La “luna de miel” de Sergio Massa con los mercados parece haber finalizado y ahora los inversores esperan más medidas concretas y resultados para redoblar la apuesta por acciones y bonos argentinos. Un reflejo de esta mayor cautela se reflejó en la brecha cambiaria, que ya hace varios días se resiste a perforar el nivel de 100%.
El flojo día que tuvieron los activos argentinos es una mala señal para el objetivo de ir reduciendo la distancia entre los dólares financieros y el tipo de cambio oficial. Ayer el contado con liquidación finalizó a $ 288 y la brecha en relación al dólar minorista se extendió a 105%, mientras que en el caos del dólar MEP se ubicó en 99,45%.
La expectativa de al menos una parte del mercado era que los dólares financieros regresaran a niveles parecidos a los que dejó Martín Guzmán al renunciar, o sea alrededor de los $ 250. Sin embargo, luce como un objetivo difícil, que requeriría de un fuerte aumento de los niveles de confianza de los inversores.
Los distintos tipos de cambio tuvieron caídas significativas en las últimas dos semanas, pero ahora encontraron un piso en sus cotizaciones, al menos momentáneo. El “contado con liquidación” llegó a superar los $ 340, mientras que el dólar MEP superó los $ 320. Todas las cotizaciones ahora se mantienen levemente por debajo de los $ 290.
Los dos billones de pesos que el Tesoro consiguió canjear, extendiendo vencimientos hasta septiembre de 2023, es una señal que debería impactar positivamente. Se trata de un paso importante, porque aleja el fantasma del “reperfilamiento” de la deuda en pesos. Además, se reduce drásticamente la necesidad de emisión de pesos por parte del Central para sostener las cotizaciones de los bonos. Se trata de una de las principales ventanillas de expansión monetaria de los últimos meses, por lo que se trata de una importante novedad que debería colaborar para la reducción gradual de la inflación.
Ahora se aguardan novedades en relación a otras cuestiones que Massa planteó en su agenda de trabajo. Posiblemente lo más significativo pase por el fortalecimiento de reservas, a partir del compromiso de sectores exportadores de adelantar USD 5.000 millones. Ayer el titular del BCRA, Miguel Pesce, aseguró que el swap de monedas con China “se está utilizando”. En el mismo sentido, desmintió que se estuviera echando mano a los encajes de los depósitos en dólares
La expectativa ahora está puesta en el impacto que el exitoso canje de la deuda en pesos tendrá en los dólares financieros. El alargamiento de vencimientos hasta septiembre de 2023 (post PASO) implica un menor riesgo de expansión monetaria para sostener a los bonos en moneda local, como ocurrió en junio y julio
Ayer fue una jornada fuertemente negativa para los bonos argentinos, con un riesgo país que subió hasta los 2.470 puntos básicos. Si bien se trató de una jornada negativa para Wall Street y los mercados emergentes, la caída de los bonos en dólares resultó especialmente notable. El título surgido del canje que vence en 2041 perdió nada menos que 6,4% y devolvió parte de las ganancias que venía acumulando en las últimas dos semanas, especialmente desde que se conoció la designación de Sergio Massa como ministro de Economía. Otros títulos de largo plazo (2038 y 2046) cayeron en promedio 5,5%.
En el caso de los títulos más cortos, que venían siendo los más castigados, los precios volvieron a caer a niveles de entre USD 21 y U$S 23, aunque todavía por encima del piso de USD 18 que llegaron a mostrar en julio.
Las acciones también tuvieron una mala jornada, con pérdidas muy superiores al promedio de emergentes. Los bancos sufrieron la segunda caída consecutiva, pero con rojos mucho más marcados. En el caso del Macro la merma llegó a 6,9%, Supervielle 4,5% abajo y el Galicia terminó con un negativo de 3,5%. También hubo caídas menos significativas en el caso de YPF, Pampa e incluso Edenor.
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