“En general los consorcios están incluidos en la tarifa general y se les retira el subsidio en la primera etapa, pero va a depender del tipo de vivienda. Puede que el alta (del servicio eléctrico) haya sido en obra, pero en general a los consorcios se les retirará el subsidio 20% en la primera etapa. La luz pesa en las expensas en el orden del 4 o 5% y en los consorcios el tema del gas va a seguir igual, por lo tanto el aumento debe tener un impacto mínimo en las expensas”, dijo hoy la nueva secretaria de Energía, Flavia Royón.
Entrevistada en CNN radio, en el programa “Digamos todo”, cuando le fue referida cierta alarma en los consorcios, por la diferencia entre habitantes de bajos recursos, como un jubilado, y otros de altos ingresos, la funcionaria insistió en que los cambios en el panorama consorcial serán “mínimos” y arriesgó cifras.
“Entiendo que la suba impactará 1 o 2%, no más que esto, sobre el total de las expensas”, precisó Royón, y agregó que su equipo mantiene reuniones con representantes de consorcios para analizar ese universo y ver si se implementa un registro particular. Pero en cuanto al aumento de las facturas –subrayó- “en líneas generales es lo que comentaba”.
Comercios y Pymes
En cuanto a la situación de comercios y pymes, Royón explicó que en el servicio eléctrico hay tres grandes categorías de usuarios: industriales, a los cuales ya se les había retirado el subsidio, residenciales y un “segmento medio, o generales”, que incluye bancos, shoppings, comercios, pymes a los cuales en un primer tramo se les retirará también el 20% de subsidios, Para ese sector, precisó Royón, los aumentos irán “del orden de $ 800 y en superficies grandes hasta $ 15.000, pero esto en la estructura de costos de un comercio o pyme no debería disparar costos y aumentos de precios”.
Sin embargo, insistió el entrevistador, no es lo mismo un banco o shopping que un comercio con 3 o 4 empleados, y en ambos casos se retira 20% del subsidio. Royón respondió que un kiosco “podría estar pagando un precio promedio de $ 2.500, en cambio un negocio grande pagar $ 30.000″ y para enmarcar la cuestión dijo que el costo laboral de un empleado hoy está en $ 150.000, por lo que la factura de luz “no debe representar una parte significativa en su estructura de costos”. Por lo tanto, agregó, “dependerá del comerciante si traslada ese aumento a los precios, pero no tenemos datos de que les pueda afectar la rentabilidad”.
También a los clubes de barrio y entidades comunitarias, dijo Royón, a partir de septiembre se les retirará el 20% de los subsidios.
Topes
La funcionaria recordó que el tope de consumo mensual a partir del cual no hay subsidio en ningún caso es de 400 kilowatt hora para los distritos que tienen redes de gas natural y de 500 KWh para aquellos que no tienen gas por red. Los cuadros tarifarios, ratificó, se publicarán la semana próxima, para que entren en vigencia a partir del 1 de septiembre. Lo mismo, dijo, sucederá con los del gas, cuyos umbrales también se conocerán durante la semana, aunque en este caso la cuestión es más compleja ya que, precisó, hay 29 subzonas en todo el país.
Royón, que junto a la presidenta de Aysa, Malena Galmarini, el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, el subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal, el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y la subsecretaria de Planificación Energética, Cecilia Garibotti, anunció el martes lo que el gobierno llama “redistribución de subsidios” y que impactará en las facturas de los servicios de luz, gas y agua, dijo que la “segmentación” tarifaria “nunca se había aplicado en la Argentina”. Según la funcionario, “hay miedo por lo que pasa en el mundo con los precios de la energía, por eso había mucha inquietud y angustia sobre esto. A la gente le interesa en cuánto se le va a reflejar en la factura. La mayoría empezó a entender de qué se trataba”.
“Debíamos ir a un mecanismo de tarifas más justas, donde se subsidia al que realmente lo necesita. A los sectores de bajos ingresos no se le retira el subsidio. Se le retira a gente de altos ingresos o a quien no lo pidió. Ahora al subsidio uno lo tiene que pedir”, subrayó la exministra de Energía y Minería de Salta, quien aclaró que el actual “Registro de Acceso a Subsidios de Energía” (RASE) “no es una foto estática, va a estar abierto y se va a ir actualizando” en función de situaciones personales como mudanzas o cambios de trabajo. En el futuro, agregó, “podemos ir actualizando el sistema de topes y hasta generar premios”. El objetivo, enfatizó, es “ir a un esquema de tarifas más justas” e “ir estimulando la eficiencia energética”.
“La idea es dar subsidios a quién lo necesita” pero no al resto, explicó, porque “la energía es un bien preciado, hay que cuidarlo y valorarlo”.
En cualquier caso, Royón afirmó que “lo que hoy se paga en energía sobre los salarios son tarifas asequibles”. El retiro de los subsidios será gradual, explicó, porque “en esta primera etapa no queríamos generar cambios abruptos, por eso los cambios son escalonados, para que tenga una lógica de progresividad y no haya impacto relevante en el bolsillo de la gente”.
Subsidios , grietas, emblemas y escraches
Consultada sobre si compartía la opinión del exministro Martín Guzmán acerca del sesgo pro-ricos de los subsidios que se aplican hasta ahora, la secretaria de Energía dijo que no le gusta “entrar en definiciones de grietas, pero sí comparto en que los subsidios debían ser repensados, que tienen que tener una lógica redistributiva hacia los que menos tienen. El que puede pagar lo que cuesta la energía, debe hacerlo”.
Royón confirmó que los nuevos cuadros tarifarios se publicarán durante la semana y que en el caso del gas los topes de consumo subsidiado diferirán según el lugar del país. “El tope es mucho más alto en provincias como Santa Cruz o Tierra del Fuego que en provincias como Chaco”, ejemplificó. “Está contemplado tener presente la realidad de todas las provincias. Yo provengo de Salta, conozco muy bien esta realidad. Estamos trabajando con los entes provinciales para cruzar los datos”, señaló.
Confrontada con la presentación de la titular de Aysa, Malena Galmarini, que para explicar el retiro de subsidios dio a conocer los casos de dos edificios donde viven personas de altos ingresos, y con los escraches públicos que se sucedieron en medios oficialistas que difundieron listados de ricos y famosos subsidiados e incluso los abordaron en la vía pública con la intención de avergonzarlos. Royón dijo por un lado que “mostrar un edificio emblemático puede servir para tener conciencia de lo que pagamos” pero por otro lado aclaró que no comparte la difusión de listas con nombres y apellidos ni la filtración de datos personales.
“Esa información no la manejamos desde nuestra secretaría. Y repito: hoy uno tiene que pedir el subsidio, antes el millonario, aunque fuera injusto, no pedía el subsidio. Nosotros vamos a cruzar datos con la AFIP. Siempre los datos personales deben estar protegidos. Es un principio legal”, concluyó.
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