La variable financiera que atenta contra la intención del Gobierno de que los sojeros vendan la cosecha

La cotización del dólar sube a un ritmo inferior al de la inflación. Pero esta no es la principal traba para los exportadores

El agro se mantiene como el sector más superavitario de la economía

La plaza financiera de Argentina se mantenía expectante al nivel de reservas en las arcas del Banco Central y a las distintas iniciativas que ejecute el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa. El funcionario apunta a varios objetivos en simultáneo, todos acuciantes: bajar una inflación que podría superar el 90% este año, fortalecer las escasas reservas del BCRA, disminuir el déficit fiscal y dar impulso al comercio interior y exterior.

Para que se incremente el ritmo de liquidación de exportaciones, sostenido principalmente por el agro y las industrias derivadas, que integran en la práctica casi el 50% de las ventas externas del país, mucho se habla de la necesidad de un tipo de cambio más alto, pues un dólar más caro mejoraría en parte la rentabilidad de un sector al que se le aplican altas retenciones del 33% y que, además sufre la pérdida de competitividad del atraso cambiario.

El mercado permanece en un virtual “compás de espera”, atento a las novedades por parte de la nueva conducción económica liderada por Sergio Massa

Sergio Massa descartó convalidar un salto discreto del tipo de cambio, aunque cabe esperar novedades en el cortísimo plazo sobre algún tipo de cambio diferencial que mejore el precio percibido de los productores agrícolas para incentivar la oferta de divisas en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios).

Sergio Massa descartó convalidar un salto discreto del tipo de cambio, aunque cabe esperar novedades en el cortísimo plazo sobre algún tipo de cambio diferencial (Reuters)

En ese marco, el Banco Central anunció el mes pasado la puesta en marcha de un régimen especial para incentivar las ventas de soja que les permitirá a los agricultores cubrirse de una posible suba del tipo de cambio oficial y hasta comprar moneda extranjera al valor del dólar “ahorro”, que actualmente cotiza cerca $60 por debajo de los financieros ($235 contra un dólar MEP de $293), con un tope del 30% del monto de la operación de comercio exterior. Con el 70% de los pesos restante, el exportador podrá habilitar un depósito en pesos para ajustar al tipo de cambio oficial.

Si la expectativa de devaluación supera a la rentabilidad de la inversión en pesos, la alternativa es esperar a liquidar más adelante

“Localmente el dólar soja, que permite a los productores comprar con el producido de sus ventas, hasta 30% de dólar ahorro, y por el resto mantener una cuenta cuyos depósitos siguen al dólar, tuvo una novedad: un primer banco comenzó a estar operativo en esto. Pero las operaciones realizadas, como esperábamos son bajas. Al productor le genera una barrera de entrada tener que abrir las nuevas cuentas, y llevar la documentación de sus operaciones. Veremos como evoluciona en las próximas semanas”, puntualizó Dante Romano, profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

Luego de los anuncios de Massa el pasado 3 de agosto, el Gobierno nacional espera que el adelanto de exportaciones de USD 5.000 millones acordado con el sector agroindustrial. Según expresó el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, “no hay definiciones concretas de fechas, pero sí sé que hay un compromiso para que ingresen en el cortísimo plazo”.

En ese marco, el Banco Central anunció el mes pasado la puesta en marcha de un régimen especial para incentivar las ventas de soja que les permitirá a los agricultores cubrirse de una posible devaluación (Reuters)

Sin embargo, no es la suba del dólar a un ritmo inferior al de la inflación la principal traba para los exportadores, sino la relación que se da entre la tasa de interés y el ritmo anualizado del crawling peg o devaluación gradual.

Si la tasa de interés le gana a la suba del dólar, el exportador tendrá incentivo a liquidar ahora, quedarse invertido en pesos, con la expectativa de que realizará una ganancia en dólares pasado el plazo de la colocación.

El Gobierno nacional espera en las próximas semanas el adelanto de exportaciones de USD 5.000 millones acordado con el sector agroindustrial

Pero si la expectativa de devaluación supera a la rentabilidad de la inversión en pesos, la alternativa es esperar a liquidar más adelante, con un tipo de cambio más adecuado; esto último es un obstáculo para el Banco Central, necesitado de mayores ingresos de divisas a la economía en el corto plazo.

