Steve Fossett conserva un récord mundial absoluto que nadie se ha atrevido a superar aún. En 2006, y a bordo de un avión experimental bautizado como “Virgin Atlantic GlobalFlyer”, circunnavegó el planeta durante 3 días, 4 horas y 45 minutos, recorriendo una distancia total de 42.4679 kilómetros sin realizar ninguna escala.
Para el momento de encarar la travesía del récord, Fosset, ciudadano estadounidense que se había convertido en millonario gracias a sus inversiones en Wall Street, ya había realizado varias hazañas de resistencia a lo largo de su vida.
Atravesó el Canal de la Mancha a nado; fue la primera persona en cruzar el Océano Pacífico en solitario a bordo de un globo aerostático, para luego dar la vuelta al mundo del mismo modo; volvió a circunvalar el mundo en un barco a vela sin hacer escalas; y se había convertido, también a bordo del “Virgin Atlantic GlobalFlyer”, en la primera persona en dar la vuelta al mundo en aeroplano en solitario y sin escalas, esa vez el vuelo duró 67 horas.
Para el año 2007 parecía que Fossett ya había realizado todas las hazañas aéreas y batido todos los récords a los que cualquier mortal puede aspirar, pero todavía faltaba algo más en la mente de este hombre que desde pequeño había demostrado su pasión por la aventura, escalando montañas en California con su grupo de scouts.
Fossett quería batir el récord de de velocidad sobre tierra con un vehículo propulsado por un motor que alcanzase cerca de los 1.300 kilómetros por hora. Para ello, se decidió a encontrar un lago seco que le permitiese realizar la hazaña.
Salió un 3 de septiembre de 2007 desde su rancho Conrad Hilton, en Nevada, en un aeroplano monomotor en busca del lugar ideal, pero nunca más se lo volvió a ver. Fossett desapareció sin dejar rastro.
Desde ese momento, se llevaron diversas labores de rescate por tierra y aire que fueron muy complicadas debido a que Fossett no le había dicho a nadie su plan de vuelo. Tras un mes desde su desaparición, los investigadores del caso concluyeron que el avión del millonario había sufrido un accidente, y un juez del Estado de Illinois lo declaró legalmente muerto en febrero de 2008, por petición de su viuda, que había dijo en un comunicado que no había “más planes para búsquedas adicionales” de su desaparecido esposo.
Sin embargo, a comienzos de octubre de aquel año, la investigación volvió a abrirse cuando en la localidad de Mammoth Lakes, entre California y Nevada, después de que una pareja de excursionistas encontró por casualidad ropa y algunos objetos personales que pertenecieron a Fossett. Entre ellos había una remera, monedas y una tarjeta de identificación con su nombre.
Tras el hallazgo, las autoridades de California enviaron a la zona nuevas expediciones por tierra y aire que permitieron encontrar en una zona montañosa a tres mil metros sobre el nivel del mar, los restos del avión Bellanca 8KCAB monomotor que pertenecía al aventurero.
La policía californiana declaró en aquel entonces que si bien se había dado con los restos de la aeronave, no se había encontrado dentro del fuselaje el cuerpo del piloto, lo que reavivó las esperanzas de sus familiares. “Estoy esperanzada de que esta búsqueda localizará los restos de mi marido”, dijo en una declaración Peggy Fossett, la viuda del multimillonario.
Sin embargo, las autoridades habían declarado que por el estado en el que había sido encontrado la aeronave, hacía dudar “seriamente” de la posibilidad de que Fossett haya salido de la aeronave antes de que se estrellase. Y tal como anticiparon los investigadores, meses más tardes se encontraron restos óseos a varios kilómetros del lugar del siniestro que luego se confirmó a través de pruebas de ADN que se trataba del millonario. Se especuló con que los restos habían sido esparcidos a esa distancia por animales salvajes de la zona.
A pesar de su fallecimiento, Fossett seguirá en el recuerdo de todos los amantes de la aviación y la aventura, por haberse convertido en uno de los pocos hombres en haber dado la vuelta al mundo tanto por tierra como por aire, y por haber sido durante toda su vida un perseguidor de las más intrépidas hazañas.
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