La pérdida de dólares continuó. El Banco Central por novena rueda consecutiva tuvo que vender USD 84 millones para pagar las importaciones de energía y perdió USD 56 millones de las reservas que quedaron en USD 37.155 millones. En ese lapso la salida de dólares de las reservas fue de USD 2.308 millones lo que da un promedio diario de USD 256 millones.
Si Sergio Massa piensa que reunir USD 5.000 millones por adelanto de exportaciones soluciona el problema, la realidad le dirá que no. Al actual ritmo de ventas significaría oxígeno para menos de 18 días y la meta es llegar a marzo próximo cuando comience la liquidación de la cosecha gruesa.
Hoy las reservas son una ecuación que no se puede resolver con los mecanismos que el gobierno tiene a su alcance. La pregunta lógica y de respuesta difícil es porque bajaron los dólares alternativos y el “blue” cuando continúan la caída de reservas y el goteo de los depósitos en dólares.
“Fue un día de una apatía total. El Mercado único y Libre de Cambios (MULC) a las 13.30 llevaba operado apenas USD 10 millones y al cierre se operaron USD 200 millones, lo que también es muy poco, y volvieron a perder divisas (USD 84 millones). El problema es que el congelamiento del MULC sigue estando presente y es grave para las reservas”, señaló el analista financiero Leonardo Chialva.
“Lo positivo es que hubo una fiesta latinoamericana con mucha suba de los activos brasileños. Petrobras aumentó más de 5% y el EWZ (índice de acciones y bonos de Brasil) más de 3%. Claramente está entrando plata a la región producto de las bajas valuaciones que tienen los activos. Y nosotros estamos muy pegados a esos movimientos. Vemos que entra plata a la Argentina y suben las acciones y bonos en consonancia con lo que está pasando en el resto de la región. Hay un sentimiento de mayor riesgo en el mundo”, agregó Chialva.
Sobre el lanzamiento del bono dual dijo: “El mayor volumen del día pasó por algunas letras que se van a canjear por estos títulos que ajustan tanto por inflación como por devaluación. Es una apuesta binaria que fue usada en el pasado. Caputo lo utilizó en un momento de crisis en el Gobierno anterior y después Alberto Fernández lo reperfiló con el AF20. Hay mucho entusiasmo con ese bono que hizo perder la memoria del corto plazo porque suele ser un instrumento que se emite en circunstancias delicadas y que generalmente en el ajuste o shock externo, este tipo de bonos, al menos en el pasado, ha sido tratado en condiciones bastante favorables. Es un buen punto para el nuevo ministro que emite un instrumento que captó la atención de los inversores y despertó cierto entusiasmo. Todavía hay mucha expectativa, pero poca concreción”, agregó.
La respuesta del mercado fue la suba de todos los bonos que se pueden canjear por los duales que tienen vencimiento en junio, julio y setiembre próximos. Es una manera de patear la deuda un año adelante.
Los bonos elegibles para el canje fueron los más buscados. Las Lecer subieron hasta 1,87% y las Ledes, 0,50%.
Los dólares, por la llegada de fondos del exterior, tuvieron un día tranquilo. Los bonos que se utilizan para operar los dólares financieros tuvieron alzas de hasta 2,4% como fue el caso del AL30D. El MEP tuvo una ligera suba de 16 centavos a $278,94 y el contado con liquidación perdió $1,02 (-0,3%) y cerró en $283,76. El “blue” bajó $1 a $292.
El riesgo país ante la suba de los bonos en dólares retrocedió 34 unidades (-1.4%) a 2.364 puntos básicos.
La Bolsa tuvo un volumen importante de operaciones de $1.787 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 2,46% en pesos y 2,7% en dólares. Lo mejor pasó por YPF (+5,61%), Banco Macro (+4,65%) y Transportadora Gas del Sur (+4,59%).
El volumen operado en ADR’s (certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York) cayó a la mitad. Se negociaron apenas $5.585 millones. YPF (+6,7%), Despegar (+5,3%) y Transportadora Gas del Sur (+4,8%) fueron los más destacados.
Para hoy se espera que continúe el ingreso de fondos del exterior, pero no es un tema que dependa de la nueva gestión sino del humor de los mercados del exterior que esperan una recesión leve y una inflación que pronto puede empezar a bajar en Estados Unidos.
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