“Ha habido una señal positiva con la suba de tasas. Si bien sigue siendo negativa respecto de la inflación en el margen, después del 7,4% que hemos tenido en julio, hoy la tasa de interés de Leliq se ubica en la zona del 5,7% mensual, con lo cual es negativa con la inflación en el margen, pero ahora es positiva con el ritmo del crawling peg, contra el deslizamiento mensual del tipo de cambio oficial, que está en la zona del 5,5% mensual. Eso es muy importante para no generar ruidos adicionales en el mercado de cambios, porque una tasa de interés en pesos por debajo del ‘crawling’ termina generando un desaliento a la exportación y alienta la demanda de divisas”, detalló Martín Vauthier, economista de Anker Latinoamérica.

No obstante, un informe de Portfolio Personal Inversiones precisó “luego de la fuerte suba de tasas, que tenía como objetivo realinearlas con la de suba del dólar oficial, el Banco Central sorprendió al mercado devaluando al mayor ritmo en casi dos años. El viernes pasado el BCRA aceleró el crawling peg a una Tasa Nominal Anual (TNA) de 78,9% -Tasa Efectiva Anual (TEA) de 119,8%-, siendo el mayor ritmo desde el 3 de noviembre de 2020 -98,9% de TNA y 168,6% de TEA-. Este ritmo marca un fuerte contraste con la tasa del día previo de 51,7% -67,7%- y siembre dudas sobre el realineamiento de tasas impulsado por el BCRA para incentivar la exportación de transables y, al mismo tiempo, desincentivar la importación”.

“Vale recordar que uno de los dos objetivos de la suba de tasas, además de buscar sostener la demanda de dinero, era influir la dinámica divergente del sector externo. Al elevar las tasas de interés, la autoridad monetaria buscó, por un lado, que los exportadores dejen de financiarse a tasas inferiores a la de devaluación -léase, que los productores apalancados dejen de ‘sentarse’ sobre los granos-, y que los importadores dejen de tomar deuda en pesos, también a tasa negativa, para adelantar importaciones”, destaca un informe de Portfolio Personal.

“Puesto en números, la Tasa Efectiva Anual de Adelantos en Cuenta Corriente -tasa activa- saltó de 78% a 92,5% y pasó a alinearse con el crawling promedio de los últimos 5 días de 91,3% (TEA). Es por ello que sorprende el salto en el ritmo de devaluación diaria del viernes pasado, ya que ensancha nuevamente el spread con la tasa de interés activa, quedando en 27,3 puntos porcentuales”, agregó PPI.

El analista económico y de mercados Salvador Di Stefano explicó a Infobae que “la tasa de interés subió a 69,5% nominal anual con una tasa de inflación de 71%, eso es correr a la inflación de atrás, porque permanentemente el Banco Central mide la inflación de los últimos doce meses. O sea que manejan la política económica a través del retrovisor. Lo que creo que debería hacer el Banco Central es subir la tasa de interés en función de la inflación esperada a doce meses, que está en torno al 100% anual. Entonces, si tenemos una tasa de interés al 69,5% de plazo fijo versus una tasa de inflación esperada del 100%, claramente se tiene una tasa de interés negativa respecto de la inflación. Por más que la tasa nominal se haga efectiva, tampoco llega al 100 por ciento”.

Con una tasa de interés que sigue negativa contra la inflación, el productor sigue tomando crédito para financiar el stock, porque cree que la mercadería a futuro va a valer más (Di Stefano)

“El planteo es que con esta tasa de interés seguimos corriendo de atrás al problema inflacionario, no lo vamos a solucionar. Como ejemplo tenemos a Brasil, donde la inflación de los últimos doce meses es el 10 por ciento. Hacia adelante, es probable que Brasil tenga una inflación inferior al 10% anual. Y la tasa Selic, que es la tasa de política monetaria, la pusieron en el 13,25%. Replicar eso requiere como mínimo tener una tasa de interés real positiva de ese tipo”, enfatizó Di Stefano.

