El Banco Central BCRA terminó la primera rueda operativa de la semana con compras por casi USD 20 millones, con lo que consiguió acumulando cuatro jornadas consecutivas con saldo a favor por su participación cambiaria.
La autoridad monetaria anota compras totales por unos USD 39 millones en cuatro sesiones, aunque en el transcurso de agosto acumula ventas en el mercado interbancario por unos USD 809 millones de dólares.
La entidad monetaria afronta un 2022 negativo en la plaza cambiaria con ventas netas por USD 198 millones, cuando había obtenido un saldo neto a favor en el mismo lapso del año pasado de unos USD 7.295 millones al 12 de agosto de 2021.
Las reservas internacionales brutas del BCRA disminuyeron en la semana pasada unos USD 197 millones y finalizaron en USD 37.014 millones, cerca de su piso más bajo desde el 14 de octubre de 2016.
Un estudio del IERAL de la Fundación Mediterránea señaló que “en el plano externo, la política oficial se orienta a suplir el problema de la escasez de reservas a través de endeudamiento externo y adelantos de exportaciones, sobre lo cual no existen aún mayores precisiones ni resultados. Se procura evitar una devaluación brusca del peso, pero sin poder controlar todavía las expectativas, que van en la dirección opuesta. Se trata de un escenario de política económica muy desafiante, en un marco de apoyo político cuya evolución se debe seguir a futuro”.
Los expertos de Consultatio Plus subrayaron que “en el plano cambiario es donde el tiempo corre mas rápido: el Gobierno ya casi no cuenta con reservas netas. La inacción dada por la falta de medidas responde a una limitación macro -una devaluación del tipo de cambio oficial no es viable en este contexto- y a otras políticas: avanzar en un esquema de desdoblamiento cambiario requiere de un aval del FMI, que recién esta semana comenzó a discutirse”.
Para el economista Gustavo Ber, “aún cuando en las últimas ruedas se vienen registrando saldos más estables en las intervenciones, el desafío sobre la dinámica de las reservas sigue en el centro de la escena para los operadores, y de ahí que se esperan contundentes definiciones para poder revertirla y no ‘puentes’ que en el mejor de los casos posterguen la resolución”.
“La fuerte suba en la tasa contribuye a extender la calma de los dólares financieros, toda vez que más allá de que se esperan avances concretos sobre los desequilibrios económicos, actúan como un imán para atraer operadores de corto plazo tentados por usufructuar de un nuevo capítulo de la novela del carry-trade, aún cuando se reconoce que una tasa efectiva cercana al 100% anual no resulta sustentable en el tiempo para la economía”, consideró el titular del Estudio Ber.
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