Inversores extranjeros quieren saber si la reducción del déficit y de la emisión que prometió Argentina se pueden cumplir

En los últimos días hubo desembarcos de adminsitradores de cartera en Buenos Aires y muchos contactos telefónicos. La mirada está puesta en un posible rally pensando en las próximas elecciones

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El presidente Alberto Fernández y
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa (Télam)

En los últimos días se sucedieron los contactos y también algunas visitas de inversores internacionales a la Argentina. La llegada de Sergio Massa como nuevo “hombre fuerte” de la economía despertó curiosidad y también algo de expectativa. El giro del Gobierno a un enfoque más realista para encarar los problemas de la economía no pasó desapercibido. Y lo que está detrás de ese interés es buscarle una respuesta quizás imposible a un interrogante: ¿llegó el momento de volver a poner una ficha en la Argentina?

Tanto las acciones como los bonos tuvieron un “rally” ni bien se conoció la noticia de la designación de Massa. Sin embargo, en los últimos días este movimiento parece haber entrado en una meseta o quizás etapa de agotamiento.

Ayer hubo un claro llamado de atención. Mientras Wall Street tenía una fuerte suba por el buen dato de inflación en los Estados Unidos, las acciones argentinas no consiguieron sumarse a la “fiesta”. Los bancos profundizaron las pérdidas que habían tenido el día anterior y otras compañías incluso del rubro energético, como Pampa, también terminaron en rojo. Los bonos, en cambio alternaron algunas alzas y bajas, sin definir una tendencia clara.

El giro del Gobierno a un enfoque más realista para encarar los problemas de la economía no pasó desapercibido

En definitiva, todavía no está claro si hay un “trade electoral” por delante, es decir apostar a un cambio de ciclo política que impulse los precios de acciones y bonos en forma decidida. En la previa a la victoria de Mauricio Macri, en 2015, esa apuesta arrojó ganancias espectaculares. Y en 2019, con la victoria de Alberto Fernández, sucedió lo contrario y los inversores sufrieron un palo histórico.

La principal inquietud de las entrevistas que mantuvieron por estas horas inversores extranjeros con economistas y políticos locales es hasta dónde puede llegar Massa. Descartada la posibilidad de reformas estructurales o de ir a fondo, la inquietud es si se avanzará efectivamente con la reducción del déficit fiscal para cumplir con el FMI y también se podrá cumplir con la promesa de menor emisión monetaria, incluyendo el cierre de la ventanilla de adelantos transitorios hasta fin de año.

¿Habrá rally de bonos y
¿Habrá rally de bonos y acciones hasta las elecciones del año que viene? (EFE/Justin Lane)

En otras palabras, el test que deberá afrontar Massa con los mercados pasa por avanzar decididamente en la disminución del rojo fiscal. El avance sobre las tarifas fue interpretada como una señal clara en esa dirección, que permitiría un ahorro de cerca de $150.000 millones hasta fin de año. Sin embargo, serán necesarios otros recortes o más ingresos para al menos acercarse a la meta de déficit de 2,5% comprometida con el Fondo.

El canje de bonos en pesos que concretó el Tesoro esta semana resultó un dato significativo, al clausurar al menos en forma momentánea la principal ventanilla de emisión de pesos para el Banco Central. Entre junio y julio tuvo que emitir arriba de los dos billones para salir a ponerle un piso a los títulos en moneda local y no perder el financiamiento interno. Logró el objetivo, pero pagó un alto costo.

Luego del rally que tuvieron acciones y bonos al conocerse el desembarco de Sergio Massa en el Gabinete, ahora la expectativa de los inversores está puesta en que cumpla sus promesas de reducción del déficit y de la emisión monetaria. Una nueva suba de tasas también iría en la misma línea que observan los mercados

Ahora el horizonte quedó más despejado desde el punto de vista financiero, con vencimientos importantes en deuda local recién en diciembre, por alrededor de 1,5 billones de pesos.

Adcap Grupo Financiero, uno de los principales administradores de cartera local, también emitió un sugestivo documento. Allí indica que los bonos podrían tener un rally de casi 50% hasta las elecciones del año que viene, con independencia de quién gane. La explicación es que se va a un comicio con dos candidatos “moderados”, que reduce la polarización y las chances de nuevos experimentos populistas. Aún está por verse si este tipo de “enfoque” empieza a prender entre los jugadores extranjeros en las próximas semanas o meses.

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