En medio de numerosas versiones, es inminente la llegada de cambios en la secretaría de Energía que conduce el kirchnerista Darío Martínez. Su alejamiento de ese cargo es uno de los rumores que ha circulado con insistencia desde la designación de Sergio Massa como ministro de Economía con la incorporación de las áreas de Desarrollo Productivo y Agricultura.
Según pudo saber Infobae en el Gobierno existe una decisión tomada de que Martínez abandone esa posición estratégica para la determinación del esquema de subsidios a los servicios públicos. Resta establecer quién será su reeemplazante y cuándo será formalizado el alejamiento del funcionario.
En su primera conferencia de prensa como ministro de Economía, Massa había evitado dar precisiones sobre la continuidad del equipo de funcionarios que integraban la secretaría de Energía. Este jueves por la tarde, la portavoz presidencial Gabriela Cerruti señalo que “habría novedades en la Secretaría de Energía”, sin dar más detalles del tema.
Martínez se mantuvo en su puesto tras el primer recambio en el Palacio de Hacienda con la salida de Guzmán y el arribo de Silvina Batakis, que no tocó al equipo de Energía en funciones. Pero la reconfiguración del gabinete que implicó el desembarco de Massa al Ministerio de Economía estaría enmarcado en una necesidad mayor para oxigenar el gabinete.
A lo largo del día corrió la versión de que el designado para el área sería Federico Bernal, actual interventor del Enargas, integrante del Instituto Patria y muy cercano a la vicepresidente Cristina Kirchner. El rumor no fue confirmado por Economía.
En agosto del 2020, Martínez había llegado a la secretaría como un referente del kirchnerismo en materia energética, en reemplazo del misionero Sergio Lanziani. Era legislador del PJ y presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados. En ese momento, además, la Secretaría de Energía pasó a depender del Ministerio de Economía, entonces a cargo de Martín Guzmán.
Tensiones
Martínez tuvo un rol algo lateral en medio de la fuerte tensión que protagonizaron Guzmán y Matías Kulfas, ex ministro de Desarrollo Productivo, con el resto del sector energético K. Guzmán no pudo echar a Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica, como había intentado hace poco más de un año, y en medio de su estrategia para bajar los subsidios y llegar a las metas de reducción del déficit pactadas con el FMI, quedó afuera del Gobierno. Logró aumentar las tarifas, algo que no apoyaron Cristina Kirchner ni sus funcionarios, pero nunca pudo implementar su esquema de segmentación de subsidios, y se fue.
En marzo de este año, Infobae publicó una carta oficial que Martínez le dirigió a Guzmán a horas de sellarse el acuerdo con el FMI.
Decía que Argentina se iba a quedar sin recursos para pagar el gas en marzo, que había recibido sólo el 20% de los fondos que necesitaba para ese mes y describió un escenario demoledor. “En el ejercicio de mis funciones como Secretario de Energía, consciente de las necesidades que se deben afrontar durante el corriente mes para mantener los servicios básicos imprescindibles y actividades críticas vinculados a mi área, es que por la presente rechazo el recorte impuesto por los Techos de Caja, advirtiendo sobre las consecuencias desastrosas para el país que ello implica”, escribió. Fue un escándalo.
“Hemos acordado con la Secretaría de Hacienda los nuevos techos, y la planificación financiera para el mes de marzo, que garantiza el funcionamiento del sistema energético en su conjunto, la provisión de Gas por redes y la Generación de Energía Eléctrica, y el cumplimiento de los programas de pago y las obligaciones la Secretaría de Energía”, dijo horas después.
Dos meses después, en medio de la fuerte escasez de gasoil en todo el país, se cruzó con el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, por quien era responsable por los faltantes. Martínez culpó a Guerrera por la tensión que se vivía en las rutas de todo el país.
Minutos después de la llegada de Massa al Gobierno, desde el kirchnerismo salieron a decir que no iba a haber cambios en Energía. “Siguen porque lo que está pasando significa que teníamos razón. Faltan dólares y hay desequilibrio en las cuentas y necesidad de importar más de la cuenta por falta de previsión energética. Dijimos que el sistema de segmentación iba a ser un fracaso, y lo es”, aseguraron apenas unos días atrás.
Casilleros vacíos
Mientras tanto, en las frenéticas jornadas que se viven en el ahora unificado Ministerio de Economía, Producción y Agroindustria se esperan para las próximas horas definiciones de otros dos puestos que todavía no tienen nombre asignado. Este mismo viernes, según pudo saber Infobae, se anunciarán el Secretario y subsecretaria de Economia del Conocimiento, por un lado, además del Secretario y subsecretaria de Programacion Economica.
Programación Económica es un puesto clave, una suerte de “vice” de Sergio Massa, para el que sonaron ya distintos nombres de macroeconomistas que puedan aportar algo de su prestigio a un ministerio de Economía con un fuerte componente político y no tanto nombre fuerte a nivel técnico. Esta mañana, el ex representante de Roberto Lavagna en el Banco Central, Gabriel Rubinstein, era uno de los nombres más mencionados para ese puesto.
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