De la mano de una serie de medidas ortodoxas, Brasil logró en julio que la inflación bajara, mientras que la Argentina se colocó en el tope del ranking regional.
Los precios al consumidor en Brasil cedieron 0,68% mensual en julio, la mayor caída desde el inicio de la serie histórica en 1980, con lo cual acumularon 10,07% en 12 meses, informó este martes el instituto de estadísticas oficial (IBGE), según las agencias internacionales.
Los expertos consultados por Infobae explicaron los motivos de la deflación brasileña, en contraposición con el aumento exponencial de la inflación en la Argentina, que en julio registró una suba mayor que Venezuela, según los datos privados de ambos países.
El dato, que supone la primera caída en la inflación desde mayo de 2020, se contrapone con la tendencia que atraviesa Brasil y que ha dado lugar a fuertes incrementos en la tasa de interés desde el año pasado. El Banco Central de Brasil apunta a colocar las tasas en el 14 por ciento a fin de este año.
Suba de las tasas de interés y baja de impuestos es la fórmula de Brasil para haber logrado este resultado
Cabe recordar que en junio, los precios minoristas habían avanzado 0,67% y acumuló 11,8% en 12 meses.
La tasa de julio “fue influenciada principalmente por el sector de Transportes, que tuvo la caída más intensa (-4,51%), y contribuyó con el mayor impacto negativo (-1,00 punto porcentual) en el índice”, precisó el IBGE en un comunicado. El retroceso en esa categoría se explica por la reducción del precio de los combustibles (-14,15%) en el periodo, a partir de una reducción en impuestos estatales.
Además, la empresa estatal Petrobras llevó adelante varios recortes después de que Bolsonaro cambiara por tercera vez a finales de junio a su presidente, tras críticas a la política de precios de la compañía, y en el camino a las elecciones en las que se juega su reelección frente a Lula.
También cayó en julio el precio de la energía eléctrica residencial (-5,78%), como “consecuencia de una reducción tarifaria e impositiva”, se indicó.
Con el resultado de julio, la inflación se ubicó en los primeros siete meses del año en 4,77%, cerca del límite de la meta del Banco Central de 5% para 2022. Las medidas adoptadas para bajar la inflación, aclararon algunos economistas, tienen dos costos: aumentan el déficit fiscal y desaceleran el nivel de actividad.
La inflación de los primeros 7 meses en Brasil fue del 4,7%, frente al 45% de la Argentina
Por otra parte, el indicador oficial de julio fue inferior al promedio de -0,65% de casi 40 instituciones financieras y consultoras encuestadas por el diario económico Valor.
Suba en los alimentos
En cambio, los alimentos y bebidas continuaron al alza, con una suba de 1,3%, impulsada entre otras cosas por el incremento de 25,46% de la leche larga vida. El acumulado del rubro en 12 meses subió al 14,7%.
Esta inflación provocó que el gobierno de Bolsonaro aumentara el plan Auxilio Brasil de un mínimo de 400 hasta 600 reales (alrededor de 117 dólares al cambio actual), desde este mes hasta diciembre, a 20,2 millones de familias vulnerables. Además, se pagarán ayudas para el gas a familias y un apoyo a camioneros, sector clave en el apoyo electoral a Bolsonaro en las elecciones de 2018.
Una de las herramientas clave del gobierno ha sido las 12 subas consecutivas de las tasas de interés del Banco Central de Brasil (BCB) que ha dejado su valor de referencia en 13,75% y se prevé que en los próximos meses haya una suba adicional.
Argentina, la contracara
Consultados por Infobae, los expertos Luis Palma Cané, Marcelo Elizondo y Gabriel Zelpo coincidieron en destacar las medidas adoptadas por Brasil para lograr este resultado, que dejaría la inflación del año entre el 7 y el 8 por ciento, frente al 90-100 por ciento que se estima para la Argentina.
Mientras que las consultoras prevén que Brasil termine el año con una inflación del 8%, para la Argentina se prevé un índice que rondará entre el 90 y el 100 por ciento
Este jueves se conocerá el dato de julio del Indec, aunque las consultoras estimaron que rondará el 7,5%, el índice más alto en las últimas 3 décadas, por lo que habrá acumulado 45% desde enero y 70% en el último año.
Latinfocus prevé que la inflación brasileña se ubique en el 8% a fin de diciembre, frente al 90% calculado por las consultoras relevadas por el BCRA este mes para la Argentina, aunque algunas ya prevén que ronde el 100 por ciento.
Brasil registró una inflación del 4,5% en 2020, del 10,1% en 2021, este año llegaría al 8% y el próximo al 4,7%; la Argentina registró 36,1% en 2020 y 50,9% en 2021, mientras que este año se acercaría al 100% y en 2023 al 62 por ciento.
En julio, luego de la Argentina se ubicó Chile con el 1,4% (13,1% en un año); Colombia 0,8% (0,3%); Uruguay 0,7% (9,2%); Paraguay 0,7% (11,1%); México 0,7% (8,1%); Bolivia 0,6% (2%) y Ecuador 0,2% (3,9%).
Marcelo Elizondo dijo que la caída de los precios se explica en Brasil “primero por la suba de la tasa de interés y segundo, lo más importante, por reducciones impositivas, sobre todo los impuestos que se componen de la tarifa de los servicios públicos”.
“Cuando vos tenés una economía estable, la baja de impuestos se refleja en precios, con una reforma impositiva, incluso con la reducción de aranceles a las importaciones que impulsó, algo que impacta en el Mercosur y que la Argentina no ha querido acompañar. Es un proceso sistémico de reducción de costos”, indicó Elizondo.
Gabriel Zelpo indicó que el factor principal fue “la baja de los impuestos a los combustibles en forma temporal y también se observó una deflación en bienes industriales, relacionada a la baja de impuestos a los productos industriales que realizó Bolsonaro y que no es temporal”.
“El otro factor que está ayudando bastante es que mejoraron las lluvias este año y con eso la producción de las represas hidroeléctricas y las facturas de electricidad. En resumen, la mejora es por reducción de impuestos temporales (combustibles) y permanentes (impuesto a productos industriales)”, indicó Zelpo.
En tanto, Luis Palma Cané dijo que “con suba de tasas y baja de impuestos Brasil está haciendo lo que tiene que hacer un país cuando quiere bajar la inflación, con un plan de estabilización y reformas para que la inflación pueda terminar el año cerca del 7% que quiere el banco central, frente a los disparatados índices de la Argentina”, que va camino a acercarse a la inflación interanual de Venezuela, muy por encima del resto de América latina.
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