La fintech Geopagos, dedicada a proveer de infrastructura a empresas de medios de pagos en toda la región, obtuvo USD 35 millones en su primera ronda de inversión, liderada por Riverwood Capital, un inversor global en empresas de tecnología de alto crecimiento, con la participación del fondo de inversión Endeavor Catalyst. “La ronda representa el primer financiamiento institucional de la empresa y facilitará la aceleración de su plan de expansión en América Latina al mismo tiempo que aumenta las inversiones en su infraestructura tecnológica”, señaló la empresa en un comunicado.
De esa forma, Geopagos se suma a la larga lista de fintech Argentina que afianzan su actividad en América Latina, apoyada en el acceso a financiamiento con inversores globales y el desarrollo tecnológico a nivel local. Fundada en 2013 por Sebastián Núñez Castro, Julián Lisenberg, Fernando Tauscher, Raúl Oyarzun y Damián Harburguer, puede decirse que Geopagos es una empresa latinoamericana, más que argentina. Opera en 15 países de la región, su tecnología facilita más de 150 millones de transacciones con un volumen procesado de USD 5.000 millones por año.
Bajo la modalidad “fintech as a service”, brinda soluciones digitales end- to-end para grandes instituciones financieras, fintechs, minoristas y empresas de software, entre otros, que desean lanzar o escalar su negocio de aceptación de pagos, tanto en la región. Entre sus principales clientes aparecen empresas como Santander, BBVA, Itaú, Fiserv, Bac Credomatic, Niubiz, Banco Estado de Chile, entre otros.
“Hemos construido un negocio consolidado y rentable, y estamos convencidos de que este era el momento oportuno para acelerar el crecimiento del negocio expandiendo nuestra infraestructura en toda América Latina. Estamos entusiasmados por continuar esta nueva etapa junto con Riverwood, a quien consideramos el socio ideal, ya que cuenta con una trayectoria de 15 años apoyando a empresas tecnológicas a nivel mundial,”, señaló Sebastián Núñez Castro, CEO y cofundador de Geopagos
Los fondos recibidos se utilizarán para el desarrollo de nuevos productos a fin de ampliar la propuesta omnicanal de Geopagos, además de habilitar nuevos métodos de aceptación de pagos y abrir su plataforma API para que las empresas aceleren el tiempo de comercialización.
“Desde nuestros inicios nos propusimos hacer que la aceptación de pagos sea más fácil y accesible, ayudando a nuestros clientes a lanzar productos exitosos e innovadores a través de una solución que puede brindar una experiencia superior al consumidor, generando la fidelidad del cliente”, agregó Núñez Castro.
Expansión fintech
Empujadas por el espíritu emprendedor, la capacidad de adaptación a escenarios complejos y cierta dosis de resiliencia, las fintech argentinas pueden colgarse una medalla que no todos los sectores alcanzan en un escenario económico complejo. Muchas de ellas, aún siendo pymes, han conquistado otros mercados de la región. Dos factores se suman para potenciar el fenómeno: el interés de muchos fondos de inversión en apoyar el sector fintech y la pandemia, que impulsó la digitalización de los servicios financieros.
Más allá los casos del gigante Mercado Libre o de Ualá, que ya se desarrolló en México y Colombia, hay muchas otras fintech de origen argentino que están expandiéndose en la región. Lemon, la startup fundada por Marcelo Cavazzoli y Borja Martel, desembarcó en marzo en Brasil, en el marco de “un plan de expansión para llenar de Bitcoin a toda América Latina”, según Cavazzoli. Lemon arrancó en 2019 con 5 personas y a fin de esta año espera emplear a 500 en toda la región. En 2021 dio el salto con una ronda de inversiones de USD 16 millones.
Otra fintech argentina que se expandió en el exterior es Wenance, la empresa fundada por Alejandro Muszak dedicada al crédito online para el consumo. Con su marca Welp comenzó a operar en Perú, que se suma a su presencia en México, Uruguay y España, con planes para sumar otras plazas. En todos los mercados, Wenance tiene una cartera histórica de 847.000 préstamos otorgados y 400 empleados.
Recientemente se conoció el caso de Tapi, una startup fundada por Tomás Mindlin, Kevin Litvin, Nicolás Andriano y Bruno Cortinovis, que ya opera en la Argentina, Colombia y Perú con 14 acuerdos a punto de cerrarse para ofrecer servicios replicables en toda la región. Tapi nació de la experiencia de la billetera digital Tap, lanzada el año pasado por Mindlin y Litvin con el foco en el cobro de facturas de servicios públicos. Con ese aprendizaje, surgió el proyecto de ofrecer soluciones para mejorar la experiencia en los “pagos recurrentes” y darle pelea al efectivo y a la tradición del sistema presencial de pagos, algo tan presente en la Argentina como en cualquier país de la región.
SEGUIR LEYENDO: