“Crawling peg” insostenible: por qué está en riesgo la estrategia de devaluación gradual del Banco Central

El mes de julio le jugó en contra al atraso cambiario: la inflación se aceleró, se perdió el superávit comercial, saltaron los dólares alternativos y la brecha se disparó

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Las tensiones económicas perjudican a
Las tensiones económicas perjudican a la estrategia del "ancla cambiaria" (Reuters)

En las últimas semanas acaparó la agenda financiera la disrupción alcista de los dólares libres y también el desplome de precios de los bonos públicos, que empinó al índice de riesgo país argentino a la zona de los 3.000 puntos básicos.

Detrás de ese movimiento sísmico de las cotizaciones subyace un dato igualmente relevante, el de la devaluación progresiva del dólar oficial que, aunque acelera su ritmo, vuelve a quedar rezagado respecto de la escalada inflacionaria y ahora también de la variación del dólar libre.

Todos los caminos conducen a una mayor devaluación. La ausencia de reservas líquidas en las arcas del BCRA, la brecha cambiaria distorsiva sobre el 150% -solo comparable a la previa de la hiperinflación-, una inflación que supera a la devaluación, la pérdida del superávit comercial y, sobre todo, la emisión de pesos como único recurso para estirar en el tiempo un déficit fiscal inviable.

En este sentido, se detallan cinco condiciones de la economía que atentan contra la estrategia de una suba controlada del tipo de cambio oficial.

1) Acelera la devaluación diaria, pero no alcanza

El BCRA aceleró el crawling peg o devaluación gradual por debajo de la inflación, llevándolo a un nivel por encima del 80% anualizado. “Con fuerte aceleración en la inflación y un tipo de cambio oficial que sigue avanzando a un ritmo inferior -tasa efectiva anual en torno al 80%- el tipo de cambio real se atrasa y las reservas netas cercanas a los USD 2.600 millones no logran recuperar”, consideró Lucas Yatche, Head of Strategy and Investments de Liebre Capital.

Las reservas netas cercanas a los USD 2.600 millones no logran recuperar (Yatche)

“Consideramos que el Gobierno va a atrasar lo más posible un salto discreto del tipo de cambio oficial, vía aumento de los controles en el mercado de cambios. Sin embargo, el BCRA continuará aumentado el ritmo de la devaluación oficial, que actualmente ya supera el 5,5% mensual”, precisaron desde Adcap Grupo Financiero.

“En las últimas ruedas la tasa de devaluación aceleró al 90% anual. Si bien esto ayuda a que el dólar no se atrase, al estar por encima de la tasa de interés quita incentivos para la liquidación de divisas. Dicho factor, más pagos de energía, están haciendo que en lo que va de julio el BCRA haya tenido que vender casi USD 1.000 millones, el peor desempeño desde 2003″, explicó Roberto Geretto, analista de Fundcorp.

“La devaluación que el Gobierno se resiste a implementar podría llegar a producirse de hecho, con tristes reminiscencias de nuestra historia económica”, afirmó Roberto Drimer, director de VatNet Financial Research. “Lamentablemente, continuamos acercándonos a un eventual ‘apocalipsis’ financiero”, afirmó.

En lo que va de julio el BCRA haya tenido que vender casi USD 1.000 millones, el peor desempeño desde 2003 (Geretto)

2) Sube el dólar libre y se amplía la brecha

El mercado se encuentra desprovisto de instrumentos para canalizar el excedente de pesos con rentabilidad positiva. Las tasas de interés del sistema financiero son récord con un 20% anual negativo en términos reales, mientras que los títulos soberanos ajustables por inflación y por devaluación están bajo estrés por la salida de fondos privados. Consecuentemente, los agentes del mercado deciden dolarizarse e incluso convalidar cotizaciones de “overshooting”.

“Seguramente veremos en los próximos días medidas adicionales apuntadas a descomprimir las tensiones cambiarias y aplacar las cotizaciones alternativas del dólar, idealmente acompañadas de un mayor grado de cohesión política”, señaló Ecolatina en un informe. “La apuesta del Gobierno es que estas medidas contribuyan a trazar un puente de cara a los próximos meses cuando comiencen a moderarse las importaciones energéticas, en un contexto en que cuenta a su favor con un stock no menor de oferta de agrodivisas por liquidarse, no quedan muchos meses de importaciones fuertes de energía y los actuales niveles alternativos del dólar se sitúan en precios muy elevados -las veces que alcanzó niveles similares pudo ‘desinflarse’ alineando expectativas-”, agregó.