La tasa de interés referencial del BCRA trepó cerca de 10 puntos porcentuales este mes, como reacción al incremento en la aceleración inflacionaria (Reuters)

“Por otro lado, cuando en los países desarrollados suben la tasa de interés lo que hacen es generar una preferencia por ahorro y se desestima el consumo. Cuando sube la tasa de interés aumentan tanto los costos del crédito que la gente no toma crédito y vende el stock. Y eso genera caída de precios en la economía. En la Argentina, como la tasa de interés sigue corriendo de atrás, la gente no vende dólares para invertir en pesos -y eso haría bajar al dólar-, sino que con una tasa de interés que sigue negativa contra la inflación, el productor sigue tomando crédito para financiar el stock, porque cree que la mercadería a futuro va a valer más”, ejemplificó Di Stefano.

Qué implica la suba de tasas del BCRA

Dado este escenario, la tasa de interés referencial del BCRA trepó cerca de 10 puntos porcentuales este mes, como reacción al incremento en la aceleración inflacionaria.

De esta forma, la tasa de política monetaria, según la referencia de las Letras de Liquidez (Leliq) tiene un rendimiento en torno al 69,5% nominal anual. Así, la nueva tasa proyectada representa un retorno efectivo anual próximo al 100 por ciento, más en línea con los pronósticos de inflación de las consultoras.

¿Es suficiente este nuevo entorno de tasas para que el premio nominal de los pesos le gane al incremento del IPC?

“A pesar de que el endurecimiento monetario fue importante en magnitud absoluta, todavía queda relegado y a la sombra de la inflación. La Leliq es negativa en casi 19 puntos contra una escalada de precios como la de julio. Incluso también quedaría en rojo frente a la proyección del REM de 6% para agosto. Las mismas conclusiones, con matices, son replicables al resto de las tasas”, señaló un informe de GMA Capital.

Si bien a estos niveles la tasa real seguiría ubicándose en el terreno negativo, el balance del BCRA se deterioraría más aceleradamente, con intereses anualizados de pasivos remunerados en torno al 8% del PIB. Lo cierto es que, sin plan económico de estabilización ni reacomodamiento de precios relativos, el efecto de la política monetaria para reducir la inflación es muy limitado”, agregó GMA Capital.

“De todas formas, la tasa real es menos negativa que en un escenario de mayor pasividad del BCRA, un hecho que podría traer algo de calma de corto plazo al dólar financiero y a la brecha cambiaria. No se puede dejar de mencionar que las mejores condiciones internacionales en emergentes también ayudan”, sintetizó el informe elaborado por Nery Persichini y Santiago Franco.

“Existe expectativa por la nueva importante suba de tasas por parte del banco central esta semana, en busca de continuar recuperando un mayor apetito hacia las colocaciones en pesos y en simultáneo morigerar la búsqueda de cobertura” en dólares, comentó el economista Gustavo Ber. El salto debería estar “más en línea con las expectativas privadas de inflación, dentro de la estrategia de ir dejando atrás los rendimientos reales negativos”, sostuvo.

El nivel de reservas internacionales brutas del Banco Central está cerca de un piso desde octubre de 2016, mientras que las tenencias líquidas en moneda extranjera son negativas. La entidad viene de anotar un saldo neto negativo de USD 1.275 millones por su participación cambiaria en julio, mientras que en la primera quincena de agosto las ventas netas superan los 800 millones de dólares.

“Massa tiene una tarea monumental. Poner las cuentas fiscales en orden es absolutamente necesario. Pero no será suficiente. Las cuentas externas deben ser fortalecidas”, analizó el grupo Argentina Exchange Bondholders. ”Argentina necesita de un ‘festival de exportaciones’. Eso no pasará con un tipo de cambio sobrevaluado”, estimó.

Poner las cuentas fiscales en orden es absolutamente necesario. Pero no será suficiente. Las cuentas externas deben ser fortalecidas (Bondholders)

Jorge Vasconcelos, director del IERAL de la Fundación Mediterránea, expresó que “el BCRA acaba de hacer un nuevo ajuste al alza de la remuneración de las Leliq hasta el 69,5% -tasa efectiva anual del 96,82%-. Desde principios de año se venía observando una política monetaria marchando “detrás de los acontecimientos”, en un contexto de aceleración de la inflación y de ampliación de la brecha cambiaria, por lo que resulta difícil encuadrar estos últimos anuncios. La suba de tasas provoca también un aumento de la emisión por el pago de intereses de los pasivos remunerados del Central por lo que, más que nunca, este tipo de movida debe ser acompañada por una firme consistencia del lado fiscal”.

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