Si bien la mega licitación de bonos tuvo un 85% de aceptación y redujo considerablemente la deuda que vencía en agosto, setiembre y octubre, el costo fue elevado. Los vencimientos para esos tres meses eran de $2,5 billones y la Secretaria de Finanzas captó $2 billones. Pero la tasa de endeudamiento es más elevada porque en el paquete de los bonos que entraron al canje había Letras de Descuento a tasa fija que ahora se transformaron en bonos duales que ajustan por el precio del dólar oficial o la inflación, de acuerdo con lo que más le convenga al inversor cuando venzan estos nuevos títulos. Los bonos duales vencen dentro de un año, en julio, agosto y setiembre de 2023.
Detrás del alto porcentaje de aceptación está la enorme mano que dio el sector público. El 62% de los oferentes que eligió los títulos más largos, los que vencen en setiembre, fueron el Banco Central que canjeó los bonos que ajustan por CER que compró el último tiempo para que no se desmoronen las paridades y los organismos públicos incluidos el ANSES. El resto fueron bancos que, prácticamente, estaban obligados a participar por temas de balance.
De los inversores privados voluntarios, solo el 20% aceptó canjear sus títulos. El 80% prefiere que se los paguen al vencimiento. Estos inversores representan 15% de los $ 480.000 millones que quedaron sin renovar y vencen en estos tres meses.
“Más allá de que haya salido bien este canje de deuda del Tesoro, se necesitan en el corto plazo medidas concretas, puntuales, que apunten a resolver el frente fiscal por un lado y el frente cambiario por el otro, en el marco de un programa macro consistente con una visión de equilibrio general que es lo que falta. Si no aparece pronto, el efecto Massa comenzará a diluirse”, señaló Federico Furiase director de Anker Latinoamérica y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.
Tras la licitación, se aguarda el jueves el dato de la inflación y una nueva suba de las tasas de interés de entre 5 y 6 puntos que elevará la tasa de referencia a entre 65 y 66% anual y la de plazos fijos a 30 días a entre 66 y 67% anual. En otras palabras, seguirán siendo negativas, mientras el Tesoro se endeuda a tasas que reconocen la inflación en toda su amplitud.
Los dólares financieros subieron tras la fuerte baja de los bonos AL30D (-3,6%) y GD30D (-2,8%) que se utilizan para operar. Los aumentos fueron dispares. El MEP avanzó 26 centavos a $279,20 y el contado con liquidación, después de rozar los $290, cerró en $287,66 lo que representa un aumento de $3,90 (+1,4%). El “blue” volvió al precio de $291 al crecer $1.
“Más allá de que haya salido bien este canje de deuda del Tesoro, se necesitan en el corto plazo medidas concretas, puntuales, que apunten a resolver el frente fiscal por un lado y el frente cambiario por el otro” (Federico Furiase)
En la plaza oficial, hubo una aceleración del ritmo de devaluación y el dólar mayorista subió 28 centavos a $133,85. De todas maneras, el monto de negocios fue tan escaso como en la rueda anterior y alcanzó a USD 208 millones. Por la ausencia de los exportadores, el Banco Central se vio obligado a vender USD 64 millones para atender las importaciones. De esta manera, las reservas quedaron en un nivel crítico de USD 32.067 millones al bajar 88 millones.
“La evolución de los dólares no fue buena. Si bien no volvieron a los niveles de $350 hay que tener en cuenta que el inicio de esta corrida se hizo cuando estaba en $210. Entonces que los tengamos cerca de $290 no es buena señal. Que no hayan tomado una nueva tendencia bajista, debe preocupar. El mercado pretende más medidas que anuncios. Quieren saber cómo van a lograr las medidas que anunciaron. El rebote fue leve y la preocupación es si será el inicio de una tendencia. Yo al mercado lo veo dubitativo. Parece que no tuvieran definido hacia dónde ir. Lo que es preocupante es el tema de las reservas porque nadie ve cómo se corta esta tendencia. Es verdad que van a ir aflojando las importaciones de energía en la segunda parte de este mes, pero así y todo con el cepo que impusieron no hay incentivos para que lleguen dólares. Habrá algo de liquidaciones, pero no van a liquidar anticipadamente. Mientras exista el cepo nadie va a traer dólares y la brecha incide muchísimo y no se resuelve devaluando sino con menos cepo y con menos pesos. Esas son las dos variables que van a reducir la brecha sin devaluar”, opinó el analista financiero Christian Buteler.
Los bonos de la deuda, en tanto, pagaron el costo de la caída de las Bolsas de Nueva York y los fondos cambiaron de rumbo al ver caer sus activos por el temor que infunde el anuncio que se hará hoy sobre el crecimiento de la inflación.
Por eso el EME, el indicador de los países emergentes, cayó 0,2% pero a la Argentina le pegó más fuerte y el riesgo país aumentó nada menos que 104 unidades (+4,5%) a 2.470 puntos básicos y se acercó al nivel que tenía antes del nombramiento de Sergio Massa como ministro de Economía.
En cambio, el EWZ de Brasil subió 0,2% tras conocerse la deflación de julio.
“La evolución de los dólares no fue buena. Si bien no volvieron a los niveles de $350 hay que tener en cuenta que el inicio de esta corrida se hizo cuando estaba en $210. Entonces que los tengamos cerca de $290 no es buena señal” (Cristian Buteler)
La Bolsa sintió el cambio de frente del viento y operó apenas $1.193 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, terminó con una baja de 1,63% en pesos y 3,09% en dólares. Las acciones más afectadas fueron las de Transportadora de Gas del Norte (-4,81%), Cresud (-4,56%) y Banco Macro (-4,27%).
Los ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- negociaron tan solo $5.345 millones y su balance fue negativo. Las mayores caídas fueron para el sector financiero. Banco Macro perdió 5,9%; Banco Francés, 5% y Supervielle, 4,5%.
La suerte de hoy la decide la inflación norteamericana. Es una considerable cantidad de dinero la que se vuelca en la región cuando reaccionan las Bolsas de Nueva York. Por el contrario, cuando caen, los dólares vuelan de regreso a Estados Unidos a buscar refugio en los bonos del Tesoro.
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