tuvo el precio del bioetanol desde el 9 de mayo, momento en que se registró la última suba de combustibles; como así también la devaluación acumulada desde el último ajuste de las naftas, la cual representa un 16%.
En el último aumento de combustibles que se implementó a nivel nacional durante mayo, la suma promedio fue del 9% y se explicó que la decisión se tomó a partir de: la evolución de los costos asociados a la refinación y comercialización; el incremento de los precios locales de biocombustibles producido por terceros y que los comercializadores deben adquirir a precio regulado; y el sostenido aumento de los precios internacionales de los combustibles que es necesario importar para complementar la refinación local.
El incremento en los últimos 12 meses aplicado por la empresa petrolera asciende a 41,7%, según resaltaron fuentes ligadas al sector. La variación se encuentra por debajo de la evolución presentada por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y de los precios relativos de la economía, remarcaron.
A su vez, se advirtió que continúa registrándose un importante diferencia de precios con los países limítrofes, que promueve la salida de los distintos productos hacia el exterior por medio del consumo de vehículos de patente extranjera. La situación generó un incremento significativo en la demanda de nafta y gasoil en las provincias del Litoral Norte y el NOA.
Además del aumento de precios, YPF anunció que decidió implementar una ayuda económica a su red de estaciones de servicio. Al respecto, se detalló que la misma equivale a dos puntos del aumento total de naftas y gasoil. De acuerdo a lo informado por Télam, “en los últimos 12 meses, el ajuste de precio acumulado de las naftas de la marca es del 32% y el del gasoil del 51%, es decir un incremento de 41,7% en promedio”.
Más allá de dichos indicadores, se remarcó que el resto de las variables vinculadas a la economía local, mantuvieron un alza significativa. Impactando así, en la decisión de incrementar el precio de los combustibles.
Aunque atenuado al 6%, el aumento de los combustibles llega en vísperas de la próxima campaña agrícola. Consultado sobre el aumento anunciado por YPF el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, le dijo al programa CNN Radio que el aumento impactará “totalmente”, pero fundamentalmente criticó la falta, por parte del gobierno, de “una mirada estratégica para salir de esta situación, donde el tema energético, que le hemos planteado en una nota a (Juan José) Bahillo (el secretario de Agricultura) y (Sergio) Massa (el ministro de Economía), es fundamental. “Hay un problema inmediato a la cosecha, la siembra, y también en las economías regionales”, enumeró el dirigente rural, quien anticipó que el tema combustibles y la escasez de gasoil “volverá a ser una piedra en el zapato” en los próximos meses. Pero en vez de atender esos problemas, concluyó, “para este gobierno, el Estado y la política se han convertido en un fin en sí mismo”.
Extrañamente, en las últimas semanas una figura ultrakirchnerista como la exdiputada Fernanda Vallejos, había dicho que pese a que no habían aumentado durante tres meses los precios de los combustibles “deberían bajar más”. “El costo de producción local está pesificado y es muy bajo en comparación con otras zonas del mundo”, había dicho Vallejos a la publicación especializada Surtidores, a la que además recordó una iniciativa suya en la Cámara Baja para mejorar la rentabilidad y sostener el capital de trabajo de las Estaciones de Servicio, en situación crítica.
En el sentido opuesto se había pronunciado la diputada opositora (Juntos por el Cambio, Jujuy), Pamela Verasay, cuando señaló que “el desorden de costos de la energía y de los combustibles es tan profundo que pone a los consumidores en una situación de pérdida del poder adquisitivo y a los dueños de Estaciones de Servicio al borde del quebranto”. En tanto, el economista Cristian Bergman, había estimado que el aumento de los combustibles, para compensar el retraso acumulado durante los últimos 15 meses, debía ser de entre el 15 y el 19 por ciento.
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