Este jueves, el Gobierno dará precisiones sobre el nuevo esquema de subsidios para las tarifas de gas y electricidad y topes al consumo que adelantó el ministro de Economía Sergio Massa la semana pasada, luego de asumir en el cargo. Aun quedan varias dudas sobre cómo funcionará el nuevo esquema de tarifas, sobre todo los plazos para su aplicación. Las empresas distribuidoras aseguraron que aun no recibieron detalles de los cambios ni los listados de los usuarios a los que deberán facturar la tarifa plena, sin subsidios.
Según fuentes oficiales, participarán del anuncio el ministro de Economía junto a la nueva secretaria de Energía, Flavia Royón y otros subsecretarios del área. Lo que se sabe hasta ahora es que los usuarios que no se anotaron en el formulario para mantener los subsidios perderán ese aporte del Estado en forma gradual. Aunque se hizo un corte el 31 de julio, el formulario para solicitar conservar los subsidios seguirá abierto al menos durante todo el mes de agosto.
Aunque se hizo un corte el 31 de julio, el formulario para solicitar conservar los subsidios seguirá abierto al menos durante todo el mes de agosto
En el caso del gas, ya hubo una definición —la Resolución 610 de la Secretaría de Energía— sobre cuándo se aplicarán las nuevas tarifas a los usuarios que dejen de recibir los subsidios (los de mayor poder adquisitivo y a los que no hayan completado sus datos el formulario): el primer aumento se aplicará a los consumos de gas por redes a partir del 31 de agosto. El segundo ajuste gradual, en tanto, se aplicará a los consumos realizados a partir del 31 de octubre y el tercer ajuste será a partir del 31 de diciembre. Aun no hay fechas para el caso del servicio de energía eléctrica.
Los valores detallados en la resolución corresponden al precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST). Este es solo uno de los componentes del precio final de la factura que reciben los usuarios —representa cerca de un tercio del valor total— a lo que luego se suma el costo del transporte, la distribución y los impuestos y tasas de cada distrito.
En las empresas distribuidoras estimaban que si se cumple lo previsto en el decreto, las nuevas tarifas se aplicarán a los consumos del mes de septiembre en adelante. Las empresas realizan lecturas del medidor bimensuales, pero luego la facturación es por mes (el consumo total se divide por dos).
Las empresas también esperan conocer cómo van a ser las bases de clientes que se van a compartir desde los entes reguladores para poder cruzarlas con sus propios datos de consumo y cuáles son plazos para aplicar los nuevos criterios de segmentación como de tope mensual de consumo.
Hasta ahora, sin quita de subsidios, en promedio el Estado asume a su cargo el 75,6% del costo del abastecimiento del gas que reciben los hogares
El precio del gas que se traslada a la tarifa deriva del porcentaje que cubre el Estado Nacional del precio que reciben las empresas productoras de gas natural y el costo del gas importado de Bolivia y del GNL. Hasta ahora, sin quita de subsidios, en promedio el Estado asume a su cargo el 75,6% del costo del abastecimiento del gas que reciben los hogares.
En el caso del la subzona tarifaria Buenos Aires Norte, el precio del gas pasará de $10,05 por metro cúbico a $13,93 en el primer ajuste (un 38,6% más); luego a $19,32 (92,2% más) y finalmente a $26,79 en el último ajuste, donde se refleja el precio de la tarifa plena sin subsidios (166,5% más). De todos modos, estos porcentajes no son los aumentos finales que verán los usuarios en sus facturas, ya que el precio del gas en el ingreso al sistema de transporte es solo uno de los cuatro componentes de la tarifa total que deben abonar mensualmente.
Por otro lado, también se adelantó que entre los más de 9 millones de hogares que pidieron mantener el subsidio al gas y la electricidad durante las últimas semanas, el Gobierno va a aplicar topes a la tarifa subsidiada. En el caso de la energía eléctrica, se subsidiará hasta 400 kwh (por encima de ese nivel de consumo, se pagará la tarifa sin subsidio). Esto abarca al 80% de los usuarios, pero solo el 50% del consumo residencial, según detallaron desde el Gobierno. En el caso del gas, el tope aun no fue definido. Con todo, los topes serán distintos por regiones, donde se tendrán en cuenta las diferencias climáticas y el costo de distribución, así como también la estacionalidad.
De acuerdo con información del sector, en el AMBA, el consumo mensual promedio se encuentra en torno a los 300 a 320 kWh. Pero que el factor estacional es clave: el pico de consumo de este año, por ejemplo, fue en febrero. Fuentes de las empresas recordaron que la quita de subsidios aplica al costo de la energía y no al valor agregado de la distribución (VAD), que es diferente según cada jurisdicción, lo que genera grandes brechas en el precio final entre usuarios de diferentes provincias.
El formulario para mantener los subsidios fue completado por los titulares de 9 millones de hogares. Del total, unos 400.000 no cumplieron con algunos de los requisitos para mantener el aporte estatal
En el caso del servicios de agua que brinda la empresa Aysa, ya hubo un incremento de 20% a partir de julio y habrá un 10% acumulativo en octubre (una suba total del 32% para el 2022, por debajo del caso del gas y la electricidad). En septiembre se comenzará a aplicar la segmentación también para ese servicio, aunque no se definió si se usarán los mismos datos del formulario que se completó para los subsidios de gas y electricidad.
El formulario para mantener los subsidios fue completado por los titulares de 9 millones de hogares. Del total, unos 400.000 no cumplieron con algunos de los requisitos para mantener el aporte estatal. Por otro lado, se estima que unos 4 millones de hogares no ingresaron sus datos, posiblemente porque excederían el nivel de ingresos para contar con la tarifa subsidiada o por no contar con información.
De esa forma, la estimación oficial es que de los 9 millones de usuarios que pidieron mantener los subsidios, cerca de 1,8 millones superan los consumos mensuales de 400 kwh y tendrán incrementos cuando pasen ese tope. Así se suman a los 4 millones que no pidieron subsidios y dan un total aproximado cercano a los 6 millones de hogares.
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