Sergio Massa asumirá hoy por la tarde el cargo de ministro de Economía y luego, en el microcine del Palacio de Hacienda, anunciará su plan en una conferencia de prensa. Se trata de una serie medidas con las que el reemplazante de Silvina Batakis intentará buscar algo equilibrio para la golpeada economía argentina y extender cierta calma cambiaria que se dio, en medio de un contexto externo más favorable, desde que se conoció la noticia de su acuerdo con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner para llegar al ministerio.
Las primeras medidas del tigrense en Economía tendrán foco en el orden fiscal, el fortalecimiento de las reservas y los incentivos a lo que el nuevo ministro considera las “fábricas de dólares”, pudo saber Infobae. Se trata de los sectores de la economía generadores de divisas, como la economía del conocimiento, energía, agroindustria y minería.
Eso mismo discutió ayer por varias horas Massa con su equipo en una larga reunión en las oficinas porteñas del Frente Renovador, sobre la Avenida del Libertador. Allí se delinearon las bases del plan que se anunciará este miércoles. Varios de los miembros del superministerio se quedaron con temas pendientes que se seguirán discutiendo esta mañana. Buena parte de su flamante equipo de colaboradores fue confirmado en las últimas 48 horas, pero aún resta saber, al menos de manera pública, quién será su segundo, el viceministro a cargo de la secretaría de Programación Económica, y qué pasará con los funcionarios kirchneristas que ocupan el área de Energía, un sector extremadamente sensible para la economía vernácula.
“Habrá también medidas para mejorar los ingresos de los trabajadores”, explicaron a este medio fuentes cercanas a la reunión, pero no detallaron si será por medio de una suma fija ni qué alcance tendría. Se buscará que no todo sea restrictivo en un contexto ya de por sí poco favorable. También prometen menos subsidios a los servicios públicos. Aunque sin “doble click” que detalle el cómo, el esquema es igual a más argentinos pagando más por la luz y gas.
Tres frentes
Como se dijo, las primeras medidas del nuevo ministro tendrán foco en el orden fiscal, la mejora de las reservas internacionales del Banco Central y el incentivo a los sectores generadores de dólares.
Para enfrentar la demanda de dólares, en julio el Banco Central debió vender USD 1.275 millones en el mercado de cambios. Y en las dos primeras jornadas de agosto la tendencia no cambió y tuvo que aportar otros USD 280 millones. Las reservas netas líquidas son negativas en unos USD 4.000 millones y ese será uno de los focos de Massa.
Parte de la gira por EEUU, Europa y Asia, que el funcionario realizará desde la tercera semana de este mes tendrá como foco la recomposición de reservas. Massa hablará con fondos de Wall Street y bancos internacionales, comenzará su ronda de negociación con el FMI, donde seguramente se reunirá con Kristalina Georgieva, y también con el departamento del Tesoro que comanda Janet Yellen. Luego buscará renegociar la deuda con el Club de París, en Francia, y viajará a Qatar, “un país que quiere ayudar a la Argentina”, dicen cerca de Massa por medio de su fondo soberano y otros instrumentos.
En ese contexto se buscará armar un esquema de préstamos colateralizados, también conocidos como repos. Se trata de líneas de financiamiento en las cuales una parte compra a los otros títulos al contado y, en forma simultánea, arreglan la operación inversa con un plazo y un interés determinado. El spread entre el precio de compra al contado del título y el precio de venta a término (futuro) da como resultado la tasa de interés de la operación. El massismo se ilusiona con créditos al 6,5% en dólares, como explicó este medio días atrás.
En otro orden, Massa promete extremar la “disciplina para ordenar el gasto público”. Su entorno no adelanta aún la estrategia y los sectores implicados, pero creen que servirá al menos como “gesto” el menor gasto con ministerios que pasarán a ser secretarías.
Otro foco estará puesto en el orden y transparencia en el otorgamiento de planes sociales. Prometen una “revisión minuciosa” y llevar adelante un contexto que Massa ya ha mencionado en otras oportunidades: generar “un puente” desde los sectores beneficiados con planes de ayuda hacia el trabajo privado formal. Sus equipos ya trabajan en esquemas para beneficiar a empleadores que aporten a ese pasaje al sector formal. “Hoy el 1,9% del PBI son planes y hay que revisar ese dato”, aseguran.
Massa insistirá con su línea de “alivio fiscal” para los trabajadores y sectores productivos, una de sus banderas como presidente de Diputados, desde donde impulsó la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y el cambio en las escalas del Monotributo. Ahora se estudian también incentivos directos y muy rápidos para lo que considera las “fábricas de hacer dólares”: minería, energía, agroindustria y exportación de software y economía del conocimiento. Se buscará, dicen cerca del nuevo integrante del gabinete, mejoras fiscales para que las exportaciones extra tengan mucha menos carga impositiva. Se pretende que los exportadores sean claves a la hora de general la tan esperada estabilidad.
Si bien falta un casillero, quizás el más importante –el macroeconomista que afinará el lápiz y hablará con los técnicos del FMI–, ayer Massa siguió confirmando a su equipo. José Ignacio de Mendiguren y Matías Tombolini serán parte del superministerio massista como secretario de Industria y Comercio, respectivamente. Ambos nombres fueron confirmados por el ex presidente de la Cámara de Diputados en su cuenta de Twitter.
Los anuncios de hoy estarán centrados, además de en los puntos descritos, en la dinámica financiera necesaria para llevarlos adelante con éxito. Con un ojo puesto en los mercados y las repercusiones de sus primeras medidas, Sergio Massa jurará como el tercer ministro de Alberto Fernández.
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