El ministro de Economía, Sergio Massa, anunciará el próximo martes los niveles de aumentos en las tarifas de gas, energía eléctrica y agua que regirán en las distintas regiones del país. Según anticiparon, se buscará respetar las particularidades de cada zona, ya que los niveles de consumo promedio suelen ser más altos en algunas provincias de acuerdo a las temperaturas o la falta del servicio de gas natural.
Qué es lo que se definió hasta ahora:
- Perderán los subsidios todos los usuarios que no se hayan inscripto en el formulario para mantener el beneficio. En el Gobierno estiman que son unos 4 millones de hogares. Aun no se dieron a conocer los cuadros tarifarios para los distintos servicios.
La semana pasada se difundió una resolución con el nuevo valor del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), que es solo uno de los componentes del precio final de la factura que reciben los usuarios (también está el costo del transporte, la distribución y los impuestos).
Perderán los subsidios todos los usuarios que no se hayan inscripto en el formulario para mantener el beneficio. En el Gobierno estiman que son unos 4 millones de hogares
En este caso, los aumentos se aplicarán en tres tramos desde septiembre hasta fines de diciembre. En el caso del la subzona tarifaria Buenos Aires Norte, el precio del gas pasará de $10,05 por metro cúbico a $13,93 en el primer ajuste (un 38,6% más); luego a $19,32 (92,2% más) y finalmente a $26,79 en el último ajuste, donde se refleja el precio de la tarifa plena sin subsidios (166,5% más). Se estima que para fin de año el impacto podría ser de 90% sobre los precios actuales.
- La tarifa social queda afuera de la nueva política. “Significa que si un beneficiario de tarifa social se pasa de los 400 no se le cobra la tarifa plena sino que sigue pagando el valor correspondiente al beneficio”, dijeron fuentes oficiales .
- Para los que pidieron mantener los subsidios seguirá vigente la tarifa con subsidio pleno hasta consumos de 400 kWh mensuales en el caso de la electricidad. Por encima de ese tope, comenzarán a pagar la tarifa plena solo por los consumos incrementales. Por ejemplo, si se consumen 500 kWh se paga tarifa plena solo por los 100 kWh de más. “Superar el tope del consumo no hace caer la base del subsidio”, aclararon.
- El tope de consumo de los distintos servicios va a ser diferente de acuerdo a las particularidades de cada zona del país (según la temperatura o la capacidad de acceso a todos los servicios). Hay regiones, por ejemplo, que no cuentan con el servicio de gas natural y por lo tanto consumen más electricidad para cocinar y calefaccionar sus hogares.
- Se estima que de los 9 millones de usuarios que pidieron mantener los subsidios, cerca de 1,8 millones superan los consumos mensuales de 400 kWh y tendrán incrementos cuando pasen ese tope. Estos se suman a los 4 millones que no pidieron subsidios y dan un total aproximado cercano a los 6 millones de hogares que pagarán la totalidad o parte de sus facturas sin aporte del Estado.
- Un 80% de la población consume el 50% del total de la energía eléctrica en el segmento residencial. Mientras que el 20% de los usuarios de mayores ingresos consume el 50% restante. Sobre el tope para la tarifa subsidiada, la portavoz presidencial Gabriela Cerruti dijo: “No esperamos que paguen más tarifas sino que reduzcan un poco sus gastos energéticos. La nueva política en relación con las tarifas no tiene solamente un objetivo fiscal, sino que también persigue una idea de empezar a considerar que tanto el gas como la luz son bienes de difícil acceso en el mundo”.
- Para un usuario del AMBA del servicio eléctrico, según fuentes del sector, el consumo mensual promedio se encuentra en torno a los 300 y 320 kWh. Las empresas recordaron que la quita de subsidios aplica al costo de la energía —que es el mismo para todo el país— y no al valor agregado de la distribución (VAD), que es diferente en cada provincia y genera diferencias en los precios.
- En el caso del gas, la quita de subsidio se realizará por regiones, partiendo de las diferencias climáticas y costo de distribución, así como también la estacionalidad. En agua la aplicación se inicia en el mes de septiembre.
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