Economía avanza con los detalles del Presupuesto 2023: los números que están y los que faltan

Sergio Massa y su equipo siguen de cerca los datos para lo que resta del año y diagraman la hoja de ruta para el próximo. Una parte importante del proyecto dependerá de las conversaciones con el FMI

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Raúl Rigo y Leonardo Madcur, los dos funcionarios de Sergio Massa que siguen al detalle las cuentas fiscales
Raúl Rigo y Leonardo Madcur, los dos funcionarios de Sergio Massa que siguen al detalle las cuentas fiscales

El Gobierno atraviesa las últimas tres semanas de trabajo de diagramación, diseño y supuestos del Presupuesto 2023, un proyecto de ley que deberá presentar para su discusión en el Congreso y que incluirá la visión macroeconómica que intente llevar adelante el ministro de Economía Sergio Massa para el año electoral. Será una propuesta, además, que estará influida por el resultado de las negociaciones, ya en marcha, con el Fondo Monetario Internacional, y que deberá evitar las inconsistencias de la precedente que provocó el rechazo de los legisladores de la oposición.

Según aseguran en el Palacio de Hacienda, en los últimos días el equipo económico comenzó a transitar la recta final de la presentación del Presupuesto del año próximo, una tarea a la que está abocado principalmente el secretario de Hacienda Raúl Rigo. Los números finales, se estiman, estarán finalizados en los primeros días de septiembre. El 15 de ese mes es el límite de plazo legal que tiene el Poder Ejecutivo para enviar la iniciativa al parlamento.

Hay una serie de incógnitas que todavía restan despejarse de acá al momento de la presentación del proyecto de ingresos y gastos para 2023. Algunos de ellos, incluso, guardan relación con la dinámica de las conversaciones técnicas que ya se iniciaron con el Fondo Monetario Internacional, ya que buena parte de las proyecciones macro deben estar incluidas en el programa de políticas económicas acordado con ese organismo.

Hay una serie de incógnitas que todavía restan despejarse de acá al momento de la presentación del proyecto de ingresos y gastos para 2023

En rigor, las charlas técnicas entre el Gobierno y el FMI ya comenzaron, con un primer objetivo que es pasar la segunda revisión de cumplimiento de metas, en este caso del segundo trimestre. Para esa tarea Massa designó a su jefe de gabinete de asesores, Leonardo Madcur que, aseguran, se puso al frente de la relación con el organismo que preside Kristalina Georgieva.

Una vez que finalice ese trámite sobrevendrá otra etapa en el diálogo bilateral: el de planificar los pasos a seguir para el programa firmado por Martín Guzmán en marzo. Es en este momento en que serán otras las preguntas que sobrevuelen la mesa de negociación, entre ellas, si habrá algún cambio en las metas, por ejemplo, de acumulación de reservas, que aparece como el de más difícil cumplimiento por parte de la Casa Rosada.

El Gobierno prepara el Presupuesto 2023 pero antes deberá definir lineamientos con el FMI
El Gobierno prepara el Presupuesto 2023 pero antes deberá definir lineamientos con el FMI

Hay una referencia, aunque breve, que hace poco más de un mes y medio Martín Guzmán -también Rigo en ese momento como secretario de Hacienda- heredó para su sucesor en el Ministerio de Economía. En ese proyecto, que además había incorporado estimaciones plurianuales para 2024 y 2025, quedaron sellados algunos de los números en los que había trabajado su equipo con la contraparte técnica del Fondo.

En ese sentido, hay números que ya “están”, aunque habrá que ver si continuarán vigentes una vez que Massa regrese de Washington. El déficit fiscal primario debería según esa hoja de ruta reducirse desde 2,5% del PBI hasta 1,9% del Producto. El techo de emisión monetaria sería de 0,6% del PBI (1% este año) y acumulación de reservas por USD 4.000 millones.

Massa designó a su jefe de gabinete de asesores, Leonardo Madcur en el diálogo con el FMI y, junto a Raúl Rigo, en mantener a raya el control del gasto público

De todas formas, la hoja de ruta también plantea que el PBI crecería en 2023 en un 3%, lo que marcaría una desaceleración respecto del 4% que aguardaba Guzmán para este año. Analizado por componentes del Producto, el consumo privado avanzaría 3,2%, la inversión 4,8%, las exportaciones 8,1% y la importaciones un 5,6 por ciento.

En otro plano, el Gobierno ya estimaba que este año superarían los USD 100.000 millones anuales, lo que implicaría una suba de 17,4%, mientras que las importaciones orillarían los USD 90.000 millones. Para 2023, en tanto, los planes originales del Palacio de Hacienda implicaban ventas al exterior por poco más de USD 105.000 millones y compras por casi USD 95.000 millones.

Como se trata de un presupuesto plurianual, también incluye estimaciones para 2024 y 2025, años en los que espera un 2,8% y 2% de mejora del PBI, respectivamente.

Massa bajó la línea al resto de los organismos del Estado de que no habrá más fondos por sobre los que estableció el decreto presupuestario de mediados de junio (Franco Fafasuli)
Massa bajó la línea al resto de los organismos del Estado de que no habrá más fondos por sobre los que estableció el decreto presupuestario de mediados de junio (Franco Fafasuli)

El anticipo presupuestario que dio a conocer el Poder Ejecutivo días después de la salida de Guzmán del gabinete marcaba como prioridad la creación de “condiciones de estabilidad” que “vuelvan sostenible en el tiempo” el crecimiento económico. En ese sentido marcó tres prioridades de gestión de la política fiscal, entre ellos un tema espinoso para el Gobierno nacional como los subsidios y las tarifas.

Rigo y Madcur, además, son los dos funcionarios a los que Massa les encargó “sentarse” sobre la caja y bajar la línea al resto de las dependencias del Estado de que no habrá más fondos de lo que estableció el decreto presupuestario de mediados de junio.

Días después de la salida de Guzmán del gabinete marcaba como prioridad la creación de “condiciones de estabilidad” que “vuelvan sostenible en el tiempo”

En ese momento el ministerio todavía comandado por Martín Guzmán, había realizado una “recalibración” en el reparto de créditos presupuestarios para cada ministerio por el hecho de trabajar el Gobierno con una proyección de inflación mayor. Esos serán, entonces, los fondos con los que podrán contar. Un detalle: ese decreto presupuestario se hizo con una inflación calculada en 62% anual, mientras ahora se espera una cifra que supere el 90 por ciento.

Ahora el Gobierno bajó la línea a cada dependencia de que no habrá más dinero de lo que estableció aquel decreto y que habrá nuevas “cuotas”, lo que está relacionado al ritmo al cual ese dinero llega efectivamente a cada rincón de la administración pública.

Hay un asterisco que deberá resolver la nueva conducción económica: la masa de deuda flotante, es decir, pagos pisados, que se acumularon durante la primera mitad del año, y que superan los $800.000 millones. También implicará un ida y vuelta con el Fondo Monetario: esa cifra está muy por encima del techo que el acuerdo estableció para este indicador.

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