El dólar libre finalizó negociado con alza de un peso este jueves, a $293 para la venta. La divisa en el mercado paralelo, que viene de repuntar 15% en junio y otro 24% en julio, mantiene una baja en agosto de tres pesos o 1 por ciento. Durante la rueda llegó a estar ofrecida a 294 pesos.
El dólar mayorista cerró con ganancia de 27 centavos, a 135,80 pesos. La brecha cambiaria con el dólar libre alcanza el 115,8 por ciento.
“El Gobierno encontró en Massa un driver para derrumbar un contado con liquidación alcista que sólo tenía por encima el máximo histórico de $432 (deflactado al presente) del 22 de octubre de 2020. En consecuencia, la brecha cambiaria, que había llegado a ubicarse en 161%, recortó a 109%, pero aun permanece en umbrales muy elevados y distorsivos para la economía”, definieron los analistas de Portfolio Personal Inversiones.
El economista Gustavo Ber puntualizó que “a partir de mayores apuestas hacia el carry-trade, aún acortando los plazos respecto al pasado por los riesgos asociados y el minucioso timing requerido, es que los dólares financieros amagan con reanudar una retracción, más allá de que el espacio para dicho recorrido ya resultaría más limitado y también requiere de avances concretos en la convergencia de desequilibrios económicos”.
El Banco Central anota compras totales por unos USD 119 millones en cinco sesiones consecutivas, aunque en el transcurso de agosto acumula ventas en el mercado interbancario por unos USD 729 millones de dólares.
La entidad monetaria afronta un 2022 negativo en la plaza cambiaria con ventas netas por USD 118 millones, cuando había obtenido un saldo neto a favor en el mismo lapso del año pasado de unos USD 7.346 millones al 17 de agosto de 2021.
Las reservas internacionales brutas se incrementaron el miércoles en USD 37 millones y se ubicaron en USD 36.902 millones, aún cerca de su piso desde octubre de 2016, al igual que el stock de depósitos en efectivo del sector privado en moneda extranjera.
“Para salir un poco del tipo de cambio fijo y la dolarización, la alternativa que propongo tiene como eje principal la independencia del Banco Central, que debería empezar desde el día 1 de gestión del próximo gobierno, sin esperar a alcanzar la sostenibilidad fiscal primero por el Tesoro. El presidente de la Nación debe garantizar la independencia del Banco Central, no el Congreso, no los intendentes del conurbano, no los gobernadores. Una ley ayudaría muchísimo pero no es suficiente”, afirmó Martín Uribe, profesor titular de Economía en la Universidad de Columbia.
En un encuentro convocado por la Universidad Austral, Uribe subrayó que “en está iniciativa, el cepo cambiario debería ser eliminado inmediatamente”.
En el misma mesa de debate, Isaac Alfie, ex Ministro de Economía y Finanzas de Uruguay, aseguró que “tener una moneda propia es central en el desarrollo del país y eso nos permite tener una política monetaria y, al mismo tiempo, enfrentar shocks externos de mejor manera, además de permitir ajustes cambiarios sin un traslado inmediato a los precios relativos”.
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