Para Delphos Investment el mercado sigue expectante de “una suba de tasas de interés y una señal fiscal más contundente. Dada las limitaciones políticas, creemos que resultan más probables una combinación de subas de tasas y mayores incentivos a la comercialización de granos”.

En junio las importaciones superaron las exportaciones por USD 115 millones. El rojo externo es el primero desde diciembre de 2020 y el primero para ese mes desde 2018

3) El regreso del déficit comercial

En junio las importaciones superaron las exportaciones por USD 115 millones. El rojo externo es el primero desde diciembre de 2020 y el primero para ese mes desde 2018. ¿Qué sucedió? Las compras al exterior saltaron 45% anual, catapultadas por las importaciones de combustibles y lubricantes -se triplicaron en un año-, mientras que las ventas subieron solo 20% anual, básicamente por la incidencia del aumento de los precios internacionales.

“La competitividad precio de la economía podría ser una causa explicativa: el tipo de cambio real multilateral es un 26% más bajo que a fines de 2020 y se mueve en una zona similar a la de abril de 2018, la previa de la crisis de Lebac y balanza de pagos, salvando las distancias -no había cepo-”, comentó Nery Persichini, Head of Strategy de GMA Capital.

4) Inflación en alza

En los últimos días se conocieron los registros de inflación de alta frecuencia de diversas consultoras privadas que anticipan una aceleración en julio y las proyecciones de consultoras privadas fueron corregidas al alza, aumentando el piso para la inflación de 6% a 7% mensual.

El registro de Alphacast al 18 de julio detectó niveles muy elevados con el IPC general y núcleo, por encima del 2% semanal (2,2% y 2,6%, respectivamente), con una media móvil de cuatro semanas en el 7,1 por ciento. El relevamiento de alimentos y bebidas de Creebb (Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca) registró un avance de 1,8% en la tercera semana de julio, acumulando en el mes una suba de 6,3%. En esta línea, la medición de Ecolatina de inflación de alta frecuencia de Gran Buenos Aires marcó un incremento acumulado de 7,9% en la primera quincena del mes.

“Los relevamientos muestran un panorama preocupante y que está en línea con lo que esperaba el mercado: una abrupta aceleración en el nivel de precios debido a la emisión monetaria de más de 2% del PBI en junio y julio -asistencia directa al Tesoro sumado a recompras de bonos en pesos por parte del BCRA-, y la salida de Guzmán que motorizó un desancle mayor de expectativas”, consideraron desde Portfolio Personal Inversiones.

La salida de Martín Guzmán motorizó un desancle mayor de expectativas (PPI)

La principal preocupación hoy es la falta de referencia de precios. Cuando un sistema pierde precios, pierde la dinámica. Hoy estamos con un sistema totalmente trabado porque los que tienen producto no lo quieren vender porque no saben si lo van a reponer y los que tienen pesos quieren acelerar las compras”, consideró el economista Rodrigo Álvarez.

5) Déficit público y emisión

A una devaluación gradual del tipo de cambio le juega en contra la persistente emisión monetaria del Banco Central para cubrir el desequilibrio presupuestario del sector público. ”Para el año estimamos que el déficit podría ubicarse en torno al 2,9% del PIB. Lo cual implica supuestos recortes fuertes como no realizar gastos discrecionales en la segunda parte del año y una caída del gasto en el segundo semestre de poco más del 7,7% en términos reales. Esto parece encontrar dificultades dada la actual configuración de la situación político-económica”, precisó la consultora ACM.

El stock de deuda interna en pesos se ha incrementado en nada menos que USD 40.000 millones (al tipo de cambio oficial) desde octubre de 2020, pasando de 80.100 a 120.100 mil millones. Sin olvidar que el perfil de vencimientos se ha acortado y la demanda de dinero es cada vez más débil”, reveló un informe del Ieral de Fundación Mediterránea.

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